Uno de los mayores conflictos que surgen en hospitales y centros de salud son las
competencias de los médicos internos residentes, los MIR. ¿Qué excesos y carencias desempeñan en sus tareas diarias? ¿Se deja demasiada responsabilidad a los médicos recién llegados o que están en plena formación? ¿Cómo se podría mejorar la comunicación entre los residentes, los tutores y los adjuntos? Para reflexionar sobre todos estos detalles,
Sanitaria 2000 ha organizado un debate con Álvaro Bonet Plá, director
gerente del Hospital Clínico de Valencia; Sixto Genzor Ríos,
MIR de quinto del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, Ángela Hernández, presidenta del
sector de Atención Hospitalaria de Amyts e Isabel Fernández,
MIR de tercero del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Vamos a empezar a hablar un poco de las competencias de un MIR. Isabel, ¿están claras las competencias dentro de la gestión hospitalaria que tiene que desempeñar un médico residente?
Isabel Fernández Gracia, MIR de tercero del Hospital Clínico San Carlos de Madrid: A nivel del Ministerio están claras las competencias del MIR, sobre todo en los objetivos que tiene que cumplir dentro de cada especialidad. Luego los hospitales tienen algún plan un poco obsoleto y siempre se está primando más la asistencia sanitaria que la formación. Creo que eso es un problema que depende mucho del Servicio. Generalmente es una queja que gran parte de los MIR tenemos, las carencias docentes porque se prima mucho la asistencia.
Ángela Hernández, presidenta del sector de Atención Hospitalaria de Amyts: Yo creo que hay una gran disparidad entre lo que es la legislación, el Real Decreto 1146/2006 y el Real Decreto 183/2008 sobre la supervisión progresiva de los residentes, y la realidad. Nos encontramos a diario casos en los que no se cumple esta legislación, que no sé si es la adecuada. Esa legislación se hizo a pie de lo que es la práctica diaria en un hospital, tengo la impresión de que no, pero sí es verdad que existe esta disparidad. Por ejemplo, en la supervisión de un R1 que no puede, en teoría, dar ningún alta durante todo su primer año de residencia sin ser supervisado por un adjunto. La realidad en la que muchos residentes están supervisados por sus R mayores, o a veces están incluso sin supervisión, lo que crea una inseguridad jurídica sobre la que habría que tratar.
Álvaro Bonet Plá, director gerente del Hospital Clínico de Valencia, destaca las posibilidades de los residentes de completar su formación con muy buen nivel
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Álvaro Bonet Plá, director gerente del Hospital Clínico de Valencia: La legislación es suficiente. Nuestro país se caracteriza por ser un legislador de mucho nivel y por ser un incumplidor del mismo nivel, es decir, igual que legislamos, incumplimos. Hace falta más legislación porque si no, hacemos unas normativas tan farragosas que al final resulta difícil moverse. Los programas de las distintas especialidades están claros, también que un residente no debe firmar altas en el primer año y eso hay que exigirlo,como que la gente que hace una guardia debe librarla y eso hay que cumplirlo. Y luego hay unos programas que obligan a que los tutores se encarguen de supervisar la progresión de los residentes, otra cosa es que en los distintos hospitales y en los distintos servicios eso no se lleve a la práctica.
Sixto Genzor Ríos, MIR de quinto del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza. Al empezar la residencia todos tenemos nuestro programa de la especialidad, sabemos qué podemos y qué no podemos hacer solo. Pero la realidad cuando empiezas es que, sobre todo, a nivel de planta y en Cirugía, que es mi especialidad, tienes que hacer las gestiones diarias, dar altas, dar la cara, muchas veces te encuentras solo en situaciones que no deberías y sin supervisión en muchas de ellas. Además, aunque está claro que el R1 no debe dar altas solo, es verdad que la realidad hace que se encuentre solo ante situaciones en las que se ve obligado a dar el alta porque no hay otra persona que lo haga.
