"Menores complicaciones, recuperaciones más rápidas y una disminución de la estancia hospitalaria son algunas de las ventajas que ofrecen las
nuevas técnicas radiológicas mínimamente invasivas, que suponen una alternativa a intervenciones quirúrgicas y ofrecen una oportunidad de tratamiento a pacientes que no resultan candidatos a procedimientos invasivos", según
Laura Domínguez, especialista de Radiología vascular e intervencionista que estará participando en el
36º Congreso de la Sociedad Española de Radiología Médica (
SERAM) y XXXI CIR.
Se realizan
técnicas diagnósticas, tales como
biopsias guiadas por Rayos X,
ecografía,
tomografía computarizada (TC) y
resonancia magnética (RM), que permiten un mejor estudio de estas entidades. Además, los procedimientos mínimamente invasivos de
Rradiología vascular permiten tratar patología benigna sintomática, oncológica, infecciosa y crónica.
Por la expansión de la subespecialidad, esta es un pilar fundamental en el algoritmo diagnóstico y terapéutico de pacientes.
Las
técnicas de Radiología vascular e intervencionista suponen, debido a su alto porcentaje de éxito y escasas complicaciones, el tratamiento de elección en muchas patologías, a la vez que permiten ofrecer una opción a aquellos pacientes que por su edad o sus comorbilidades no son candidatos a procedimientos invasivos. Además, gracias a que son técnicas que en su mayoría no suelen requerir anestesia general, gran parte de los pacientes se benefician de un
tratamiento ambulatorio, que les permite ingresar el mismo día en el hospital, volviendo a su domicilio transcurridas unas horas, siempre que no existan complicaciones.
Según Dominguez,
ponente del 36 congreso de la SERAM: "Cada vez disponemos de
técnicas más novedosas y sofisticadas, todas ellas dirigidas al
tratamiento y mejora de la calidad de vida de los pacientes. En muchos casos, dando la oportunidad de tratamiento y ampliando opciones a pacientes y patologías que antes no tenían opción terapéutica, lo que es vital en una sociedad que cada vez es más longeva”.
Tipos de técnicas mínimamente invasivas disponibles
En general, las intervenciones se realiza con anestesia local y/o sedación, bien por parte del
radiólogo intervencionista o en colaboración con el equipo de anestesia. Se consigue tratar al paciente de forma eficaz con menor riesgo y complicaciones. “Por lo general realizamos
punciones con aguja fina de arterias o venas, que intercambiamos por guías y catéteres, navegando por la anatomía del paciente hasta llegar a las zonas que queremos tratar. Tras el tratamiento realizamos hemostasia de la zona de punción con dispositivos de cierre o compresión manual”, apunta Domínguez.
En cuanto a las técnicas terapéuticas, se realizan
drenajes de colecciones en pacientes con abscesos en diferentes localizaciones, colecistostomías, colocación de
drenajes de la vía biliar, nefrostomías, entre otros muchos. También, el radiólogo tiene un papel fundamental en la embolización de sangrados en pacientes politraumatizados, postquirúrgicos u oncológicos tanto a nivel pulmonar, hepático, esplénico, renal, gastrointestinal, vesical, prostático y uterino.
Otro tipo de técnicas son: la
colocación de TIPS (
shunt portosistémicos) en pacientes con hepatopatías crónicas con ascitis refractarias o con hemorragia digestiva secundaria a varices no controlables por endoscopia; y la recanalización vascular utilizando entre otras técnicas la trombectomía farmacomecánica, fibrinólisis, angioplastias o colocación de stent en pacientes con patologías muy diversas como el tromboembolismo pulmonar, isquemias mesentéricas, trombosis venosas agudas/crónicas, isquemias agudas/crónicas en extremidades. Sin olvidar el
tratamiento de aneurismas viscerales, así como de la aorta toracoabdominal.
A todas estas, desde la SERAM añaden otras clases de técnicas terapéuticas y son las siguientes:
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La colocación de vías venosas centrales para pacientes que requieren un tratamiento prolongado como por ejemplo pacientes que requieren hemodiálisis, pacientes oncológicos para tratamiento quimioterápicos, pacientes crónicos que requieren tratamiento intravenoso periódico o pacientes que precisan nutrición parenteral.
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Colocación de gastrostomías en pacientes con tumores ORL o esofágicos, así como en pacientes que lo requieran por su situación basal neurológica.
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Colocación de filtros de vena cava inferior en paciente con trombosis venosa de miembros inferiores que no puedan ser anticoagulados para evitar el riesgo de TEP.
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Tratamiento de lesiones neoplásicas hepáticas, con técnicas tales como la alcoholización, ablación (MW-RF), la quimio o radioembolización.
En cuanto al
tratamiento de patologías benignas es posible la embolización de miomas uterinos, hipertrofias prostáticas, capsulitis adhesivas del hombro doloroso, varicoceles, síndromes de congestión pélvica y ablación de osteomas osteoides, entre otras. En pacientes con bocio tiroideo con patología benigna y síntomas compresivos conseguimos reducir el volumen de los nódulos y controlar la sintomatología mediante la ablación percutánea de nódulos tiroideos de gran tamaño o enolización de quistes tiroideos.
El
radiólogo forma un papel fundamental en el diagnóstico y tratamiento de numerosas patologías. Trabaja en colaboración con otras especialidades en la toma de decisiones y manejo de estos pacientes, formando parte de comités multidisciplinares formados por múltiples especialistas, para así poder ofrecer a los pacientes la mejor opción terapéutica a nuestro alcance.
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