Esta semana, en plena emergencia internacional por la
viruela del mono declarada por la Organización Mundial de la Salud, un facultativo publicó desde su perfil personal de Twitter una fotografía de un supuesto paciente que se encontraba en el metro, siendo -según sus palabras- potencialmente contagioso. Como ya ocurrió con la pandemia de coronavirus, las redes son un canal con gran peligro para la
difusión de bulos.
Además, más allá de la información falsa, los facultativos no pueden hacer públicas fotografías ni detalles de pacientes en estos canales, según se detalla en el
documento de la Organización Médica Colegial (OMC), “Ética y Redes Sociales. Manual de estilo para médicos y
estudiantes de Medicina”. De hecho, ante la situación que se ha viralizado estos días, diferentes profesionales dudaron de la veracidad de la historia, pero si hubiera ocurrido, ¿esta es la forma correcta de actuar por parte de un médico?
Ignacio Rossel, especialista en M
edicina preventiva y Salud Pública explica en declaraciones a Redacción Médica que hay que ser "muy prudente con las historias que se comparten en redes sociales". Y es que en la fotografía publicada en la red social se podía ver algún tatuaje de la persona, y esto "aunque no se daba la identidad de la persona pero era reconocible seguro para gente de su entorno".
Evitar publicar fotos de pacientes en redes sociales
"Eso no está bien", reconoce el facultativo, quien considera que lo más correcto cuando se ve a una persona que "pueda estar enferma y
suponer un riesgo para la salud pública en un medio de transporte, si bien todo esto depende de muchas circunstancias, no descartaría identificarme y con todo respeto y preguntando si le importaría conocer mi opinión, dársela". El preventista detalla que habría que hacerlo con "mucha discreción y en voz baja" e insiste en la importancia de
acreditarse con la tarjeta de colegiado o un documento similar.
Además, considera que uno de los consejos que le daría sería contactar con su médico de Familia, "por si hubiera
podido entender mal alguna instrucción de aislamiento. "Nunca pondría en Twitter una foto con un tatuaje reconocible de nadie, asociado además a un
diagnóstico del que tampoco hay
certeza por la simple observación", puntualiza.
No es la primera vez que se hace viral un caso similar a este y, por ello, hace unos meses la OMC adelantó que el
nuevo Código Deontológico Médico sancionará a los facultativos que "critiquen actitudes de pacientes o colectivos" entre otros aspectos.
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