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Planificación anual: la llave que evita el colapso de la sanidad en verano

Representantes de médicos, gerentes, enfermeras, sindicatos y pacientes debaten sobre el estado del SNS en verano

Los participantes en el debate ¿Es peor la sanidad española en verano?

26 ago 2018. 17.10H
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POR I. P. NOVA
Miguel Fernández de Vega / Joana Huertas
Con la llegada del verano los profesionales sanitarios se toman sus más que merecidas vacaciones. Un derecho establecido en el estatuto de todos los trabajadores pero que toma un perfil diferente cuando, al contrario que en otros muchos puestos sectores, la sanidad no cierra sus puertas. De hecho, en algunas zonas, como las turísticas, aumenta la demanda y los pacientes experimentan movimientos dentro del mapa español que obligan a los hospitales y centros de Atención Primaria a modificar sus plantillas. En definitiva, la época estival aterriza y deja las plantillas en cuadro. Dificultad para encontrar sustitutos, para contratarlos, camas cerradas, listas de espera que van en aumento y una carga de trabajo extra para los que se quedan.  Con ayuda de reputadas voces del sector, Sanitaria 2000 va a ahondar en las posibles consecuencias de todos estos hándicaps e intentar responder a una pregunta: ¿Es peor la sanidad en verano?

Para contextualizar este debate sería preferible lanzar una pregunta a toda la mesa. ¿Consideran que el Sistema Nacional de Salud es peor en verano? Y, de ser así, ¿Cuáles creen que son los problemas que tiene?

Carlos Mercader, director de proyectos de GEPAC: Desde GEPAC consideramos que se tiene la percepción de que, con la llegada del verano, los pacientes se ponen menos enfermos. Pero, sea en sus lugares de residencia habituales o en los vacacionales, la demanda es la misma. Y, a esos pacientes, hay que darles un servicio de calidad estable aunque con otro ritmo que se debe enfocar a más acompañamiento y momentos de ocio… Pero tiene que ser estable y de calidad.

Mar Rocha, portavoz del Sindicato de Enfermería (Satse), critica que hacer esperar más a los pacientes conlleva un aumento de las agresiones a los profesionales sanitarios. 

Mar Rocha, portavoz del Sindicato de Enfermería (Satse): El verano supone, para muchas comunidades autónomas, cierre de camas y la reducción de turnos en Atención Primaria (no olvidemos que muchos centros se elimina la jornada de tarde en verano). Pero, por desgracia, el enfermo no decide ponerse menos enfermo en una época concreta del año. Y es verdad que algunas patologías pueden disminuir en verano, pero aumentan otras relacionadas precisamente con el tiempo estival. Entonces, efectivamente, hay que dar esa asistencia de calidad, atendiendo a la demanda que hay, teniendo en cuenta los flujos migratorios dentro de la propia península.

Pedro Clemente Pérez, director de Área Clínica Quirúrgica y de Diagnóstico de Marina Salud (Dénia): Bueno, en nuestro caso, el verano supone un cambio muy significativo en la demanda asistencial.  Lo que se produce en el Hospital de Dènia es un descenso de parte de la demanda ordinaria y un incremento, de manera muy considerable, de la demanda urgente.  Fundamentalmente, el problema lo tenemos en los meses de julio y agosto. Las urgencias hospitalarias en julio se nos incrementan en casi el 30% y en agosto un 50%, los ingresos hospitalarios urgentes entre un cinco y un 10% y, por lo tanto, esto nos obliga a tener que adaptarnos como organización para ser capaces de dar respuesta.

Fidel Illana Robles, gerente del Hospital Universitario de La Princesa (Madrid): El tema de la atención sanitaria en el verano no es otro que el planificar la oferta a la demanda. En el caso del Hospital de la Princesa es totalmente contrario al del compañero de Dénia, es decir, nosotros somos un hospital que está ubicado en una zona muy céntrica de la comunidad de Madrid con lo cual sí tenemos una disminución importante de la presión asistencial durante el verano. Con lo cual hay que hacer un ejercicio de planificación y de adaptación de lo que son las necesidades asistenciales a la oferta que puedan hacer el hospital. La disminución que venimos observando en los últimos cinco años en el hospital de La Princesa coincide también con la frecuenciación del área de Urgencias que se ha reducido un 17 por ciento respecto al resto de año.

