La incidencia de la gripe en la campaña de 2018-2019 está empezando a alcanzar las
cotas de epidemia. Sin embargo, el pasado año
ya en la segunda semana de diciembre se superó el umbral basal y la gripe comenzó a ser considerada epidémica. Las inusualmente altas temperaturas del mes de diciembre
parecen estar detrás de ello, puesto que ahora, paradójicamente, nos encontramos en plena ola de frío.
A pesar de que esta primera semana de 2019 los casos de gripe han aumentado hasta los
47,6 por cada 100.000 habitantes, lo que supone “un incremento significativo respecto a la semana previa”, según el
Sistema de Vigilancia de la Gripe en España (SVGE), en el mismo periodo del pasado año nos encontrábamos en plena onda epidémica con
212,8 casos por 100.000 habitantes. Cuatro veces más. Y aún hubo más diferencias si se compara la última semana de los años 2017 y 2018. En los últimos días de 2017 hubo 208,3 casos por 100.000 frente a los escasos 35,8 casos por 100.000 de este año. Es decir, que la gripe está a punto de llegar y las Comunidades Autónomas ya se están preparando.
Isabel Jimeno, responsable del Grupo de Vacunas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explica a
Redacción Médica que
el clima puede ser un factor que esté detrás de este cambio. “Parece que el virus es más estable con temperaturas bajas”, cuenta.
Tal como ha recogido la
Agencia Estatal de Meteorología, las temperaturas del pasado mes de diciembre fueron inusualmente altas, destacando especialmente la primera y la tercera semana, cuando “tanto las máximas como las mínimas se mantuvieron en valores claramente por encima de los normales”. “Las temperaturas máximas quedaron en promedio 1,9 grados por encima del valor normal de diciembre, mientras que las mínimas se situaron 0,4 grados por encima de las normales”, explica el informe de Aemet sobre el mes de diciembre.
Alteración de las mucosas
Desde la Sociedad Española de Epidemiología explican que es “
lógico” que el clima “pueda influir” en esta variación, puesto que
el frío produce “alteración de las mucosas respiratorias”, así como hacer que permanezcamos más tiempo en espacios cerrados, cuenta su presidente,
Pere Godoy, a
Redacción Médica.
De hecho, “desde que hemos vuelto de vacaciones se está notando”, corrobora Isabel Jimeno a la vista de los pacientes que está atendiendo en su consulta de Atención Primaria.
Además, Godoy señala que este año se está detectando
una mayor incidencia del subtipo de virus A (94 por ciento de los casos, según el SVGE) que podría haber generado “inmunidad de grupo”, al haber tenido también una incidencia mayor el pasado año.
En cuanto a los casos más graves, ambos especialistas coinciden en que los grupos de riesgo son los pacientes crónicos. “De los casos graves que estamos detectando
la mayoría corresponden a población de riesgo que no se ha vacunado”, cuenta Pere Godoy, pero recuerda que “
todavía estamos a tiempo de vacunarnos”.
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