La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (
SEGO) se adhiere al comunicado presentado el pasado 12 de julio por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (
Cgcom), respecto a la
modificación de la Ley del Aborto y, dentro de ella, la legislación de la denominada
‘violencia obstétrica’ (entendida como aquella ejercida por un profesional a su paciente durante el proceso del parto) como una
modalidad de violencia de género.
En un reciente comunicado, la sociedad médica considera que “la ‘violencia obstétrica’ es un término utilizado como referencia para aquellas
intervenciones médicas innecesarias durante el proceso del parto, a menudo rutinarias, que en muchas ocasiones se realizan sin proporcionar información suficiente a las mujeres ni solicitarles el consentimiento”.
En este contexto, el documento informa que “nos parece
inapropiado, tendencioso e injusto el término ‘violencia obstétrica’ por su significado
jurídico doloso, como intención de causar daño, ánimo de lesionar, empleo de fuerza o amenazas, tipificable penalmente, que debemos rechazar por completo. No debe confundirse en modo alguno la
praxis inadecuada con las expectativas de parto no cumplidas. Sin embargo, es un término que ha permitido poner de manifiesto las experiencias desagradables de muchas mujeres y posicionarlo en el debate público”, agregan.
Rechazo a la Ley Orgánica 2/2010
El documento apunta al rechazo de la futura modificación de la
Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la
interrupción voluntaria del embarazo, en la cual se contempla como novedad el reconocimiento de la ‘violencia obstétrica’, como aquella que se da en el marco del parto, como una forma de
violencia de género.
La SEGO considera que “la buena praxis debe basarse en la
formación de los profesionales en competencias técnicas y de comunicación, en la información a las pacientes y en la documentación de la historia clínica”.
Actualización de guías clínicas
Además, explican que “la evolución de la asistencia obstétrica ha sufrido importantes cambios que reflejan su adaptación a las
evidencias científicas y a los cambios sociales y culturales de nuestra sociedad. Existe un margen de mejora para continuar la
adaptación a un nuevo escenario asistencial, desde el punto de vista conceptual y científico, ya iniciada en los últimos años, para determinadas prácticas obstétricas. La SEGO, contando con la colaboración de todos sus socios y la opinión de las mujeres y de otros colectivos sanitarios, ha desarrollado y trabaja en la
actualización de guías clínicas con el fin de mejorar en la asistencia al embarazo, parto y puerperio, adaptarlas al conocimiento y la sociedad actual”.
Así mismo, desde la SEGO consideran importante escuchar a las mujeres y a sus parejas, e incorporar su
participación en las políticas de salud, establecer puntos de reflexión y de intercambio, reclamar medios suficientes a la administración sanitaria y a las entidades aseguradoras, y denunciar sus carencias, para proporcionar una
atención respetuosa con la maternidad, enfocada a conseguir que el nacimiento sea una
experiencia positiva.
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