Paula Sánchez-Seco, MIR del CEDT de Azuqueca de Henares (Guadalajara): Pues en mi experiencia personal, trabajo en un centro de salud, es que tenemos asumido que la asistencia en verano es menor cuando realmente no es así. Por esa percepción errónea se hacen escasas sustituciones, en algún caso nulas, y se sigue una filosofía de ahorro. Pero yo creo que la asistencia debería ser continua sea cual sea la época del año. Otra cosa es que si los pacientes en verano se desplazan, que significa que también deberíamos desplazar la asistencia sanitaria porque lo que se hace es duplicar o triplicar el trabajo de los médicos.

Fidel Illana Robles, gerente del Hospital Universitario de La Princesa (Madrid), manifesta que la atención sanitaria tiene que mantener la "ética del gasto" con la mayor eficiencia.

Fidel Illiana, como gerente del Hospital Universitario de La Princesa, ¿cuál es el sobrecoste que tiene cubrir las vacaciones del personal sanitario?

Fidel Illiana: No es excesivo. Es decir, es un coste que está bastante estabilizado a lo largo de los años. Depende también de la categoría profesional. Por ejemplo, en médicos es menor, entre otras cosas porque tampoco hay mucha disponibilidad en el mercado de determinadas especialistas. En Enfermería es más alto, en no sanitario también, pero bueno, es un coste que está estructurado dentro del presupuesto global del hospital y que tiene una variación relativamente pequeña.

Es una pregunta que tal vez haya que hacer a toda la mesa pero ¿habría que cubrir todas las plazas de todos los sanitarios? ¿Pasaría algo si no se cerrarán las camas, por ejemplo, durante el verano?

Pedro Clemente: En Denia tenemos abiertas todas las camas en verano, de hecho, cerramos algunas en periodos previos al verano y en el otoño, en función de la demanda asistencial. Marina Salud es la encargada de gestionar el departamento de salud de Dénia en régimen de concesión administrativa, eso nos permite una cierta flexibilidad mayor que la que puede haber en la gestión directa. Lo que nosotros intentamos es hacer un balance a la hora de contratar personal pensando en esa planificación anual de manera que podamos tener una planificación más lineal y menos picos. Disminuimos consultas externas en verano, quirófanos programados, pero, por el contrario, la planta de hospitalización funciona a todo el rendimiento y reforzamos y aumentamos en esta situación la plantilla de Urgencias. También duplicamos el personal de atención continuada y creamos cuatro dispositivos especiales en la playa para poder atender urgencias.

Paula Sánchez-Seco: "La Sanidad no refuerza plantillas en verano. Es supervicencia veraniega"

Mar Rocha: Yo entiendo que cuando hablamos de las vacaciones de los profesionales sanitarios no podemos hablar de sobrecoste. Además, contamos con una plantilla, en este caso de enfermeras, claramente disminuida, con una media de 5,2 enfermeras por cada 1.000 pacientes frente a la media de los países de nuestro entorno que es de 9,8. Así que, si de por sí tenemos es una sobre carga asistencial durante todo el año, esta se ve incrementada en el periodo vacacional por esa falta de sustituciones. En este año, desde el sindicato de Enfermería hemos estimado que se ha cerrado, y es una estimación a la baja, 14.000 camas en toda España.  Entendemos que con la lista de espera que hay actualmente, lo mejor es aprovechar la bajada de la demanda asistencial para reducirlas y atender a los ciudadanos que llevan tanto tiempo esperando.

Fidel Illiana: La disminución de la actividad quirúrgica generalizada en la época estival también obedece a que toman vacaciones profesionales que son imposibles de sustituir como anestesistas o a determinados especialistas. Pero, además, hay muchos pacientes que, si no es una patología severa, no desean intervenirse en la época en que les llegan las vacaciones. El verano también se utiliza, y estoy hablando además en específico en el Hospital de La Princesa, para poder hacer las remodelaciones que necesita el hospital y que no podemos hacer a lo largo del año pues porque tenemos el aforo completo. El año pasado hicimos obras de climatización, este año tenemos que hacer obras sobre todo el tema de la baja tensión eléctrica del hospital, y es la época ideal para aprovechando que se pueden deshabilitar zonas del hospital.

