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"Hay que concienciar de que el cribado en cáncer ya no es común para todos"

Ana Rodríguez Arana insiste en la necesidad de un diagnóstico precoz para las mujeres jóvenes de mama densa

Ana Rodríguez Arana

12 mar 2023. 17.10H
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El abordaje específico de la salud de la mujer es una dinámica que atañe directamente a disciplinas como la Radiología. Aunque necesaria, la subespecialidad dentro de este campo dedicada a este colectivo no está presente en todo nuestro país. Hospitales concretos como el Vall d' Hebron no sólo cuentan con una unidad de este tipo, sino que la han coronado como referente en ciertos procedimientos como la mamografía de contraste, la aplicación de técnicas pioneras de imagen a base de inteligencia artificial o circuitos de diagnóstico rápido. Ana Rodríguez-Arana es la encargada de preservar los altos estándares conseguidos en la asistencia multidisciplinar, la investigación y la formación continuada de los radiólogos y radiólogas que componen su equipo. Las claves para hacerlo nos las cuenta en esta entrevista realizada para el pódcast 'Jefatura de Servicio'.


Es responsable de un área específica de la Radiología enfocada a un sector concreto de pacientes. ¿Cuál ha sido la evolución de esta especialidad en el Sistema Nacional de Salud? 

Sí, efectivamente. Yo soy la jefa de Sección de Radiología de la Mujer en el Hospital Vall d' Hebron. Solamente el concepto de 'Radiología de la Mujer' ya es un concepto novedoso y la mayoría de hospitales de segundo o tercer nivel, incluso hospitales comarcales, suelen tener áreas dirigidas al cáncer de mama o la evaluación de la patología mamaria. Pero nuestro proyecto en concreto -y digo nuestro porque esto es un trabajo en equipo, desde el jefe del Servicio (Manuel Escobar), el resto de radiólogos pertenecientes a otra sección, Dirección del hospital, etcétera - la idea fue crear una sección de Radiología de la Mujer enfocada no solamente a diagnóstico, seguimiento y tratamiento de pacientes con cáncer de mama, sino también de pacientes con cánceres a nivel ginecológico. 

¿Cuándo decidió incorporar Vall d'Hebron este servicio?

Pues es un proyecto que empezó en abril del 2019... Conceptualmente, obviamente era algo que venía de antes y era una idea que el jefe del Servicio quería generar en el Vall d'Hebron por el éxito que ha tenido en hospitales europeos y sobre todo en hospitales americanos. Entonces en abril del 2019 empezamos este proyecto juntos. Yo soy una radióloga con experiencia y dedicada a la patología mamaria, con lo cual para mí fue un reto inicial porque no tenía yo el background de patología oncológica ginecológica, pero pude contar con el apoyo de un grupo de profesionales radiólogos súper especialistas en Radiología Oncológica del Área de Gineco-Obstetricia.

Gracias a la integración de esos nuevos radiólogos y la gestión por parte mía y de Dirección y del Departamento de Radiología, pude empezar esta iniciativa y fue, como dijo mi jefe, un tsunami, porque la idea inicial mía como nueva jefa de Radiología de la Mujer era optimizar el servicio de Radiología Mamaria, pero a la vez hicimos esta optimización también y esta reestructuración para dar cabida a todo lo que compromete la salud de la mujer. 

En este sentido, ¿qué beneficios conlleva contar con un área de radiología dedicada específicamente a la mujer? 

Bueno, pues empezando por el espacio: el Vall d' Hebron,  es un hospital que tiene tres edificios, tres áreas diferentes. Esta es el área de Mujer y Pediatría y eso geográficamente nos permite la posibilidad de integrar no solamente la Radiología de la Mujer, sino la Oncología, la Ginecología, la Obstetricia y todos los diferentes campos y todos los equipos multidisciplinares en un mismo edificio. Y eso es algo que nos permite no solamente conceptualmente generar y aplicar un conocimiento específico, sino también facilitar todos los circuitos diagnósticos y todos los circuitos clínicos dentro de una misma área, para permitir que las pacientes no solamente vean a un grupo multidisciplinar de profesionales que está tratando su patología, sino que también haya un espacio físico en el que las pacientes y las usuarias se encuentran acogidas y no tiene que haber esta dispersión, no hay diferentes espacios. 

