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Vinculan el autismo con un infección grave durante el embarazo

Si se requiere hospitalización durante la gestación, se corre mayor riesgo de tener un niño con el trastorno

Gloria Choi, una de las autoras principales de ambos estudios.

19 sep 2017. 09.20H
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POR REDACCIÓN
Las madres que sufren una infección lo suficientemente grave como para requerir hospitalización durante el embarazo corren mayor riesgo de tener un niño con autismo, según sendos estudios del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, en Estados Unidos.

En la investigación sobre ratones, los autores encontraron que la composición de las poblaciones bacterianas en el tracto digestivo de la madre puede influir en si la infección materna lleva a comportamientos similares a los autistas en la descendencia. También descubrieron los cambios específicos del cerebro que producen estos comportamientos.

Según una de las principales autoras Gloria Choi, "hemos identificado una región muy discreta del cerebro que parece estar modulando todos los comportamientos asociados con este modelo particular de trastorno del desarrollo neurológico".

Para los científicos, si se validan más en estudios con seres humanos, los hallazgos podrían ofrecer una posible manera de reducir el riesgo del trastorno, lo que implicaría bloquear la función de ciertas cepas de bacterias encontradas en el intestino materno.

Infecciones severas

En un documento de Science de 2016, se encontró que un tipo de células inmunológicas conocidas como células Th17, y su molécula efectora, llamada IL-17, son responsables de infecciones virales severas en ratones. La IL-17 interactúa con receptores hallados en las células cerebrales en el feto en desarrollo, dando lugar a irregularidades que los investigadores llaman 'parches' en ciertas partes de la corteza.

En uno de los nuevos artículos, se halló que los parches son más comunes en una parte del cerebro conocida como S1DZ. Parte de la corteza somatosensorial, se cree que esta región es responsable de la propiocepción, o detección de dónde está el cuerpo en el espacio. En estos parches, las poblaciones de células llamadas interneuronas, que expresan una proteína llamada parvalbúmina, se reducen. Las interneurones son responsables de controlar el balance de la excitación y la inhibición en el cerebro, y los investigadores encontraron que los cambios que hallaron en los parches corticales se asociaron con sobreexcitación en S1DZ.

Factores microbios

En el segundo trabajo, los investigadores profundizaron en algunos de los factores adicionales que influyen en si una infección grave conduce o no al autismo. Los estudios previos en ratones y en humanos habían encontrado poblaciones de células Th17 en el intestino de personas sanas. Estas células, que ayudan a proteger al huésped de microbios dañinos, se cree que se producen después de la exposición a determinados tipos de bacterias inofensivas que se asocian con el epitelio.

Los investigadores descubrieron que únicamente las crías de ratones con un tipo específico de bacterias inocuas, conocido como bacterias filamentosas segmentadas, tenían anormalidades de comportamiento y parches corticales. Cuando los autores mataron las bacterias con antibióticos, los ratones produjeron descendencia normal.

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