¿Cómo se evalúa el trabajo de un residente?
Sixto: Al final de cada rotación el jefe de la Unidad emite una nota un poquito subjetiva en la que evalúa tus conocimientos teóricos y prácticos. Y así en todas las rotaciones que se hace durante el año. Al final, hay una reunión entre el jefe de servicio, los tutores y el jefe de estudios que son los que te ponen la nota del año de residencia. Un poco subjetivo todo, la verdad.
Desde la gerencia ¿cómo se controla esa evaluación a los residentes?
Álvaro: Los gerentes y los directivos no participamos directamente en la evaluación, hay comisiones que se dedican a esto. Es verdad que muchas veces tenemos que resolver algunos problemas que se plantean entre los tutores y los residentes, entre los jefes de servicio, y tenemos que actuar en la parte laboral de lo que hacen los residentes, no en el plano docente. Ahí el que tiene la última palabra es el jefe de estudios y la comisión de evaluación, que son los que deciden si un residente pasa o no pasa, nosotros lo que hacemos es ver si han surgido problemas importantes en la relación entre unos y otros. Ese es nuestro papel fundamental.
Isabel: Después de cada rotación es un papel que evalúan los distintos tutores y los distintos jefes de Unidad. Luego va entregado al jefe de Servicio y de ahí al jefe de la docencia del hospital. Yo creo que, sobre todo, es un sistema subjetivo y es un sistema que evalúa más el día a día. Cada adjunto es el que supervisa y, en teoría, todos los problemas que hay se lo tiene que comunicar al tutor correspondiente. Es laxo porque es prácticamente anecdótico que algún residente no supere la residencia. El sistema de evaluación depende mucho del Servicio, es todo muy variable pero yo diría que subjetivo y continuado.
Ángela Hernández, presidenta del sector de Atención Hospitalaria de Amyts, alerta de la diferencia entre ser residente en Atención Primaria y serlo en Atención Hospitalaria
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Ángela: Resulta curioso porque estamos en el año 2018 y uno esperaría que este tipo de cosas fueran mucho más sencillas, que estuvieran informatizadas. Existen programas de evaluación de residentes , por ejemplo, en Cirugía General. Había uno puesto en marcha en el Parc Tauli, en Cataluña, que era muy interesante y se intentó hacer extensivo, pero creo que ha habido algún problema para implementarlo. El principal problema de la evaluación por rotaciones es que se pierde completamente la objetividad que debería reinar en estas evaluaciones y no hablamos solo de la evaluación al residente, es que el residente también evalúa el servicio en el que se está formando y a mí eso me parece fundamental, es decir, el feedback que se debe producir sobre cuál es la calidad de la unidad docente.
Se apuntaba el tema de la subjetividad del sistema. ¿Dónde está ese límite entre la formación y adquirir experiencia?
Ángela: Es un límite que está muy complicado porque cuando hablamos con el anterior director general de Ordenación de Recursos Humanos del Ministerio, Carlos Jesús Moreno, él es un defensor a ultranza de la legalidad vigente.
Yo no hablaba antes de crear más legislación, al revés, creo que hay demasiada. Lo que sugería era modificarla y adaptarla a la realidad porque, insisto, creo que es peor que un R1 esté dando un alta, que esté firmanda por un R mayor, o que se estén prestando claves de R mayores o de adjuntos para que las firme el R1. Estoy hablando de cosas que suceden día a día en muchos hospitales, no son anécdotas, eso es muchísimo peor que el tener una legislación a la que poderte agarrar bien. En este sentido, el límite entre la formación y la experiencia está en la propia capacidad del MIR, yo he sido MIR y creo que hay que saber que no es un especialista todavía, que tampoco es un estudiante y que en ese tránsito tiene que ir adquiriendo las responsabilidades de una forma progresiva y que durante todo el tiempo, como nos dice un abogado con el que nos hemos informado de este tema, tiene derecho de duda y tutela formativa, es decir, no debe quedarse con una duda.