Paula Sánchez-Seco: En muchos hospitales, el cierre de camas en verano obliga a muchos médicos a dar altas precipitadas y eso, al final, acaba en el reingreso de los pacientes. Es decir, vuelven a acudir a Urgencias. Yo me he encontrado en guardias en las que he llamado a la planta, "no el paciente no puede subir porque de momento no hay camas", se tienen que quedar en Urgencias esperando muchísimas horas, el paciente se comienza a quejar, la familia ya está molesta y acaban remitiendo muchas veces contra el profesional sanitario.

Fidel Illiana: Yo considero que el problema de la alta demanda es más frecuente en invierno que en verano. Los planes de invierno sí que necesitan refuerzo sobre todo también en zonas que tienen población muy envejecida. Antes comentaba el cambio del modelo de patología, de perfil de patología del paciente que acude a Urgencias, es decir, todo el tema de patología infecciosa que es altísimo en zonas donde tenemos población envejecida, cambia el perfil en verano, las necesidades son menores.

Y todo esto que comentan los compañeros… ¿los pacientes lo notan?

 Carlos Mercader, director de proyectos de GEPAC, recuerda que la culpa de la gestión en los centros hospitalarios depende de "los muchos ministerios de Sanidad que hay en este país y que dificultan las relaciones".

Carlos Mercader: A nosotros no nos preocupa que las camas se cierren si va acorde con la demanda, porque están ahí y se pueden volver a abrir si son necesarias. Lo que no nos gusta es que cierran camas que nunca más se vuelve a abrir. Y eso a veces ocurre por política de gestión, del ahorro, del recorte, de me gasto menos pero quiero más… Y eso es lo que nos preocupa, que las camas que se cierren no se vuelvan a abrir en septiembre.

Mar Rocha: De manera generalizada se han aprovechado estos tiempos de crisis para llevar a cabo un  ahorro económico reduciendo el número de camas, reduciendo la atención y reduciendo el personal. Se supone que ya hemos pasado esa crisis, se habla de que la crisis ha acabado, pues habrá que hacer ese ejercicio de presupuesto sanitario, de gasto sanitario, acorde con las necesidades de los ciudadanos y de los pacientes.

Fidel Illiana: Yo un poco huiría de decir si es más o menos, mayor o menor gasto, tiene que ser el gasto que tiene que ser.

Mar Rocha: ¡Efectivamente!

Fidel Illiana: Es decir, no se trata tanto de cerrar por cerrar sino un poco, insisto, de adaptar las necesidades. Por ejemplo, el tema de Oncología, pacientes que tienen que ser tratados en breve plazo por sospechas de malignidad, etc., eso es lo primero que nos planteamos a la hora de planificar los planes de verano, es evidente que no se puede dejar. No es tanto más, menos gasto sino que se gaste lo que se tiene que gastar, ahí está el equilibrio que es lo complicado.

Mar Rocha, como representante de los trabajadores, y seguramente receptora de muchas quejas por parte de los mismos, ¿cómo influye al profesional sanitario estas vacaciones de verano?

Mar Rocha: Nuestro Sistema Nacional de Salud cuenta con una plantilla de enfermeras claramente disminuida, casi a la mitad de enfermeras que cuentan el resto de la media los países de nuestro entorno de Europa. Entonces, ya tenemos una sobrecarga asistencial de nuestros profesionales trabajando todo el año, en algunos casos incluso con deuda horaria, quiero decir, que se les deben días de libranza de permisos de vacaciones, porque como no se les sustituye tienen que hacer más trabajo durante todo el año. Si además, cuando llega el verano, solo estamos sustituyendo una de cada dos o tres enfermeras que están trabajando en las comunidades autónomas, en los servicios de salud, todavía esa sobrecarga es mayor. Nos enfrentamos, además, a mucho más estrés laboral. Además, si a los pacientes les hacemos esperar más es verdad que lo que recibimos de ellos muchas veces es el aumento de las agresiones a profesionales sanitarios, que es un tema también muy conflictivo para todos los profesionales sanitarios.