Como experta en esta especialidad, ¿hasta qué punto es importante aplicar la perspectiva de género en los niveles diagnósticos? 

Es interesante la pregunta. Yo creo que aquí no se trata de poner etiquetas, porque nosotros estamos enfocados a una patología concreta en la que la gran mayoría de pacientes son mujeres. Pero no hay que olvidarse de que también hay cáncer de mama en varón, y obviamente nosotros damos la misma cobertura a un cáncer de mama en una mujer que en un hombre. De hecho, dentro de la evaluación multidisciplinar se incluye también el grupo de estudio y de valoración de riesgo genético, y obviamente, la evaluación de los cánceres de mama genéticos se hace a nivel familiar y se incluyen mujeres y hombres. Es decir: nuestro gran volumen de pacientes son mujeres -y obviamente las pacientes con patología ginecológica son mujeres-, pero la cobertura también se hace a pacientes varones en el caso del cáncer de mama.

Repasando su trayectoria, usted ha sido responsable de esta misma unidad en otros hospitales. ¿Cuál diría que es el sello distintivo de Vall d'Hebron respecto a otros centros?

Yo tengo la grandísima suerte de trabajar con un equipo realmente multidisciplinar. Vall d'Hebron es puntero y referente en todas las subespecialidades que dan cobertura a la patología de la mujer. Es decir, tenemos oncólogos muy potentes, tenemos radioterapeutas muy potentes, tenemos oncólogos radioterápicos, tenemos enfermeras gestoras de casos, cirujanos, ginecólogos... La gran ventaja para mí como jefa de Radiología de la Mujer es contar con otros profesionales con un alto nivel de subespecialización y con una implicación directa, no solamente en la asistencia, sino también en la investigación.

Yo creo que ahí tengo que destacar esta voluntad y este esfuerzo personal de todo el equipo por generar evidencia y  proyectos en los cuales avancemos, no solamente en el cáncer de mama, sino también del cáncer ginecológico. Hay una asistencia excelente, pero también hay una investigación, una docencia y una formación continuada. Y yo creo que tener esos altos estándares a nivel de todo el equipo multidisciplinar es un distintivo de un equipo muy valiente.

Una de las señas identificativas de este servicio es el circuito de diagnóstico rápido contra el cáncer de mama, del cual ya se han beneficiado más de 12.000 personas. ¿Cómo se ha conseguido reducir la espera de resultados a un mes?

Pues justamente con esta dedicación y este equipo multidisciplinar. Nosotros hemos logrado generar unos protocolos y unos circuitos que involucran a todos los especialistas, pero que centran la atención en nuestra unidad y en nuestro Centro de Cáncer de Mama. Y eso aparte de ser un espacio físico único, genera que todos los especialistas estemos funcionando en unísono para lograr que nuestras pacientes tengan esta evaluación multidisciplinar en el menor tiempo posible. Y esto es gracias a una coordinación centralizada en el Centro de Cáncer de Mama, con una gestora de casos -que es una enfermera especialista- que es la que genera esas interconexiones entre todo el equipo y que controla que sus tiempos no se vayan más allá de los que hemos estipulado.

Gracias a eso nuestro circuito de diagnóstico rápido puede decir que en menos de 30 días, lo que en estándar son 28, seamos capaces de recibir a una paciente, evaluarla, hacer todo el proceso de diagnóstico, plantear a la terapéutica e iniciar el tratamiento antes de los 30 días. Es un trabajo en equipo con una serie de controles a nivel de cada uno de los pasos del proceso y una comunicación continua de los diferentes equipos. 