Álvaro: Yo
creo que estamos de acuerdo. A veces, cuando hablamos esto, da la sensación de que el residente sea una persona incapaz de tomar una decisión y decir "esto no se hace así". Yo creo que en estos momentos hay herramientas para decir 'este servicio no cumple' y como no lo hace, que se desacredite y ya está. Lo que pasa es que los residentes, como cualquier persona...
Ángela: Tienen miedo.
Álvaro: Ya lo sé. Otra cosa es que tú pienses que te puede perjudicar en tu vida, pero no vamos a ser siempre ratoncitos asustados. Llega un momento que ya somos adultos. En mi hospital hubo una denuncia de unos residentes que motivó dos cosas: una, una inspección de un Servicio, y otra, una investigación por la inspección de trabajo. Si el Servicio eso no lo entiende, ahí es donde a lo mejor nosotros sí que tenemos un papel, es decir, ¡pero tú eres tonto! ¿Tú eres tonto? A esto le estoy hablando del jefe de Servicio. Yo no digo que aún no haya emperadores en los servicios, que los hay, pero cada vez menos. Yo estoy en un hospital universitario en la facultad de Medicina donde hay catedráticos de Cardiología, de Endocrino, y ya no son aquellos señores feudales que hacían y deshacían. ¿Cómo la gente R1 sigue firmando altas? ¡Cómo! Pero si es que la ley dice que no lo haga. Esto que has dicho tú de las tarjetas es un delito.
Ángela: ¡Completamente!
Álvaro: Pero si es un delito. Pero por qué cometes un delito.
Ángela: Es un doble delito, el del que lo presta y el que lo utiliza.
Álvaro: "Es que me lo han dicho. O sea, te dicen que atraques a un señor ¿y tú lo atracas? Pues es un delito.
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Los invitados debatieron sobre las responsabilidades de más que asumen los médicos residentes, como firmar altas sin ninguna supervisión
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Tenemos a dos residentes que nos pueden dar su punto de vista.
Isabel: Yo creo que la legislación es clara, la práctica no. Yo en ningún momento, por lo menos en mi Servicio, me he sentido intimidada o he sentido que me iban a despreciar por comentarle a mi tutora aspectos que he visto y que no me gustan o considero que no deben de ser así. Pero sí es cierto que ves que la tónica general es esa. Yo, de guardias siendo R1 sí he firmado alta sola, no en el día a día, que sí estás bastante supervisado, pero la noche es otra cosa. Creo que es un sistema que se fundamenta mucho en el residente mayor, que es el que supervisa. No creo que se tenga que caer en el paternalismo de que el residente no puede tomar ninguna decisión, porque es un recién llegado y no sabe nada. El residente es un médico y bueno, puede ser más novato o menos, pero yo creo que sí que debe ser progresivo y poco a poco se tiene que fomentar al residente a que tome decisiones, sin caer en la temeridad o en el sobresfuerzo del residente mayor, que se acaba convirtiendo un poco en el responsable del R1 al que lleva pegado. Si hay cualquier problema, no digo tanto a nivel legal, sino a nivel de la urgencia, el responsable va a ser el residente mayor. Eso no es justo ni para el R1 ni para el residente mayor.
Sixto: Lo ideal sería que viniera primero la formación y luego la experiencia, pero la realidad no es esa, la realidad es que asumes la carga asistencial y que, como en la mayoría de hospitales tenemos la suerte de tener una carga asistencial elevada, pues acabas formándote. ¿Y quién es el que te tutoriza? pues tu residente mayor, es al final el que asume ese papel formativo.
Estamos comentando esas competencias que no tendría que asumir un MIR y lo hace día a día. Uno de los mayores problemas que se plantea es el tema de tutelar o no a los MIR. Lo apuntaba antes Álvaro pero, a la hora de tomar esas decisiones ¿siempre se tiene esa tutela?
