La
Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los
azúcares libres no deben superar un 10 por ciento de la energía total ingerida a diario y que, si se reduce por debajo del 5 por ciento, conlleva beneficios extra para la salud.
Ramón de Cangas, nutricionista y doctor en Biología Funcional y Molecular, analiza los mensajes sobre este tema y asegura que un
consumo puntual de azúcar no supone ningún problema.
Ramón de Cangas analiza el consumo ocasional de azúcar.
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"En los últimos tiempos ha habido una
tendencia quizás un poco sensacionalista a tratar de indicarnos que el consumo de azúcar debe estar reducido a cero. No es exactamente así, no es necesario consumir nada azúcar, pero también es cierto que el consumo cero no tiene por qué suponer una serie de ventajas adicionales", señala este experto, quien, entre otros cargos, es académico de número de la
Academia Española de Nutrición y Dietética.
Manifiesta que no se puede negar que la
glucosa es un nutriente importante para el
cerebro, "porque prueba de que tiene su importancia es que hay diversas patologías que se relacionan con
alteraciones del metabolismo de la glucosa en el cerebro”, como, por ejemplo, el alzhéimer y la obesidad, "pero esto no quiere decir que haya que ingerir necesariamente sacarosa ni glucosa, porque otras fuentes de
hidratos de carbono cuyo consumo habitual significa una serie de beneficios fisiológicos para nuestro organismo, como legumbres, cereales de grano entero, verduras, frutas… acaban originado glucosa".
Ramón de Cangas, que trabaja en clínicas de nutrición y en grupos de investigación, apunta que los propios
azúcares intrínsecos que están presentes en los alimentos "ya son suficientes para aportar una ingesta adecuada de glucosa, que es lo que habitualmente nuestro cerebro va a utilizar como fuente de energía principal".
"No es adecuado considerar al azúcar añadido como único factor negativo"
Su opinión es que un exceso de azúcar es negativo para la salud, "pero lo que no es adecuado es considerarlo como un único factor, porque hay otros muchos, como la
depresión (por citar uno concreto), que cuando son padecidos hay
mayor riesgo de sufrir obesidad”. "La
obesidad es una patología de origen multifactorial y, por lo tanto, si nos centramos como está ocurriendo en los últimos tiempos en las redes sociales por parte a veces de posturas sensacionalistas en el consumo de azúcar, pues sería un error. Pero sí tenemos que incidir en que el exceso de azúcar no es positivo para la salud”.
El experto explica que se ha criticado el mensaje de moderación, "un consumo puntual, un consumo ocasional de alimentos que puedan tener
azúcares libres como puede ser una bebida azucarada, como puede ser una galleta, o como puede ser un postre, no supone un problema".
También, sobre los azúcares intrínsecos, señala que se debe tener claro que "no son ningún problema" y que, por lo tanto, el
consumo abundante de fruta, por ejemplo, "no va a ser un problema desde el punto de vista de la salud, aunque eso no quiere decir (como a veces se ha oído) que un exceso significativo en la ingesta de los alimentos
de los llamados Real Food no incremente nuestra grasa corporal".
"Comer es un placer"
Ramón de Cangas dice que la
gastronomía es cultura y muchas de las recetas tradicionales tienen azúcares añadidos y azúcares libres y, en este sentido, apuesta por que "comer es un placer y hay que dar también este mensaje”.
"Al final, un patrón dietético rico en muchos vegetales y menos animales y un consumo bajo de ultra procesados y un consumo reducido de azúcares siempre supone ventajas para la salud pero sin ser radicales, porque un mensaje radical nunca es positivo para la población", analiza el experto.
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