La Comisión Europa ha mantenido este martes “un primer intercambio” de opiniones sobre el incumplimiento del objetivo de déficit de España pero no ha tomado ninguna decisión formal al respecto según ha anunciado, Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, que ha asegurado que el Ejecutivo comunitario adoptará su postura “muy pronto” y que lo hará “un modo inteligente”.
“Adoptaremos las decisiones necesarias muy pronto, y comunicaremos y explicaremos todos los detalles de las decisiones en ese momento, cuando se tomen, no antes, y no es hoy (por el martes)”, ha señalado Moscovici en una comparecencia de prensa posterior al Colegio de Comisarios en la que no ha aceptado preguntas.
Así, fuentes comunitarias han reiterado que “lo más probable” es que Bruselas adopte su decisión este jueves, y que en ella certifique la falta de medidas efectivas tanto de España como de Portugal, para cumplir con sus objetivos presupuestarios, lo que iniciaría el proceso para imponer una multa a ambos países.
Impacto en sanidad
En mayo la Comisión Europea avanzó que multaría a España por no cumplir el déficit con una multa que podría llegar al 0,2% del PIB, unos 2.000 millones de euros. En una recomendación realizada entonces sobre el programa de reformas de España de 2016, señalaba que “el gasto en productos farmacéuticos, especialmente en hospitales, se ha reforzado” y puntualizaba que el incremento se ha producido “incluso si se excluye el impacto de los nuevos tratamientos contra la hepatitis C”.
Además, la Comisión Europea señaló en ese momento que eran “necesarias más medidas para asegurar el cumplimiento” y reclamaba un esfuerzo estructural del 0,75 por ciento, es decir: un recorte de unos 8.000 millones en dos años.
Tanto la multa como el recorte de 8.000 millones tendrán sin duda efecto en la sanidad. El más evidente es el del gasto farmacéutico, donde la Comisión Europea ya ha puesto el foco. Uno de sus efectos es el desarrollo de la herramienta de sostenibilidad del gasto farmacéutico para que sea adoptado por las CCAA.
Habrá que esperar todavía unas semanas para conocer exactamente cuál será la sanción y las exigencias de Bruselas y cómo se traduce esto en sanidad, especialmente en un momento en el que España todavía sigue sin Gobierno y en plenas negociaciones para formar ejecutivo. La presión de los partidos sobre las partidas que deben racionalizarse también puede jugar un papel importante para que la sanidad española no se vea más dañada de lo que ya está.
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