Álvaro: Probablemente no es el sistema ideal, pero el sistema MIR español es muy bueno. Podría ser mejor, con lo que tenemos, sin una mayor inversión. La tutela por R mayores a mí no me parece mala, pero no debe ser exclusiva, para eso están los tutores que son los que deben asumir la responsabilidad en todas las decisiones conflictivas. Yo creo que el residente no puede tener una duda no resuelta, acaba repercutiendo en la calidad de la asistencia y desde ese lado nos interesa a los gerentes. Lo que ocurre, es que las plantillas en los hospitales después de la crisis ha menguado de forma considerable y se ha multiplicado la necesidad de profesionales, en este caso de médicos, que resuelvan, y lo hacen los adjuntos y los residentes. Es inaceptable para mí que los adjuntos eludan su responsabilidad o busquen la comodidad con los residentes, esto no tiene justificación. Yo quiero transmitir el mensaje de que resignarse no es la actitud. Hay que reivindicar que se cumplan los programas formativos y si al final el servicio, como me pasó a mí, necesita un recurso más, ponlo y yo podré tutorizar a los residentes entre las ocho y las tres.
Ángela: A mí me gustaría dejar clarísimo que esto no es una guerra entre MIR y adjuntos, estamos todos en el mismo barco, tenemos un Sistema Nacional de Salud que efectivamente es buenísimo y esperemos poderlo seguir manteniendo; un sistema de formación MIR que ojalá no lo estropeemos. Lo que sí que tengo la impresión un poco es que hay una diferencia muy clara entre lo que es ser residente en Atención Primaria y lo que es ser residente en hospital. Porque en AP los tutores tienen que pasar por una acreditación y además son unipersonales, con un residente durante toda su estancia. En hospitalaria, en los servicios hay nombrados uno o dos tutores y esas dos personas llevan varios residentes y de varios años, con lo cual, no se establece esa relación de mentorización, a mi juicio, muy necesaria. No solo de mentorización, sino también de ocuparse de que al residente no le estén sucediendo cosas, como no hacer el descanso obligatorio después de 24 hora.
La presión asistencial sanitaria ha crecido de tal manera en Urgencias que ni los adjuntos ni los residentes suelen tener tiempo para nada más que no sea descargar la urgencia y esto no puede ser. Tenemos testimonios de adjuntos que no tienen tiempo para enseñarle un electrocardiograma a un residente porque tienen que descargar la urgencia. Y esto es lo que no puede ser. El residente nunca puede convertirse en mano de obra barata para suplir plantillas insuficientes.
Isabel Fernández Gracia, MIR de tercero del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, advierte que no siempre se cumple la legislación
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Sixto e Isabel ¿habéis echado en falta esa implicación por parte del adjunto?
Isabel: Yo veo que hay dos perfiles de adjuntos. El que no se implica porque no quiere o no le interesa la docencia; y el adjunto que no se implica porque no puede. En general docencia es buena, en las guardias hay sobrecarga, claramente, y esa sobrecarga a nosotros nos influye. A mí no me importa tener más carga de trabajo si eso supone que me voy a formar mejor, pero a veces no supone solo eso sino que además es un sacar trabajo de encima y sobrevivir como buenamente se puede, y yo creo que eso puede pasar puntualmente pero no de forma rutinaria como sucede.
Sixto: Yo nunca he tenido problemas de implicación por parte de los adjuntos. Es verdad que el residente es el que asume la llamada, la valoración del paciente, y luego ya es su decisión qué hacer con ese paciente. Yo también defiendo que conforme avanzas de año de residencia debes asumir mayor responsabilidad puesto que tú también al terminar la residencia vas a ser tú el que lo asuma. En el momento que tengas la mínima duda con ese paciente, yo siempre que he llamado a algún adjunto por tonta que me haya parecido la duda, nunca he tenido problema y siempre se me ha atendido y se me ha ayudado.
