Javier Barbado. Madrid
El Partido Popular (PP) ha dirigido su artillería argumental contra los planes sanitarios de Ciudadanos (C’s) y Podemos al tiempo que se muestra menos beligerante con el Partido Socialista, cuyas propuesta en el ámbito de la salud tacha de “poco convincente”. De los dos partidos emergentes, arremete con especial pujanza contra el encabezado por Albert Rivera, y, de hecho, llega a calificar el programa de su oponente, Pablo Iglesias, como “declaración de intenciones positiva” aunque inviable. Y de IU-UP se limita a contraponer su voluntad de derogar las leyes aprobadas en la legislatura con una defensa a ultranza de lo que esas leyes han conseguido.

Para hacer estas valoraciones, el PP ha creado en su web un comparador de programas electorales en el que tachan, en todo caso, de “perjudicial” tanto la oferta electoral del partido que encabeza Albert Rivera como la plasmada por el colectivo que lidera Pablo Iglesias. Pero se muestra, en efecto, mucho más contundente en su réplica con el primero.

De Ciudadanos, su oponente situado, en principio, en el centro político, el PP no juzga apropiada su intención de que “las comunidades autónomas tengan competencias para establecer copagos con los que financiar nuevos servicios en sanidad”, ni tampoco la que se incorpore “la evaluación económica como herramienta clave de toma de decisiones de financiación pública y fijación de precios de los medicamentos y productos sanitarios”.

Y a ello responde, sin contemplaciones, que tales medidas “generarían desigualdad, ya que tendríamos una sanidad de dos niveles: uno, para los pobres, y otra, para los ricos, con gran inequidad entre las diferentes comunidades autónomas”.
Por si fuera poco, el ‘comparador’ virtual del PP se cuestiona la evaluación que sugiere Ciudadanos al ceñirse al aspecto económico, lo que –subrayan– no tiene por qué coincidir con la calidad del servicio; además, se preguntan con qué parámetros va a comparar las prestaciones el partido de Rivera.

Réplica a la propuesta de Podemos
 
En el espectro de la a priori izquierda política, de Podemos, por ejemplo, subraya como principal filosofía de su plan de acción sanitario el “acceso universal a la tarjeta sanitaria, incremento del presupuesto público en sanidad en 8.800 millones de euros y ampliación de la cartera de medicamentos financiados”, y a ello replica que, pese a tratarse “de una declaración de intenciones positiva”, no especifica “en ningún momento de dónde sacará el dinero para pagarlo y cómo garantizar la sostenibilidad del SNS”.

Del PSOE, la web también resalta su meta de “asegurar una sanidad pública, universal, sostenible y de calidad como un derecho fundamental que tenga garantizada la suficiente financiera”. Pero, acto seguido, critica con dureza la “pésima gestión” de los socialistas “dejando una deuda de 15.000 millones de euros (…) así como un fraude en las tarjetas sanitarias de 676.000 ciudadanos europeos que evidenció el Tribunal de Cuentas en su Informe de 2011”.

Y, de Izquierda Unida-Unidad Popular, resalta su voluntad explícita de reformar la totalidad de leyes modificadas por el PP para, a continuación, defender los logros de la normativa, entre otros “la garantía de universalidad de la sanidad para todos los españoles”.

El decreto 16/2012, en el punto de mira

En consecuencia y de forma directa o indirecta, los populares cargan contra la promesa de los tres partidos de cambiar (o incluso derogar) el decreto 16/2012, principal estandarte de la política sanitaria llevada a cabo en la legislatura.
Por último, de UPyD la conclusión de los populares respecto de su programa electoral sanitario subraya que “no ofrece nada nuevo” y recuerda consecuciones en la materia del actual Ejecutivo como la implantación de la receta electrónica o la historia clínica digital.

El comparador se presenta como una original herramienta de la web de campaña del PP que contrasta,  por bloques temáticos, una síntesis de elaboración propia de los contenidos programáticos de los partidos. Según indican los populares en esta plataforma, solo cabe “continuar consolidando la calidad del sistema sanitario desde el punto de vista de su cohesión y equidad”, cometido que ellos mismos califican como “cien por cien viable”.