Ha comentado que los pacientes se benefician de unas esperas más cortas. ¿Qué otros beneficios conllevan estos protocolos para los pacientes oncológicos?

Pues ahí hay apoyo de varias especialidades. Tenemos apoyo a nivel de Psicología, de Psiquiatría, de Onco-Geriatría que es fundamental, porque tenemos muchas pacientes jóvenes pero el cáncer de mama también es un cáncer de pacientes mayores que tienen mucha patología asociada y requieren una valoración con un oncogeriatra. Tenemos también apoyo de asociaciones de pacientes, de pacientes expertas, que permite humanizar un poco la atención y bajar un poco del súper especialista a pacientes expertas que están acompañando a nuestras pacientes en todo este proceso. Se hace muchísimo apoyo desde el punto de vista del paciente como persona y eso importante.

En ese sentido, además de reducir la incertidumbre del paciente, también acelera las capacidades de respuesta. ¿Se tiene una estimación aproximada de hasta qué punto este sistema ayuda a establecer un diagnóstico precoz? ¿Hasta que punto evita que los casos se agraven?

Esto es un punto importante porque hay que destacar que en nuestro centro de cáncer integramos la asistencia con el programa de detección precoz de cáncer de mama, y eso es una especificidad también del Hospital Vall d'Hebron. No todos los centros de cáncer de mama tienen integrado el programa detección precoz poblacional. Vall d' Hebron tiene el programa de cribado integrado dentro de la Unidad de Patología Mamaria, es decir, que las pacientes asintomáticas que están haciéndose su mamografía cada dos años tienen vía directa a nuestros profesionales, tanto radiólogos como de otras especialidades a través del circuito rápido. Por tanto, el circuito rápido no solo aplica a las pacientes sintomáticas, sino también a las pacientes sanas que están dentro del programa de detección precoz, y esto obviamente impacta en la detección precoz.

En mayo de 2022, su servicio participó en un nuevo proyecto europeo coordinado por el Centro Nacional de Súpercomputación (BSC-CNS) para complementar o reemplazar las mamografías por imágenes basadas en ultrasonidos y subcomputación. ¿Cree que podremos sustituir definitivamente los rayos X por este tipo de alternativas?

Es un proyecto europeo, una beca que conseguimos con un consorcio que incluye al Barcelona Super Computer Center con su supercomputador, incluye también socios europeos dedicados a inteligencia artificial, el Imperial College y una startup creada exclusivamente para este proyecto. Es una beca que se llama Pathfinder, porque es una beca que se da a proyectos de alto riesgo. Esto quiere decir que son proyectos que pueden ser un éxito total o un fracaso, están enfocados a ser disruptivos. Esta disrupción viene dada porque es un cambio total en el paradigma, es decir, desde los años 80 hasta el día de hoy, los programas de detección precoz como el crubado o el screaning estaban basados en la mamografía, que es una prueba que indudablemente ha demostrado sus beneficios, pero también hemos visto que hay otras alternativas y que sobre todo en la era de la Medicina Personalizada, tenemos que aplicar fórmulas diferentes.

Eso incluye no solamente el tipo de pruebas que se hagan, sino la periodicidad con la que se hacen y a qué grupo de mujeres sanas vamos a aplicar una u otra prueba. Entonces, dentro de esa personalización del cribado, aparece 'Custom', con la idea de generar una imagen a través de una ecografía escáner, una ecografía tomográfica, en la cual no solamente se adquiere desde una sola sonda emisora, sino que hay múltiples sondas que van a adquirir una imagen ecográfica tridimensional que se va a procesar en el súpercomputador incluyendo también inteligencia artificial, generando nuevas formas de procesado y emitiendo un resultado que va a tener muchísima más información de la que nos puede dar una mamografía o una ecografía como la conocemos hasta ahora.

