La
resonancia magnética (RM) permite una mejor detección y delimitación de las
lesiones del área de cabeza y cuello, además de una predicción de respuesta al tratamiento y el pronóstico, señalan desde las III Jornadas SERAM-ARRS en la mesa 'Tumores de cuello: ¿hasta dónde podemos llegar?', impartida por Laura Oleaga, miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (
SERAM) y jefa del Servicio de Radiología del Hospital Clínc de Barcelona. Y es que, tal y como recalca la propia sociedad médica, en España se detectan cada año
entre 12.000 y 14.000 nuevos casos de cáncer de cabeza y cuello.
El área de cabeza y cuello es una región anatómica compleja en la que se concentran una gran cantidad de estructuras anatómicas. La RM tiene la ventaja, frente a otras técnicas de imagen como la
Tomografía Computarizada, de tener una gran
resolución de contraste que permite una mejor detección y delimitación de las lesiones del área de cabeza y cuello, tal y como afirman desde la propia sociedad médica.
La
RM aporta datos sobre la extensión tumoral mediante la obtención de secuencias morfológicas, pero, además con las secuencias funcionales de difusión y perfusión actualmente se pueden obtener datos cuantitativos que pueden contribuir a la
caracterización de los tumores y aportan información sobre la predicción de respuesta al tratamiento y el pronóstico.
Oleaga comenta que “hay características específicas del comportamiento de los
cánceres de cabeza y cuello que son indicadores del pronóstico y van a condicionar el tratamiento, como la
diseminación perineural, la afectación de las estructuras óseas, la invasión intracraneal, la invasión de los cartílagos laríngeos o la presencia de adenopatías”.
Uso de la resonancia magnética sobre todo en tumor maligno
La mayor parte de las lesiones de cabeza y cuello que requieren un estudio de RM son
tumores malignos, en los cuales, la imagen es crucial para una correcta
planificación quirúrgica o de quimio/radioterapia. “Además de en procesos tumorales malignos, la RM también se utiliza para
valorar procesos infecciosos complejos de este área,
malformaciones vasculares o tumoraciones benignas para conseguir una adecuada planificación quirúrgica” indica Oleaga.
Los tumores malignos de cabeza y cuello están relacionados con dos factores de riesgo como son el
consumo de alcohol y el tabaco, especialmente en los que afectan a la
zona de la laringe y faringe. También, a lo largo de los últimos años, ha aumentado el número de casos relacionados con el
virus del papiloma humano, que es más frecuente en varones con una edad media entre 45-60 años.
El cáncer de cabeza y cuello ocupa el sexto lugar en incidencia en España, y supone alrededor de un
5 por ciento de los cánceres que se diagnostican. La
tasa de supervivencia relativa en pacientes con cáncer de cabeza y cuello es del 72 por ciento al año y del 42 por ciento a los 5 años en adultos.
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