La
crisis sanitaria generada por el coronavirus Covid-19 en España ha provocado que se ponga en valor la responsabilidad personal respecto a las actitudes y hábitos saludables, y la capacidad crítica para tomar las decisiones que faciliten el cuidado de la propia salud y la de los demás.
De eso, de
Educación para la Salud, sabe mucho
Jesús Sánchez Martos, catedrático de esta materia en la Universidad Complutense de Madrid. Médico, enfermero, comunicador, y también con experiencia como consejero de Sanidad, su testimonio se integra en '
Lecciones Covid-19 (qué ha aprendido el sector sanitario español ante la pandemia)', un documento de reflexión que promueve Redacción Médica.
¿Cuáles son los aciertos y errores que considera que se han cometido durante esta crisis?
La verdad es que el único “acierto" ha sido poder contar con los grandes profesionales que componen nuestra Sanidad Española, tanto de la Sanidad Publicada como de la Privada, que desde el principio han trabajado en equipo, demostrando que hacerlo así suma y mejora la eficacia y la eficiencia. Y por ello, no creo que exista ninguna otra institución en el mundo que se haya hecho más merecedora para que se le conceda el 'Premio Princesa de Asturias 2020 a la Sanidad Española'.
¿Errores?, muchos, demasiados e injustificables sobre todo por las decisiones de nuestros gobernantes y políticos, aunque con sus excepciones. Pero sinceramente creo que en estos momentos, lo mejor que podemos hacer es SUMAR todos y apoyar a quienes toman decisiones políticas aunque no estemos de acuerdo, porque lo importante no es llegar primero, sino que podamos llegar todos a neutralizar esta pandemia. Prefiero dejar para otro momento analizar todos y cada uno de los errores, aunque nunca olvidaremos los casi 50.000 profesionales contagiados, los 35 compañeros fallecidos y las casi 18.000 personas mayores fallecidas en las residencias geriátricas, de forma inexplicable. Ahora es mejor ser positivos en todos los sentidos y si hacemos alguna crítica, que siempre será bienvenida y saludable, que se hagan con verdaderas alternativas, porque lo mas fácil es 'acertar la quiniela después de que se hayan jugado los partidos'.
Ante una crisis similar futura, ¿qué medidas deberían adoptarse ya de forma preventiva en cuanto a recursos humanos, recursos materiales, y gestión/organización?
En mi modesta opinión, tendremos que salir 'reforzados' de esta pandemia en muchos aspectos y sobre todo en lo referente a los valores humanos y en el aprendizaje que todos hemos podido hacer:
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Una 'nueva reindustrialización de España', porque no es de recibo que para conseguir el material de protección, EPIS, mascarillas, etc, los test diagnósticos, los respiradores, tengamos que seguir acudiendo al 'mercado persa' de China. No hay derecho, sobre todo porque tenemos industrias más que suficientes, y de calidad, para que todo este material se fabrique en España.
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Aumentar el presupuesto nacional y autonómico para la investigación y para el sistema sanitario en su conjunto.
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Aumentar nuestros recursos personales y reordenar nuestro sistema sanitario, tanto a nivel hospitalario como en la de Atención Primaria.
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No podremos olvidar nunca a las casi 18.000 personas mayores fallecidas, de forma inexplicable en nuestras residencias geriátricas. Es fundamental que todas ellas estén debidamente medicalizadas y que dependan orgánicamente de las diferentes Consejerías de Sanidad y no de las de Asuntos Sociales, que son dos temas muy, pero que muy diferentes.
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Es necesario abordar como debate social, político y profesional, aunque sea controvertido, es la necesidad de 'centralizar la Salud Pública', para que además de que podamos conseguir ese soñado y deseado calendario único de vacunaciones, contemos con un gran equipo de especialistas en Epidemiología y Salud Pública que estén adecuadamente coordinados como un solo equipo y a disposición de todos los españoles.
¿Qué podría haber aportado el entorno de la Educación para la Salud que no haya podido hacer por la premura en el estallido de la crisis?
Si hemos un repaso de todo lo sucedido desde el principio de esta pandemia, está claro que la Educación para la Salud ha cobrado un protagonismo social como nunca antes lo había tenido. Todos hemos intentado, y deberemos seguir haciéndolo, poner en marcha esa pedagogía sanitaria tan necesaria como inexistente, para poder informar adecuadamente y con rigor a la población general y transmitirles todos los consejos necesarios para prevenir el contagio.
Pero todavía no lo hemos conseguido. En estos momentos, la única vacuna útil y que está a disposición de todos consiste en estos tres pilares fundamentales:
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Higiene frecuente de las manos con agua y jabón o con gel hidroacohólico
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Respetar y mantener la distancia física, que no social ni personal, de 1.5 a 2 metros
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Aprender a llevar adecuadamente colocada la mascarilla en todos los transportes públicos y los lugares cerrados
Y aunque parezca sencillo de cumplir, todavía nos queda mucho por hacer, por lo que la Educación para la Salud deberá seguir siendo el 'arma fundamental' para vencer a este virus de la crueldad, y esa es responsabilidad de todos. Y por ello espero que la Educación para la Salud cobre la importancia que debe tener, tanto en la sociedad en general, como en la política sanitaria y en la educacion de nuestros niños desde la primera infancia.
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