¿Cuándo va a estar lista esta nueva tecnología?

Es un proyecto europeo que dura dos años. Empezamos a principios de 2022 año y se está prolongando durante los dos siguientes años. Lo que haremos en esta primera fase es un estudio piloto, una prueba de concepto. Vamos a ver si es lo suficientemente bueno para hacer una prueba de diagnóstico precoz. Yo tengo muchísimas expectativas con lo que hemos visto hasta ahora. De hecho, la semana pasada estuve en el Karlsruhe Institute of Technology (KIT), es el centro que está generando el prototipo, lo está fabricando y lo está probando. Estuvimos allí un equipo de Vall d 'Hebron viendo cómo iba la máquina. Yo creo que en los siguientes cinco años generaremos una nueva técnica diagnóstica que nos va a permitir hacer un diagnóstico precoz en mujeres sanas, asintomáticas y sobre todo en el grupo de mujeres jóvenes con mama densa, que es el punto más débil de la mamografía hoy en día. Y yo tengo muchísima ilusión, desde el punto de vista personal, en que se pueda ofrecer una prueba de diagnóstico precoz sin compresión, sin rayos X y enfocado sobre todo a mujeres jóvenes con mama densa, que es la población que ahora más nos preocupa.

"En los siguientes cinco años generaremos una nueva tecnología diagnóstica que nos va a permitir hacer un diagnóstico precoz en mujeres sanas y en mujeres jóvenes con mama densa. "



Viendo las expectativas que hay con este proyecto, ¿debería existir mayor financiación en el Sistema Nacional de Salud para este tipo de iniciativas?

Por supuesto. Nosotros aquí hemos sido seleccionados dentro de muchas propuestas como un centro de referencia en cáncer de mama, pero al final es financiación europea. Entonces esto tiene que ir  apoyado también por otros tipos de financiación y obviamente aquí a nivel más local también la idea es ir aplicando a otro tipo de iniciativas y a otro tipo de becas para continuar con el proyecto. Hoy en día la Radiología de mama está cambiando a una velocidad que no habíamos visto en los últimos diez años, y esto tiene que tener una financiación, tanto desde el punto de vista público como el privado, y generar un nuevo conocimiento que cuanto antes apliquemos a la población general, veremos mejores resultados.

¿Qué otros procedimientos basados en la inteligencia artificial alberga la sección?

Somos un referente también en todo lo que implica el nuevo procesador de imagen y nuevas formas de generar información. Somos también un centro puntero en mamografía por contraste. Es una técnica que también es joven, somos uno de los primeros centros públicos que cuenta con esta tecnología. Empezamos en abril de 2022 y hemos tenido propuestas para codesarrollar nuevos algoritmos de inteligencia artificial que generen información en el campo de la mamografía por contraste. La idea es aplicar inteligencia artificial en mamografía por contraste para tener ayuda en el diagnóstico precoz.

También tenemos proyectos en ecografía automática y también un prototipo de ecografía con inteligencia artificial. La idea es trabajar también en el campo del ultrasonido, con algoritmos que nos favorezcan un diagnóstico más preciso. Y también tenemos proyectos europeos enfocados a la aplicación de Inteligencia Artificial en resonancia magnética para evaluación de neoadyuvancia, es decir, en pacientes que están en curso de quimioterapia para mejorar su pronóstico y ofrecer una cirugía menor, aplicar a la resonancia magnética que hacemos de forma habitual algoritmos de inteligencia artificial y poder predecir una respuesta a partir de la resonancia que sea realmente lo que se ve cuando se hace la cirugía definitiva. El ser capaces de, a través de la resonancia y la inteligencia artificial, identificar resonadores y no respondedores para minimizar el uso de la quimioterapia.

Como responsable de área, ¿Ve carencias a la hora de sufragar esa parte de conocimiento e investigación que permite avanzar en Radiología?