Hace unas semanas salió una sentencia en la que se condenaba a un MIR, ¿creéis que hay pocos casos como este para la realidad de los hospitales?
Ángela: Es inherente a la práctica médica el tener una demanda por mala praxis tanto si ha sido real como si no lo ha sido y ha habido un hecho que el paciente percibe como tributario de tener que ir a juicio. Es una situación muy desagradable. Lo que sucede con esta situación en concreto es que es un R1, lo que veníamos avisando desde hace un tiempo. Hay una disparidad entre la legalidad vigente y la realidad, lo que se echa de menos en esta sentencia es más gente en esa mala praxis: ¿quién ha hecho mala praxis, la residente al que se le escapó un caso médico o la adjunta que no supervisó a esa residente? ¿Eso sucedió solo con esa paciente o esa residente había visto 40 pacientes a lo largo de ese día y de las 40 no fue supervisada en ningún momento? A mí me faltan datos, creo que está pendiente de recurso, crea una inseguridad jurídica por la que estamos hoy aquí, hay que hablar de ello, se acabó el dejar las cosas dentro del hospital y dentro de los servicios.
Isabel : Yo creo que esta R1 en concreto es la que 'ha pagado un poco el pato' porque puede pasarle a cualquiera y de la manera que está estructurado, como hablamos. Depende del sitio, pero en general puede pasar. Yo creo que no sería tan infrecuente y no habría tan pocas posibilidades de que pasase.
Álvaro: La gente tiene que ser conocedora de que en nuestra actividad profesional la responsabilidad civil generalmente la asume la institución, se le condena, se le pone una multa y la paga, pero la responsabilidad penal es individual. En ese sentido, la ley dice que no debes firmar un alta, que tú no tienes que tomar la decisión, entonces te paras y el paciente se quedará en puertas el rato que haga falta. ¿Se va a montar un grandísimo lío? ¡Perfecto! Pero lo va a pasar ahora mucho peor la residente que si en ese momento hubiera dicho "ya está bien, esto no lo voy a hacer." Espero que esto, aparte de que se resuelva lo mejor posible para la persona, también tenga consecuencias en el servicio. Yo vivo más tranquilo cuando se cumple la ley que cuando no se cumple, aunque luego me genere problemas porque no hay recursos suficientes. Desde el lado de los gerentes yo creo que debería haber más preocupación porque se cumpliera la normativa, porque si no probablemente el hospital va a tener conflictos.
Sixto Genzor Ríos analiza la "realidad" de la residencia, más allá de los preceptos teóricos que recibe el MIR ante de empezarla.
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Sixto: Yo no he hecho guardias de Urgencias y la verdad es que mis compañeros las perciben con un poco de ansiedad. En una guardia mala pueden llegar a ver a casi 200 pacientes, pues es el caldo de cultivo perfecto para que ocurran este tipo de situaciones. Es cierto que mecanismos tendríamos para poder quejarnos de la situación e intentar revertir todas esas situaciones, pero la realidad es la que es y en la urgencia, el residente es un peón más para sacar el trabajo adelante y estos errores pueden ocurrir.
Estamos hablando de lo que hacen de más los residentes, ¿queda tiempo que dedicarle a otras cosas como la investigación, que es uno de los pilares básicos de hacer la residencia?
Isabel: Creo que la investigación es importante y a todos nos interesa, me imagino que en Atención Primaria sí, desde luego en las especialidades sí porque luego de cara a currículum, de cara a poder acceder a becas pues obviamente a todos nos beneficia, pero no es lo prioritario. Yo pienso que a partir del tercer año de residencia la investigación es importante y depende mucho de la carga asistencial , pero la investigación tampoco es uno de los pilares básicos durante la residencia.