De izquierda a derecha, Carlos Mercader, director de proyectos de GEPAC; Mar Rocha, portavoz del Sindicato de Enfermería (Satse); Pedro Clemente Pérez, director de Área Clínica Quirúrgica y de Diagnóstico de Marina Salud (Dénia); Irene Pérez Nova, redactora de Redacción Médica; Fidel Illana Robles, gerente del Hospital Universitario de La Princesa (Madrid); y Paula Sánchez-Seco, MIR del CEDT de Azuqueca de Henares (Guadalajara).


En su caso como Médico Interno Residente, no sé si nota que se cubren igual las vacaciones de los MIR que las de los adjuntos. ¿Hay más 'libre albedrío' sobre vuestra supervisión en verano?

Paula Sánchez-Seco: Para empezar, los residentes no estamos cubiertos asique obviamente nos sustituimos entre nosotros. En el centro de salud no se refuerza ni MIR ni adjunto, por lo que yo he visto, simplemente se trata de una supervivencia veraniega. Por otra parte, yo ahora que estoy rotando en el centro de salud y cuando mi adjunto está de vacaciones a mí me toca estar en la consulta cubriendo, digamos, sus vacaciones. Esto me da más libertad y  me ayuda a soltarme en el ámbito profesional pero parte de mi formación se ve mermada porque se elimina esa supervisión continuada que me ayuda no tener errores. El tema de guardias en el hospital es igual, los adjuntos están desbordados por su parte y nosotros tenemos que cubrir entre los residentes las guardias haciendo más horas y eso pues termina al final mermando nuestra formación como residentes, bajo mi punto de vista.

Mar Rocha: Muchas veces, además, en las plantas de hospitalización, al cerrar unidades, los pacientes se agrupan con diferentes patologías y eso, unido a la precariedad además laboral con contratos de cinco días y que tienen que estar rotando de una unidad a otra, hace que el verano todavía sea más complicado.

Paula Sánchez-Seco: Ahora en verano también surge la incorporación de los nuevos residentes y los residentes de primer año muchas veces están obligados a asumir competencias por la falta de personal.

Fidel Illiana: Yo no comparto esa visión casi apocalíptica de la asistencia sanitaria en verano en las instituciones sanitarias. Yo creo que la seguridad del paciente y la calidad asistencial es lo primero que ponemos encima de la mesa para planificar el verano. El dejar a los R1 sin supervisión, vamos, yo creo que eso no se nos ocurre a ningún directivo de ningún hospital.

Paula Sánchez Seco: ¡No sin supervisión!

Fidel Illiana: El tema de la acumulación de pacientes, es decir, que se intenta evitar, que en algún momento puntual pues eso en cualquier época del año. Pero yo no creo que el verano confirme una visión tan apocalíptica como la que he creído entender en las anteriores intervenciones. Yo insisto que la seguridad y la calidad asistencial es lo primero que ponemos encima de la mesa. Y luego con los recursos que hay intentar, bueno, pues hacer lo mejor posible el tema de las sustituciones, suplencias y las actuaciones que hay que hacer en el hospital en verano que es el momento ideal para hacerlas.

Hemos hablado de Madrid y Dénia, las dos caras de la moneda. En los casos de los destinos vacacionales surge el problema de que no se encuentran sanitarios para cubrir las vacaciones. Alquileres muy elevados, temporalidades bajas en los contratos… ¿Qué soluciones dan?

Pedro Clemente Pérez, director de Área Clínica Quirúrgica y de Diagnóstico de Marina Salud (Dénia), explica que en las urgencias de su centro se incrementan un 80 por ciento en agosto.

Pedro Clemente: A nosotros el problema del alquiler, por ejemplo, no nos afecta tanto puesto que Dénia también tiene una zona interior no tan saturada en verano. Ya he comentado antes que nosotros intentamos hacer una planificación pensando a nivel del año, que eso, como he dicho, determina que podamos tener un poco más de plantilla estructura y, por tanto, menos sustituciones a nivel presupuestario. Eso permite tener una mayor estabilidad y no sufrir de manera directa el problema que han tenido en Ibiza.

Fidel Illiana: Una pregunta, esto es ya casi curiosidad personal. ¿Tenéis algún tipo de incentivo económico para intentar atraer a suplentes? Me imagino que conseguir a alguien en agosto debe ser complicado.