Nosotros tenemos nuestra dedicación exclusiva a la asistencia y dentro de esa dedicación exclusiva generamos conocimiento, o sea, somos clínicos e investigadores. Nosotros tenemos que hacerlo, repartir nuestro tiempo, nuestros conocimientos, tanto en la asistencia como en la investigación y la docencia también. Entonces, yo creo que deberíamos tener perfiles de radiólogos súperespecialistas con dedicación exclusiva a la investigación, al menos en un tiempo parcial. Y eso es un proyecto que también desde el servicio de Radiología se está implementando y, por ejemplo, puedo contaros que tenemos un radiólogo que dedica una parte importante de su práctica al proyecto Custom, y esto ha permitido generar ese nuevo perfil de radiólogo investigador.

Es importante que los directivos lo tengan en cuenta, que los radiólogos clínicos necesitan no solamente tiempo, sino recursos, herramientas y apoyo de otros profesionales. Eso es algo que a nivel europeo ya se está instituyendo dentro de los centros de referencia y dentro de los centros de cáncer, y tenemos nosotros que seguir por ese camino. Ya estamos dando los primeros pasos y Vall d' Hebron es puntero en esto, pero tenemos que ser conscientes de que hay mucho que trabajar en este aspecto. 

"Deberíamos tener perfiles de radiólogos súperespecialstas con dedicación exclusiva a la investigación, al menos en un tiempo parcial."


La Sociedad Española de Radiología Médica (Seram) y su sección la Sociedad Española de Imagen Mamaria (Sedim), recomiendan bajar la edad del cribado del cáncer de mama a los 40 años siguiendo las nuevas pautas europeas, y esto se debe al aumento de incidencia en edades bajas. ¿Esto es posible a día de hoy con los recursos disponibles?

Bueno, yo soy parte del comité directivo de la Sedim y desde luego nosotros estamos obligados a seguir las recomendaciones científicas actuales y es la Comisión Europea que revisó todos los parámetros de calidad a nivel de los programas europeos, y que son enfáticos quien dice que el privado se tiene que ampliar al menos hasta los 45 y terminar al menos en los 75 años. Es decir, que estamos hablando de cinco años más en la parte inferior del rango y cinco años más en la parte superior. Obviamente estamos hablando de cribado poblacional, que es un proceso que impacta en una población muy grande.

Por lo tanto, los recursos se tienen que optimizar, pero también hay que ser conscientes de que esto no es algo que se pueda cambiar de la noche a la mañana, y que tampoco hay una fórmula magistral que nos diga cuál es la mejor forma de hacerlo. Por eso todavía hay ensayos clínicos en marcha que están viendo cuál es la mejor forma de cribar a pacientes sanos. Entonces, si los recursos que hay dedicados a los programas de detección precoz poblacionales se optimizan, no solamente será en incluir esas franjas de edad, sino también en a lo mejor generar grupos de diferentes poblaciones que tendrán que ir a diferentes pruebas y con diferentes intervalos de tiempo.

Entonces la respuesta es: sí, tiene que haber recursos porque es un cambio total, es un cambio radical. Nosotros hemos hecho un cribado muy homogéneo durante los últimos 20 años y ahora con lo que es personalización y medicina de precisión, tenemos que cambiar conceptualmente.

Estas recomendaciones van acompañadas de una personalización en los cribados, alternando las metodologías existentes y cambiando su periodicidad en función de los factores genéticos de cada caso. ¿Qué ventajas supone esta personalización en los exámenes? ¿Qué pacientes necesitan un abordaje específico por motivos genéticos? 

Sabemos que alrededor de un 20 o 25 por ciento de los cánceres tienen un componente genético y estos cánceres suelen ser más precoces, suelen ser más agresivos y el crecimiento más rápido. Por lo tanto, esa personalización del cribado lo que implicaría sería crear grupos de riesgo. Es decir, tenemos que ser capaces de diferenciar las pacientes que pueden por sus antecedentes personales, familiares, biopsias previas y desde la mayoría factores genéticos, tener un cribado más intensivo: empezar antes y reducir la periodicidad.