Ángela: Tengo una visión un poquito pesimista, pero creo que cuando empezamos a aprender a hacerla es en nuestro tiempo libre. Durante el periodo en el que estás en el hospital no te da tiempo a hacerla, o te da tiempo a hacerla de una forma absolutamente marginal. Te vas acostumbrando a hacerlo fuera de tu horario laboral, parece que ya está institucionalizado que es que tienes que hacer entre cinco y diez horas de formación semanales fuera de tu tiempo de trabajo. Nos está comiendo la asistencia. Existía en el Ministerio un prorrateo del tiempo que se debería de dedicar a la asistencia y del tiempo que se debería dedicar a otras cosas que no sé dónde está ni por qué no se ha desarrollado, aunque intuyo por qué no se ha desarrollado, que hablaba de que un adjunto debería tener entre uno 80% dedicado a la asistencia y un 20% a docencia, investigación y formación. Esto no se cumple, pero en el caso del MIR es aún más sangrante porque es un contrato laboral especial, nadie niega que es un contrato laboral y que tienen que trabajar y sacar una parte de asistencia, pero es un contrato de formación especializada, es decir, si no encuentran el tiempo ahí ¡cuándo lo van a encontrar!
Álvaro: Yo creo que la investigación es un aspecto importante en general para todo el sistema sanitario público. Me da la impresión de que mucho de lo que pueda hacer un residente está en función de lo que haga su servicio, si su servicio es un servicio investigador pues es más fácil que él pueda hacerlo. Estoy de acuerdo con lo que ha dicho Ángela, que se hace todo fuera de nuestros turnos, pero es que nosotros nos estamos moviendo, la Sanidad española es una sanidad que funciona porque los profesionales son muy vocacionales y eso es conocido por todo el mundo. Hay un 30 por ciento de plus que hace la gente porque quiere, porque le interesa. En mi hospital, con mucha actividad docente y con mucha actividad investigadora, yo creo que los residentes que quieren y están dispuestos a ese plus, podrá acabar la residencia o bien con una tesis prácticamente a punto de leer o una tesis encauzada y con líneas de investigación; y con acceso a becas una vez finaliza la residencia pero, evidentemente, fuera de su jornada habitual de trabajo, y eso es una sobrecarga importante.
¿Cómo se podría hacer más eficiente esa estancia del MIR en el hospital o en el centro de salud?
Sixto: Es difícil dedicarte a la investigación, depende exclusivamente de lo que tú estés dispuesto a dejar de lado, ya sea tu vida personal, el deporte, lo que sea. Yo sí que voy a acabar la residencia y presentaré la tesis de aquí a unos meses; y ha sido a costa de sacrificar el tiempo libre. ¿Por qué? porque si ya de por sí cinco años se me hacen cortos en cuanto a formación quirúrgica, pues tampoco me parece razonable quitarle tiempo de formación o quitar tiempo de quirófano para dedicarme a la investigación. El día de mañana cuando me vea solo ante una urgencia quirúrgica lo que me va a sacar del paso va a ser mis horas de quirófano, mis horas de asistencia y posiblemente el estudio o la investigación me ayude poco en ese sentido. Así que, exclusivamente depende de tu tiempo personal.
Durante sus intervenciones, los invitados defendieron el sistema sanitario español, no creyendo necesaria la creación de una figura que medie entre residentes y tutores
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Hemos hablado de las distintas legislaciones que hay, ¿creéis que sería conveniente crear un organismo que mediara entre los residentes y el tutor o el adjunto?
Sixto: En mi caso, tenemos tres tutores y somos 10 residentes. Son muy paternalistas, mi tutor es como mi madre hospitalaria que nos lleva de la mano en todo, nos aconseja y tenemos una relación muy fluida, hacemos las entrevistas como hay que hacerlas y la verdad es que, si alguna vez hemos tenido algún problema, siempre hemos tenido a los tutores o al jefe de servicio y, en última instancia, al jefe de estudios. Hay mecanismos suficientes para solucionar cualquier problema.
