Las intolerancias alimenticias son un conjunto de patologías que en los últimos años más se están poniendo en boga entre pacientes y sanitarios. Una de las más desconocidas es la Histaminosis, “un síndrome bastante nuevo para la medicina que consiste en un mal metabolismo de la enzima de la histamina que tomamos de forma exógena con la dieta, con los alimentos, y eso produce una serie de complicaciones”.
Así lo explica Ismael San Mauro, experto en Nutrición Humana y Dietética especializado en nutrición personalizada, y ponente de la sesión informativa “Histaminosis y déficit de DAO como nueva estrategia en el manejo de la fibromialgia y salud digestiva”, organizado por Inidress, en colaboración con la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten de la Comunidad de Madrid.
Durante la ponencia estuvieron presentes el director general de la Asociación de Celiacos y Sensibles al Gluten de Madrid, Roberto Espina, así como el responsable de Investigación y Formación de esta misma agrupación, José Ignacio Serrano; también la presidenta de la Asociación de Fibromialgia de la Comunidad de Madrid (Afibrom), Luisa Panadero; y el director ejecutivo de Inidress, Ismael Sánchez.
El objetivo de la charla era aclarar términos acerca de la Histaminosis, una patología de la que ya se hablaba en los años 60 pero de la que su primer estudio completo surgió en 2004. “Es la gran desconocida para los médicos, y es comprensible, dado los pocos estudios que se han llevado a cabo”, ha afirmado San Mauro durante su ponencia a medio centenar de pacientes. La fibromialgia es una de las consecuencias del déficit de DAO, y, de hecho, está reconocida por la organización internacional de pacientes que sufren esta enfermedad.
Esta patología, que produce síntomas como molestias digestivas, migrañas, fatiga crónica o alteraciones en el sueño, está muy relacionada con la celiaquía. “Estos enfermos tienen una mayor prevalencia de déficit de DAO, posiblemente porque ya contamos con una alteración de la microbiota”, apunta el experto en Nutrición.
San Mauro afirma que, aunque es una enfermedad complicada, con un diagnóstico preciso, así como con una dieta adecuada (aunque prolongada en el tiempo), es posible controlar los síntomas, que muchas veces se pueden confundir con otras patologías más frecuentes y menos graves.
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