A la vez, las pacientes que no tienen estas características que les dan una susceptibilidad especial poder adaptar su seguimiento a lo mejor con pruebas, virus agresivas o con lapsos de tiempo mayores. Y esto nos permitirá cazar esos cánceres más agresivos de una forma más rápida y de alguna forma ser más conservadores y menos agresivos en ese grupo de pacientes en las que probablemente no va a aparecer un cáncer porque no tienen esa susceptibilidad. Estudios que están en marcha están realizadon visados prospectivos. Hay dos muy grandes, uno de Europa y uno americano, que van a dar respuestas en los próximos cinco años. Pero es algo que ya sabemos que se tiene que empezar a crear una conciencia de que el cribado ya no es una fórmula común para todos.

¿Qué beneficios a corto y medio plazo se conseguirían con la implantación de esta franja de edad recomendada por las pautas europeas en gran parte del Sistema Nacional de Salud? 

Bueno, es que la incidencia del cáncer es cambiante, pero hemos visto que están apareciendo cánceres en pacientes más jóvenes o que están diagnosticádose cánceres en pacientes más, más añosas. Entonces, ampliar esta franja implica dar un mejor pronóstico a estas pacientes, por lo cual esa paciente va a ser diagnosticada antes, va a tener un cáncer más precoz para y un pronóstico mejor.

Si nos centramos en su labor como jefa de área, ¿cómo definiría su propio liderazgo? ¿Cree que ser mujer le ha aportado otra perspectiva?

Yo creo que al ser una radióloga clínica y al ser mujer, me doy cuenta de lo que implica estar dentro de un grupo de población sensible, ¿no? Es decir, yo tengo antecedentes familiares y hago seguimiento como paciente de alto riesgo desde los 36 años. Entonces, yo sé lo que implica estar citado un día en una prueba, luego tener que venir otro día para otra prueba, luego tener que ir a otro edificio para otra prueba... Con esa angustia de que puede ser que tenga un cáncer, tengo mala historia familiar, soy muy joven, voy a desarrollar un proceso precozmente... Y eso sí que me ha permitido de alguna forma identificar puntos débiles de los circuitos o tener un poco más de sensibilidad a la hora de decir, comunicar, por ejemplo, información. Y mi reto es tratar de transmitir ese sentimiento al resto de especialistas, no solamente a los residentes que formamos y a los especialistas que vienen a rotar con nosotros de Europa o de España, transmitir esa sensibilidad.

El cáncer de mama es un cáncer que impacta no solamente al paciente, sino a la familia. Porque muchas mujeres son madres, tienen hijos, son madres trabajadoras o son madres solteras y todo lo que implique facilitarle el proceso diagnóstico y terapéutico es algo que si tú no lo has vivido, a lo mejor no te das cuenta. Yo soy muy amiga de los pacientes expertas, me gusta mucho oír a pacientes que ya han pasado el proceso porque son ellas las que nos dicen: 'oiga, mire, está fallando en esto, esto tendría que hacerlo mejor'. Y tenemos pacientes expertas que continuamente nos hacen feedback para ver dónde tenemos que mejorar o dónde podemos actuar para que la asistencia sea mejor. Y eso es lo que yo quiero y lo que trato que el equipo de Radiología de la Mujer tenga.

Hay muchas mujeres que tienen una falsa sensación de peligro con la radiación ionizante cuando se quedan embarazadas, ¿verdad?

Eso es un tema muy interesante, es algo que desafortunadamente requiere una súperespecialización, porque es un grupo de pacientes que es muy específico, que son pocas. Por suerte son pocas las mujeres embarazadas, pero tenemos que aplicar el mejor conocimiento porque estamos tratando dos pacientes: estamos tratando una mujer, y estamos llevando un feto o un embrión. Y tenemos que ser conscientes de que hay diferentes rutas que puede tomar esta paciente, puede decidir continuar con su embarazo y si continúa con su embarazo, tenemos que ofrecerle lo mejor que tenemos.