Álvaro: Yo creo que hay que reproducir el modelo de tutorización de Atención Primaria. Los residentes de familia tienen un tutor con el que tienen una relación muy estrecha, cada uno en función de su capacidad, de sus intereses. Como mínimo debiera haber un tutor por año de residencia, lo ideal sería que hubiera un tutor por cada residente y eso haría el seguimiento. Yo no crearía organismos ni estructuras intermedias, simplemente desarrollaría más la tutorización, no sé si hace falta uno para todos, depende del número de residentes, pero desde luego mayor número de tutores a mí me parecen imprescindibles.
Ángela: Yo ese organismo no lo veo claro tampoco. Entre residentes y tutores creo que no tiene por qué haber problemas salvo problemas puntuales. Un problema que nos encontramos en los hospitales es que cuando un residente plantea un problema, a veces Dirección o Gerencia dicen que "es un tema docente" y, a veces, Docencia dice "es un tema de Dirección". Creo que sería bueno que los responsables docentes y los directores gerentes tuvieran una mayor interrelación con respecto al residente, sobre todo para dar una respuesta única, ahí sí que echo de menos una respuesta única porque si no el riesgo de "el problema es del Estado, el problema es de la comunidad", se reproduce a nivel de los hospitales. Los residentes tienen derecho a recibir asistencia y protección de la entidad docente o de los servicios de salud, es lo que pone en el Real Decreto, yo esa "o" la cambiaba por una "y", es decir, yo creo que tiene derecho a recibirlo de las dos y que estén actuando de una forma, de una manera conjunta. Se enriquecería mucho la residencia y se podría favorecer esa figura de tutores ampliando su paso por áreas o direcciones asistenciales, en las que un residente pasase por un hospital de nivel tres pero también por una comarcal y también por uno más pequeño monográfico.
Isabel: Yo tampoco creo que sea necesario un intermediario entre el MIR y el tutor. En mi caso me consta que hay tutores simbólicos, no en mi Servicio. Nosotros somos cuatro residentes por año y hay un tutor por cada año y la verdad es que se implican muchísimo, siempre que hemos necesitado su opinión te asesoran, están ahí para orientarte, y no puedo decir nada malo. Pero yo creo que la solución es un poco incentivar también al tutor y hacer que cumpla una serie de requisitos porque lo que no puede ser es que haya gente que se apunte a ser tutor porque me da puntos o porque está más reconocido.
Ángela: Hay que darle una vuelta a la figura del tutor. No puede ser simplemente vocacional porque entonces dependerá ante a quien le toque, de si es por su currículo, entonces eso es peligroso. Creo que hay que dar un tiempo para la tutorización de los residentes y que hay que remunerarlo, que es lo que le pone siempre los pelos como escarpias a los que dirigen los sistemas sanitarios, hay que reconocer esa figura.
La última pregunta que os quería plantear es si tomaríais como ejemplo algunos sistemas implantados en otros países de la Unión Europea para mejorar el sistema MIR aquí en España.
Álvaro: Yo incorporaría algunas medidas que tienen los sistemas sanitarios de otros países, no de formación de residentes solamente. Estamos en un momento clave para la sanidad española, los ciudadanos tienen que saber que esto no es como se lo cuentan, que esto cuesta mucho dinero, que aquí hay una serie de cosas que están sostenidas con alfileres. Para participar en la Sanidad de los países más avanzados tenemos que incrementar la profesionalización, la retribución, la evaluación y tenemos que cambiar cosas que en estos momentos no hacemos. La parte de los residentes, como profesionales, se puede evaluar perfectamente su rendimiento, hay sistemas para ver qué hacen. Tenemos que pasar de esta subjetividad a la hora de enjuiciar servicios a criterios objetivos, pero el dinero tiene que ir detrás, Necesitamos más tutores, más dinero, que los tutores dediquen más tiempo, necesitamos pagarles mejor. No es lo único pero si no va acompañado de recursos pues seguiremos más o menos como estamos, que no estamos mal.