Pedro Clemente: Como digo, intentamos minimizar el impacto de sustituciones. También tenemos la ventaja y la desventaja de estar a 80 km, 100 km de Alicante y de Valencia, donde también hay un colectivo de profesionales y tenemos una parte de nuestros profesionales que se desplazan diariamente. Eso nos genera ventajas y también inconvenientes. Pero hace que, efectivamente, no tengamos tantos problemas para cubrir como podría pasar en otros sitios, y estamos perfectamente comunicados.

Como profesionales, por ejemplo, si les ofrecieran ir a un lugar de playa, como el caso de Ibiza, a cubrir una plaza en verano… ¿Pedirían algún tipo de suplemento, como hablaba el gerente del Hospital de La Princesa, una mejora económica?

Mar Rocha: Yo entiendo que es un problema que hay que arreglar durante todo el año. Si tú tienes una plantilla suficiente se minimiza el impacto en las vacaciones. Además, los contratos que se ofrecen deben de ser de calidad: de una duración determinada. Yo no me desplazo a una isla para trabajar una semana, si no sé si voy a trabajar a la siguiente. Entonces, muchas veces, es cuestión de dar prioridad de contratos a la gente que reside en la zona, porque la gente que reside en la zona muchas veces se desplaza a trabajar fuera de las Islas también porque se les ofrecen mejores puestos. Si como administración estás promoviendo buenas condiciones laborales en cuestión de sueldo, duración y estabilidad, no habrá tanto problema y no hablaremos de la necesidad de alquiler de la gente porque cada uno trabajará en su zona de residencia.

Paula Sánchez-Seco, MIR del CEDT de Azuqueca de Henares (Guadalajara), asegura que el cierre de camas obliga a los médicos a precipitar las altas "y eso acaba con el reingreso de los pacientes".

Paula Sánchez Seco: Yo no me desplazaría a otro sitio a trabajar sin unas condiciones que fuesen óptimas para mí y mejorasen lo que me ofrecen en el lugar en el que me encuentro. Si voy a ir y no voy a tener residencia, me va a suponer un costo mayor y las condiciones van a ser peores, pues obviamente no lo aceptaría.

Hablamos del sector profesional pero al final, el que está al otro lado de la cama, son los pacientes. ¿Cómo valoran esta situación desde GEPAC?

Carlos Mercader: Hay situaciones en las que se crean momentos de desigualdad y la gente, evidentemente, se cabrea y ve en el sanitario el culpable. Siempre se culpa al propio gestor o a los que toman las decisiones en ese lugar y no es del todo justo, porque no se nos olvide que hay un montón de Ministerios de Sanidad en este país, que hay un montón de decisiones que dificultan estas labores Yo soy partidario primero se atajen los problemas de precariedad laboral y sueldo de los sanitarios, gestionarlo bien, y a partir de ahí poner una norma de plantillas más estables y de situaciones más naturales. En cualquier,  caso tendemos siempre a culpabilizar al que más cerca tenemos y las cosas vienen de arriba y vienen del Ministerio de Sanidad.

No sé si el resto tiene algo que aportar, ¿consideran que esa visión de los pacientes vive en su centro, se siente?

Fidel Illiana: En general las consultas no están más masificadas por orden general. Se refuerzan las que son de interés absoluto como pueden ser las patologías crónicas, fundamentalmente las de sospecha de malignidad, pero el resto no. Tenemos más reclamaciones en verano de gente que pasa o calor o frío dentro del hospital que el que se queja de que la atención no se le ha dado exactamente igual que en el mes de marzo. Eso no es frecuente.

"Las listas de espera deberían bajarse en verano, cuando cae la demanda y, al contrario de eso, se ven aumentadas"

Mar Rocha: El verano no solo no se aprovecha para reducir la lista de espera sino que se ve aumentada. Tampoco se usa para agilizar las pruebas diagnósticas, de hecho, los tiempos de espera son mayores a la hora de atender a los pacientes en las consultas y en las Urgencias. Hay colapso en las Urgencias de manera generalizada y, muchas veces, la Atención Primaria también se ve desbordada. Creemos que, efectivamente, las patologías crónicas que hay que atenderlas en cualquier circunstancia o en cualquier lugar o donde se desplacen los pacientes. Pero ya no nos vamos dos meses a la playa para no volver hasta septiembre, nos vamos una o dos semanas, volvemos a nuestro lugar de residencia y esos desplazamientos cada vez además se separan más en el tiempo. Con lo cual, aunque hay picos de afluencia, no hay esa desbandada tampoco tan grande y hay que seguir atendiendo a toda la población que va. La atención sanitaria, el número de camas, el número de trabajadores, de profesionales sanitarios que tienen que estar trabajando, tienen que ir acorde con la demanda. Además, sería preferible aprovechar el verano para dar esa asistencia sanitaria que se está dejando de prestar.