Tenemos también pacientes que deciden no continuar con el embarazo y también tenemos que ofrecerles todo el soporte para que sean capaces de tratar su cáncer y a la vez vivir ese proceso de pérdida. Vall d' Hebron es puntero, de hecho hay varios proyectos de investigación en mujeres con cáncer de mama embarazadas. Somos un centro de referencia, estamos haciendo varios ensayos en ese grupo de mujeres y creo que aquí sí que tenemos que ser los centros grandes los que tratamos esta patología, por la implicación que tiene y la súperespecialización que es que es necesaria.

En su opinión, ¿existe una protección adecuada del personal que se dedica a esta especialidad?

Sí, esto es algo que tiene que quedar muy claro. O sea, todas las pruebas que implican radiación ionizante y van acompañadas con una serie de protocolos de seguridad, no solamente para el paciente, sino para los profesionales. Y no solamente implica la demarcación de todas las áreas donde hay radiaciones ionizantes con las luces de alerta que hay en las salas. Todos los protocolos que se manejan y esto va dirigido al profesional y al paciente. La población tiene que ser consciente de que cuando hay radiaciones ionizantes hay una serie de protocolos detrás que garanticen que esto sea seguro. Hemos llegado a un punto de especialización tecnológica que nos permite ser muy, muy, muy cuidadosos con la dosis que estamos administrando.

Ha comentado algunos proyectos de investigación anteriormente, usted que además forma parte del instituto de investigación del hospital, ¿qué proyectos científicos copan ahora la atención y el trabajo de su equipo en este centro?

Hay un proyecto muy bonito ya aprobado que está encaminado a ver cuál de las técnicas de tratamiento percutáneo de cáncer es la ideal. Es decir, que en Vall d' Hebron empezamos un proyecto en el cual haremos tratamiento de casos muy específicos y muy concretos de cáncer aravés de la guía radiológica, ya sea por ecografía o por resonancia, trataremos de forma percutánea tumores en una población concreta y esto evitará que las pacientes luego tengan que ser tratadas de forma quirúrgica. ¿Y qué nos va a permitir? Después de hacer el análisis de los resultados, ver cómo podemos dar apoyo al departamento quirúrgico y tratar pacientes mediante un sistema específico, ya sea crioablación, radiofrecuencia, microondas... Y ofrecer a los pacientes y los grupos muy específicos que se concreta en esto tratar tumores sin tener que llevar a la paciente a quirófano. Es otro de los proyectos estrella que tenemos ahora y que si el proyecto piloto en Vall d' Hebron sale bien, trataremos de hacer un proyecto a nivel de otros centros catalanes.

¿Considera que la elección de perfiles en la investigación es equitativa actualmente en relación al género? 

Sí. Nosotros hoy en día cualquier proyecto de investigación que se genere tiene que cumplir una igualdad de género. Somos muy cuidadosos, sobre todo de cara a proyectos que implican diferentes consorcios en tener un grupo dedicado a que el proyecto tenga una igualdad. 

¿Cree que la medicina en general está buscando implantar y hacerse suya esa perspectiva de género?

Sí, yo creo que todos los profesionales que estamos implicados en el diagnóstico, tratamiento, seguimiento... Somos conscientes de que las mujeres hoy en día no tienen ningún tipo de restricción y que tenemos que ser flexibles a la hora de permitir que haya una compatibilidad de la vida personal con la con la práctica profesional y con la investigación. Y esto desde el punto de vista de la sociedad, yo creo que ya está visualizado, ya es algo de lo que hablamos con tranquilidad, es un concepto que todos manejamos y que yo creo que a nivel de los profesionales de la salud está muy claro y que es algo en lo que hemos avanzado muchísimo en los últimos años.

