La convocatoria del
MIR 2022 recoge un total de 272 plazas de Radiodiagnóstico, es decir, 12 plazas más que en 2021. No obstante, y aunque se trata de una cifra récord, "no satisface las necesidades de radiólogos de nuestro sistema sanitario", explica a
Redacción Médica Luis Gorospe Sarasúa, responsable de Formación de la
Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM). Por su parte,
Milagros Martí de García, presidenta de SERAM, se ofrece a compartir con el
Ministerio de Sanidad sus "propuestas constructivas" para mejorar el presente y el futuro de la radiología española.
"El propio Ministerio de Sanidad, junto con las consejerías de cada comunidad, maneja un informe en el que calcula que de aquí a 2030 habrá, en el mejor de los casos, un déficit de 4.000 especialistas, entre ellos radiólogos", expone Gorospe, quien advierte que no es sencillo predecir si el número de plazas convocadas son suficientes, "pues el cálculo del número de
radiólogos especialistas necesarios para cubrir las necesidades deben tener en cuenta varios factores".
Por su parte, Milagros Martí de García, afirma estar "siempre abierta" para reunirse con el Ministerio "para debatir sobre el presente y el futuro de nuestra especialidad". "Estaríamos encantados de aportar
propuestas constructivas que puedan mejorar la formación de los especialistas en Radiología así como el desarrollo profesional continuo de los radiólogos una vez finalizado el periodo de residencia", traslada a este medio.
Plazas necesarias para Radiodiagnóstico
Entre los factores que determinan el número de plazas necesarias está la
tasa de reposición, esto es, conocer el número de radiólogos que se jubilarán en los próximos cuatro o cinco años que tardarán en formarse los residentes que inicien su formación en 2022. También es importante, señala el responsable de SERAM, el número de
residentes que abandonan la especialidad, "afortunadamente muy pocos en Radiodiagnóstico"; o el número de radiólogos formados que decidirán ir al extranjero, que "por ahora no son demasiados, pero que puede cambiar en los próximo años".
En este sentido, Gorospe subraya que "muchos jefes de
Servicio de Radiodiagnóstico comentan que les cuesta contratar radiólogos en el sistema público de salud, y parece que en parte puede deberse a que el sistema sanitario privado ofrece a menudo mejores contratos y condiciones económicas".
Tal y como traslada SERAM a
Redacción Médica, es un problema generalizado ya que "en muchas comunidades autónomas faltan radiólogos". "Recientemente han salido a la luz varias noticias sobre hospitales en Soria, Yecla o Tudela lamentando la
falta de radiólogos, lo cual provoca situaciones poco deseables como que un paciente tenga que viajar a otra ciudad para poder ser atendido de urgencias o de forma programada", lamenta Gorospe, quien amplía este problema a otras regiones: "Aunque algunas comunidades autónomas extensas pero relativamente poco pobladas como Castilla-la-Mancha o Castilla y León adolecen de un déficit de radiólogos, otras más habitadas también empiezan a acusar problemas para contratar radiólogos".
Unidades docentes y tutores de Radiodiagnóstico
El número de
unidades docentes es adecuado para el número de plazas convocadas, considera SERAM, aunque remarca que "es probable que tenga que incrementarse en los próximos años si queremos balancear oferta y demanda". En relación al número de tutores, "hay recomendaciones sobre la ratio residente/tutor", advierten.
"Es posible que en algunos centros sea necesario
nombrar más tutores, pero con frecuencia se trata de puestos con un escaso reconocimiento para la responsabilidad y dedicación que requieren", lamenta Gorospe.
En opinión de Gorospe, "una excelente forma de mejorar su formación sería
aumentar la duración de Radiodiagnóstico": "Los cuatro años de la especialidad son actualmente insuficientes para poder cumplir adecuadamente con el programa de formación y está por debajo de la media europea (que está en 5-6 años de duración)".
Este hecho, argumenta el especialista, "supone el
desafío de formar buenos radiólogos competentes en todas las modalidades diagnósticas". Otros aspectos que podrían mejorar son "la formación de los residentes en habilidades no interpretativas, la potenciación de la investigación, el reconocimiento y la creación de áreas de capacitación específicas (subespecialidades), y la incorporación de nuevas herramientas diagnósticas (como la inteligencia artificial o la radiómica) en nuestro trabajo diario", concluye
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