La
tomografía computarizada (
TC) de
tórax ha tenido una gran relevancia con motivo de la
pandemia, sobre todo en las fases evolutivas de la
neumonía por covid, y son muchos los estudios que se han llevado a cabo para aclarar las ventajas de esta
técnica radiológica en el transcurso de la enfermedad. Uno de ellos ha sido el trabajo 'Hallazgos en la tomografía computarizada de tórax en las fases evolutivas de la infección por
SARS-CoV-2', liderado por el investigador
Ignacio Soriano Aguadero, R4 del Servicio de Radiología
de la Clínica Universidad de Navarra. El estudio se ha publicado en la revista '
Radiología' de la Sociedad Española de Radiología Médica (
SERAM).
Soriano Aguero asegura en declaraciones a
Redacción Médica que, "en el ambiente hospitalario, donde los pacientes presentan múltiples factores de riesgo y comorbilidades, deberemos tener en mente al
Covid-19 como una de las posibilidades diagnósticas cuando nos enfrentemos a una
TC con predominio de vidrio deslustrado y distribución periférica". Además detalla que se tendrá en cuenta, sobre todo, "en pacientes con sospecha clínica de infección vírica y con antecedentes personales de comorbilidades tales como
hipertensión arterial,
EPOC o
inmunodeficiencias".
Por todo ello, en un futuro próximo, "la
valoración de la TC y la estimación visual o cuantitativa de la extensión de la afectación inflamatoria se podrán emplear para conocer la
severidad del cuadro clínico y proporcionarán
valor pronóstico", explica Soriano Aguero. El investigador principal del estudio recalca que "siguiendo el curso que está llevando la pandemia, nos dirigimos hacia la integración del SARS- CoV-2 como un virus respiratorio más" y, por ello, la
TC de tórax tendrá un papel importante en la
neumonía por covid.
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Gorka Bastarrika: "Los hallazgos en TC de los pacientes actuales son más leves y menos extensos que al principio de la pandemia"
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Actualmente, la
presentación radiológica por TC del Covid-19 con opacidades en vidrio deslustrado "continúa siendo la imagen predominante en la infección pulmonar por el virus". Esto se debe, según
Gorka Bastarrika, co-director del Servicio de Radiología de la Clínica Universidad de Navarra y otro autor del trabajo, a dos razones: por un lado, porque algunos pacientes ya están vacunados y, por tanto, la reacción inflamatoria no es tan grave; y, por otro lado, porque las cepas del virus son distintas y los
hallazgos en TC de los pacientes actuales son más leves y menos extensos que al principio de la
pandemia.
¿Qué aporta la TC de tórax en el diagnóstico de neumonía por covid?
Al inicio de la pandemia, "la escasez de kits de diagnóstico serológico, junto con su baja sensibilidad, y la accesibilidad a la TC permitió utilizarla como técnica diagnóstica rápida, con una alta fiabilidad, de los pacientes con sospecha de Covid-19", explica Bastarrika. Asimismo, este experto señala que "también resultó útil, en su momento, para descartar la afectación parenquimatosa pulmonar en pacientes que no podían esperar al resultado de la
prueba PCR, porque precisaban de un
tratamiento quirúrgico urgente, por ejemplo".
Sin embargo, "hoy en día, las técnicas de
diagnóstico bioquímico son tan comunes que han desplazado a la TC para su uso de diagnóstico de la enfermedad", añade Bastarrika. Pero, a pesar de ello, "la
TC tiene aún mucho que aportar ya que permite valorar la extensión de la afectación parenquimatosa pulmonar de manera más certera que la radiografía de tórax, lo que resulta de utilidad en el manejo clínico y pronóstico de los pacientes".
A esto último, Bastarrika suma el hecho de que "la
TC también detecta posibles complicaciones en estos pacientes como la sobreinfección bacteriana, los derrames pleurales o los tromboembolismos pulmonares".
El patrón de vidrio deslustrado, predominante en la TC de tórax
Uno de los resultados del estudio que Soriano Aguadero y Bastarrika señalan es que "el patrón de
vidrio deslustrado en la TC es el predominante en la neumonía por Covid-19". El razonamiento de este hallazgo "se halla en la fisiopatología pulmonar común a los virus", es decir, "al infectar a los neumocitos alveolares, el
SARS-CoV-2 se replica generando múltiples copias, que terminan por ocasionar la muerte celular", aclaran los dos expertos.
Esto supone "la liberación de sustancias intracelulares que son reconocidas por las células epiteliales vecinas, las células endoteliales y los macrófagos alveolares, desencadenando la tormenta de citoquinas y quimiocinas proinflamatorias". Además, "estas proteínas atraen a las células inmunitarias (monocitos, macrófagos y células T), promoviendo la
actividad inflamatoria antivírica. La conjunción de los restos celulares, las copias víricas, las sustancias proinflamatorias y las células inmunitarias ocuparan los espacios alveolares generando la característica
imagen de vidrio deslustrado", concluyen Soriano Aguadero y Bastarrika.
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