Pedro Clemente: Al final, el presupuesto es el que tenemos y tenemos que ser lo más eficientes posibles. Nosotros disminuimos las consultas externas entre un 25% y un 27% en verano y el quirófano programado entre un 15% y un 20%, eso nos permite asegurar la atención a las patologías graves.

Conclusiones del debate: '¿Es peor la sanidad española en verano?'

Aunque su visión ha quedado latente a lo largo de todo el debate, me gustaría que a modo de resumen esbozaran una pequeña conclusión retomando la pregunta inicial del debate. ¿Es peor la sanidad española en verano?

Paula Sánchez Seco: Yo creo que ha quedado claro que la sanidad en verano sí necesita un empuje: que se refuerce el número de camas y el número de personal. Es cierto que el patrón ha cambiado y, a lo mejor, el número de asistencias que se necesita es levemente menor pero, bajo mi punto de vista y trabajando como profesional en la sanidad, creo que necesitamos reforzar sobre todo el número de personal.

Fidel Illiana: Yo creo que durante el verano la atención sanitaria que dan los centros sanitarios públicos es de la misma calidad y con la misma seguridad para el paciente que el resto del año. Lo que se hace es adaptar las necesidades de la población al momento en el que se está. Es decir, es una adaptación, como he dicho antes, de la oferta a la demanda. Sí hay una disminución significativa de la demanda asistencial en el hospital en el cual en la actualidad trabajo, es aproximadamente en agosto un 17% menos que eso se refleja en toda la organización del hospital. Y luego en Madrid, bueno, existe además una coordinación interhospitalaria que es el Suma 112, que va repartiendo pacientes en caso de que sea necesario según la información que disponga de todos los hospitales. Yo creo que la coordinación en ese aspecto es buena, e insisto, yo creo que la calidad y la seguridad del paciente se mantienen como en el resto del año.

Pedro Clemente: Nuestros indicadores asistenciales no empeoran en verano, por lo tanto, desde ese punto de vista podemos decir que mantenemos la calidad asistencial en este periodo. Como he dicho anteriormente, para mí el problema es un problema de dimensionamiento global, como también ha comentado Fidel. Hemos de planificar la totalidad del año, los recursos que necesitamos e intentar de esa manera hacer una planificación lineal. Nuestra peculiaridad nos permite también esa flexibilidad sin un menoscabo de la eficiencia.

Mar Rocha: Entendemos que la prioridad para los ciudadanos es la salud por encima del ahorro económico y que, un año más, constatamos que la sanidad no cubre con garantías en muchos sitios por no contar con un número suficiente de enfermeras trabajando durante el verano. Entendemos que se debe justificar con datos esos cierres de camas que se producen en todas las comunidades autónomas y también de los turnos de Atención Primaria.

Carlos Mercader: Nuestra asociación de pacientes estima que faltan de recursos humanos en todos los hospitales.  Y un apunte, que se nos ha olvidado, hemos hablado de Urgencias, hemos hablado de Agudos, pero hay una parte más que se nos olvida, al final de todo esto que se llaman Paliativos y que también es importante mantener todo esto que hemos hablado, la calidad asistencial, que no haya mermas, que no haya tal, porque ahí hay que hacer un trabajo muy fino y muy exquisito y bueno, entiendo casi se está haciendo, queremos entender que casi se está haciendo pero es un punto un poquito más delicado tal vez.

Pues muchas gracias a todos y les vemos en otro debate de Sanitaria 20

Debate: '¿Es peor la sanidad española en verano?' (Parte 1)

Debate: '¿Es peor la sanidad española en verano?' (Parte 2)



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