La necesidad de rebajar la carga asistencial que pesa sobre los
médicos de Atención Primaria ha forzado a las administraciones a ser imaginativas en la adopción de medidas para acotar las agendas de pacientes. Existe entre las comunidades autónomas cierto ‘consenso’ en torno a dónde se debe poner el límite, que oscila
entre los 32 y los 35 usuarios, pero hay diferencias en el modo de garantizar que todas aquellas personas que lo necesiten sean atendidas aunque no tengan cita. La respuesta de las administraciones ha sido variopinta; y los resultados, también.
Las últimas novedades sobre esta corriente que se extiende ya por la mayor parte de España llegan desde Madrid. La Consejería de Sanidad, con
Enrique Ruiz Escudero al frente, ratificaba esta misma semana el acuerdo para establecer una
agenda nominal de 34 pacientes como máximo para los médicos de Familia. En junio, este proyecto piloto que comenzó a implantarse hace cuatro meses se ampliará a 115 centros de salud de la región, y en el resto, antes de finales de año. “El programa se ha impulsado con éxito y ha sido bien acogido por los facultativos”, aseguran fuentes del departamento.
Para el
‘paciente 35’ y siguientes, la administración madrileña ha optado por generar una bolsa de empleo en la que se incluyan todos los facultativos dispuestos a alargar su jornada. Un esfuerzo que les será recompensado
a razón de 50 euros la hora con un límite de cuatro horas (o 200 euros). Según indican desde la Consejería de Sanidad, cerca de un millar de médicos se han interesado ya por esta vía.
También
Navarra ha decidido dejar al libre albedrío de los facultativos la decisión de atender al exceso de demanda. La Comunidad foral ha establecido el límite en los 32 usuarios; el resto recibirán asistencia de los profesionales que así lo quieran. El Departamento de Salud que dirige Santos Induráin sentenció que
no se podrá “forzar” a los médicos a ver al ‘paciente 33’ excepto en caso de
“urgencia vital”.
Agendas de rebosamiento
Autonomías como
Aragón, la
Comunidad Valenciana o Andalucía han regulado también las citas en Atención Primaria (todas ellas con un límite de 35 pacientes), aunque con distintas fórmulas. En el primero de los casos se ha optado (según el preacuerdo suscrito con los sindicatos) por establecer ‘agendas de rebosamiento’ en horario de tarde con los mismos sanitarios que quieran hacer horas extra, así como con personal de otros centros. En la Comunidad Valenciana, las consultas excedentes serán
gestionadas “en función de las características de cada centro” mediante módulos, la liberación de efectivos y la asignación de profesionales específicos para estos usuarios.
En el caso de
Andalucía, el servicio autonómico de salud avanza hacia una reorganización del sistema de atención al paciente urgente o que acude sin cita de forma que
“no suponga un aumento en la ratio” o disminuya el tiempo de atención por parte del facultativo.
“Las urgencias que lleguen a los centros de salud serán atendidas por los facultativos designados para ello en los distintos tramos horarios según la organización de cada centro sin incluirse en las agendas ordinarias para no exceder de las
35 citas al día”, destacan desde la Consejería de Catalina García.
Problemas para cumplir con las agendas de pacientes
Lo cierto es que las agendas límite de pacientes no son nuevas en España, pues hace tiempo que se vienen implementando en comunidades como la
gallega. El número máximo de usuarios que ha de atender un médico de Familia oscila entre los 32 y los 36, aunque persiste el problema de la cobertura de los pacientes que acuden sin cita previa y que requieren asistencia.
Hay autonomías en las que también hay instaurado un sistema similar, como el
País Vasco, donde el límite "está establecido en
35 actos médicos", explican fuentes del Sindicato Médico de Euskadi. "Pero es raro que este número se cumpla, ya que a esto se suman los indemorables y los derivados de Enfermería, con lo que es habitual estar en 40-50", detallan. La situación se complica aún más si hay bajas o vacaciones.
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