¿Cree que la formación de especialistas en Radiología de la Mujer necesita, a día de hoy, ser reforzada?

Este es un punto en el que tenemos que mejorar. Nosotros tendríamos que dar nuevas perspectivas a los residentes que empiezan su formación. Desde el punto de vista de la investigación, tenemos que ser capaces de formar radiólogos clínicos, que también pueden ser investigadores, pero tenemos que dar las bases. Para que sean luego súper especialistas en mama tienen que tener una formación básica en investigación, en inteligencia artificial, en comunicación y en la relación médico-paciente, en la nuestra en concreto. Es importantísimo cómo comunicas, que muchas veces es el radiólogo de mama el primero que da la mala noticia... Entonces, ¿cómo comunicarnos? Cómo apoyamos en ese primer momento al paciente? Tiene que ser algo que también se dé en la formación básica de Radiología. 

¿Qué hay de las propias pacientes? ¿Reciben herramientas suficientes de prevención?

Yo creo que también en esa área habría que aprovechar todo lo que son las redes sociales y esta nueva manera de comunicarnos y poder llegar a una población muchísimo más amplia a través de estos nuevos canales. Hay muchísimas más mujeres que saben, por ejemplo, qué tipo de densidad mamaria tienen. Y desafortunadamente aquí en nuestro medio todavía hay muchas mujeres que no tienen este concepto claro. Entonces sí que es verdad que parte de lo que estamos tratando de generar desde el centro de cáncer de mama no solo radiólogos, sino oncólogos y cirujanos, es educar a nuestras pacientes, transmitirles que hay síntomas en la mama, que no son de alarma, que hay un ciclo hormonal que igual que en el útero genera cambios en las mamas y tratar de que las mujeres entiendan mejor todos estos cambios hormonales y que no solamente pensemos en cáncer, sino que pensemos también en procesos fisiológicos normales. Todo esto viene de una educación sanitaria que creo que tenemos que mejorar.

¿Qué flecos siguen quedando pendientes respecto a la salud de la mujer?

Bueno, yo creo que tenemos que mejorar todo el tema de prevención y promoción de la salud y tenemos que tener disponibles y tenemos que hacer énfasis en campañas de educación sanitaria básica y referente a lo que es normal y lo que no en un proceso, en una mujer que está sometida a continuos cambios hormonales y que desde el punto de vista de los ciclos menstruales lo tenemos muy claro, pero no lo tenemos claro a nivel de otros órganos como la mama en concreto. Y esto es educación básica. Entonces hay que empezar a formar a las niñas desde chiquititas, a transmitir la la idea de la medicina preventiva, muy importante en nuestra área en concreto y en la educación sanitaria básica

¿Cómo ve el futuro de esta subespecialidad? ¿Hacia dónde se debe remar?

Bueno, yo creo que es inevitable que la inteligencia artificial va a generar un cambio en nuestra práctica profesional diaria. Es una realidad que hay pocos radiólogos súperespecialistas no solamente en el área de mama, sino en otras áreas, y es necesario saber que no es algo que vendrá, es algo que ya está aquí. Entonces hay que dejar la idea de que la inteligencia artificial nos va a controlar, los radiólogos vamos a controlar la inteligencia artificial para que nuestro trabajo sea más definido y para que nuestro conocimiento y nuestra súper especialización se aplique en las exploraciones en que se tiene que aplicar. La inteligencia artificial nos ayudará a mejorar nuestros tiempos de trabajo y estamos generando inercias con universidades y con otros centros europeos de investigación para que este conocimiento y esta nueva perspectiva, sea una realidad que surja de ahí, surja de vaya, no es a suceder, alguien va a llegar y seamos nosotros los que tenemos esa forma de apuntar y entender la Radiología, pues estaremos pendientes a todos estos avances.

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