El
Hospital La Fe de Valencia coordina el
proyecto europeo 'Chaimeleon', un trabajo que reúne a un consorcio de 18 socios entre hospitales, universidades y
centros de I+D para la realización de un repositorio centralizado de datos e imágenes médicas con el objetivo de saber cuál es la velocidad de crecimiento y de
extensión de un tumor a través de la imagen con
inteligencia artificial (
IA). Este almacén de datos estará disponible en la nube y se dispondrá de una sola copia en la Universidad Politécnica de Valencia. Los
países que participan son España, Alemania, Francia, Austria, Reino Unido, Israel, Italia, Países Bajos y Portugal.
Según explica a
Redacción Médica Luís Martí-Bonmatí, director del Área Clínica de Imagen y del Grupo de Investigacion de Imagen Biomédica del Hospital La Fe de Valencia, "el proyecto pretende analizar el comportamiento de los
cuatro cánceres más prevalentes del mundo:
pulmón,
mama,
colorrectal y
próstata y, para ello, se cuenta con la participación de los Servicios de Oncología, Radiología y, por supuesto, con expertos en tecnología computacional".
En cuanto a los primeros resultados, Martí-Bonmatí asegura que en La Fe "ya se han llevado a cabo los
cuatro primeros pasos: establecer la estructura para la
extracción de los datos relevantes de los hospitales, crear un
lenguaje común para que los datos se extraigan de una forma coherente y completa,
desarrollar las herramientas para que dichos datos estén normalizados y armonizados y, por último, establecer un
soporte de seguridad muy alto". Además, el experto añade que La Fe "comenzará en los próximos seis meses a explorar modelos de predicción utilizando
inteligencia artificial".
Martí-Bonmatí señala que "los
Servicios de Radiología junto a los de
Oncología son capaces de desarrollar
predicciones tumorales y este proyecto es una forma de estratificar las lesiones del
tumor en base a su apariencia y, con ayuda de la
inteligencia artificial, se puede
predecir la evolución de dichas lesiones". A este respecto, añade que, con todo ello, "se puede ajustar mejor los tratamientos a los pacientes, evitando toxicidades por tratamientos no eficaces".
"Se realizará un plan de sostenibilidad para que otros investigadores puedan acceder a todos estos datos y utilizarlos"
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Los primeros resultados del proyecto 'Chaimeleon' verán la luz en agosto de 2024 y, según Martí-Bonmatí, "a este
repositorio digital podrán acceder, al inicio, solo los socios participantes, pero una vez finalizado se realizará un plan de sostenibilidad para que
otros investigadores puedan acceder a todos estos datos y utilizarlos".
Platataforma de almacenamiento y procesamiento de datos
La plataforma de almacenamiento y procesamiento (repositorio central) utiliza un
conjunto de tecnologías horizontales que permiten el almacenamiento distribuido de
imágenes médicas y datos clínicos asociados, junto con un entorno de procesamiento donde se pueden ejecutar diferentes aplicaciones.
Los datos clínicos se almacenan en una base de datos a través de formularios electrónicos estandarizados. Además, se ha desarrollado un conjunto de servicios para mapear permisos de acceso, montar datos seleccionados en consolas de estaciones de trabajo virtuales y persistir acciones de acceso y procesamiento de datos. Algunas
aplicaciones de procesamiento de datos, incluida una para la
armonización de imágenes, están siendo desarrolladas actualmente por los socios del proyecto como uno de los
principales desafíos de este proyecto.
Para que los datos del repositorio sean
localizables, accesibles, interoperables y reutilizables, los procesos de ingesta de datos aseguran la incorporación de información relevante y aseguran que los conjuntos de datos se puedan buscar según diferentes criterios, como el tipo de enfermedad, la modalidad de imágenes o el sexo y la edad del paciente.
"La firma digital que identifica a cada imagen médica hace imposible que las ataquen e introduzcan o eliminen lesiones"
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Otra de las cuestiones en la que los participantes están poniendo más énfasis es la
seguridad de los datos. Esta seguridad, según Martí-Bonmatí, pretende que "las imágenes no puedan alterarse, y gracias a una firma digital que identifica a cada imagen médica hace imposible que las ataquen e introduzcan o eliminen lesiones".
Por todo ello, la
accesibilidad a los datos seudonimizados se limitará a los administradores de repositorio autorizados a nivel local para permitir la vinculación con otros biobancos relacionados y el uso de estándares para el intercambio y la anotación de metadatos.
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