Sixto: Quizás la evaluación objetiva es una cosa que sí que sería necesaria en nuestro sistema pero como ha dicho Álvaro al principio, tenemos que también saber ensalzarlo nuestro. La verdad es que salimos muy bien formados en general, los médicos españoles están bien cotizados en el mercado laboral mundial y un residente hoy en día en este país se forma muy bien . Hay que importar pocas cosas, lo tenemos bastante bien afinado.
Ángeles: Tenemos un sistema MIR magnífico en el que se miran en otros países. Insisto en lo de no estropearlo, espero que no lleguemos a hacerlo.
Isabel: Es un sistema que le lleva la delantera a los otros sistemas europeos. Es justo aunque sí que es verdad que es muy subjetivo en muchas cosas, que eso se podría mejorar. También en no tener que estar solo en un centro, creo que sería un camino hacia la objetividad, que no hubiese tanta disparidad en formarte en un sitio y formarte en otro. Pero salvando esas distancias, es un sistema que funciona más o menos bien, ¿que necesita quizás más soporte? ¡sí! pero funciona bien, va en el buen camino.
Los participantes reflexionan sobre la importancia de “profesionalizar” la tutorización de los residentes
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Para cerrar este debate os voy a pedir una conclusión de todo lo que hemos ido hablando y qué se quedaría pendiente para mejorar el sistema MIR.
Sixto: Es un sistema de formación bueno, tiene sus fallos, quizás que el residente hoy en día,sobre todo en la Urgencia, es una pieza clave para sacar la tarea asistencial y la formación a veces pierde un poco.
Álvaro: Yo soy claramente optimista con el sistema de formación y con las posibilidades que tienen hoy los médicos residentes de finalizar un periodo formativo con muy buen nivel. Creo que en el debate ha quedado claro que uno de los elementos más conflictivos es el modelo de guardias , que hay que cambiarlo. La guardia no puede ser el complemento salarial de los profesionales. Los cambios que hay que hacer para afinar el sistema MIR van ligados a los cambios que hay que hacer en todo el sistema sanitario, que se cumpla la legislación. Se debería exigir que se incremente el número de tutores para poder dar una formación.
Que el sistema sea subjetivo a mí no me parece que sea una cosa mal. Está bien que se dé una valoración de cómo es el residente porque todo no se puede traducir en números, aunque debería ir acompañado de una actividad recogida, objetiva, en tablas o datos, que también se debiera hacer a todo el personal.
Ángela: Yo creo que queda mucho por andar, y voy a recalcar la disparidad entre la legalidad y la realidad. Hay derechos que hay que hacer cumplir y los residentes tienen que hacerse valer ellos mismos, eso es muy importante. Reivindicar la figura del tutor, tanto en tiempo para poder realizar sus funciones como en remuneración, y también el papel de todos estos adjuntos de Urgencias que a pesar de tener una carga asistencial como la que tienen, encuentran algún hueco para poder dar docencia en las mejores condiciones posibles.
Isabel: Para concluir quiero decir algunos datos que he estado revisando sobre una encuesta de la Organización Médica Colegial de este mismo año. Por ejemplo, casi el 67% de los residentes afirmaban no estar supervisados en su primer año durante las guardias, el 86% afirmaba no estarlo de manera constante, y el 35% de los encuestados decían que no libraban las guardias de manera rutinaria. Digo esto porque creo que falta mucho por recorrer y falta mucha supervisión, tanto a nivel de los residentes como de los tutores. El que sea tutor tiene que serlo porque quiera y porque cumple una serie de requisitos. El residente, por su parte, está para trabajar, por supuesto, y nadie lo duda, pero también está ahí para aprender y la asistencia no debe quitar tiempo para la docencia y mucho menos consentir que un adjunto que esté en un hospital donde tiene residentes no le dedique tiempo a esa docencia.
¿Qué hace el MIR y no debería hacer (y viceversa) durante la residencia?' (Parte 1)
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'¿Qué hace el MIR y no debería hacer (y viceversa) durante la residencia?' (Parte 2)
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