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Uno de cada tres diagnósticos de TDAH es incorrecto

Un alto grado de falsos positivos se confunde con conductas normales en la infancia, como la impulsividad o inatención

El neurólogo Diego García Borreguero.

03 nov 2017. 14.10H
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POR REDACCIÓN
El 34 por ciento de los diagnósticos del trastorno de atención e hiperactividad (TDAH) en menores son incorrectos, según un reciente estudio estadounidense. Así, existe un alto grado de falsos positivos al confundirse con conductas que hasta cierto punto son normales en la infancia como la impulsividad o la inatención, o con otras patologías como alteraciones en el desarrollo del lenguaje y del aprendizaje, dislexia, trastornos de ansiedad o incluso efectos secundarios de fármacos.

En muchos casos, por ejemplo, se toman por indicativos del trastorno patrones de conducta que se deben sencillamente a un menor grado de desarrollo psicomotor del niño. De hecho, cada vez más estudios demuestran cómo, dentro de una misma clase escolar, la probabilidad de ser diagnosticado con TDAH es mayor en aquellos niños más jóvenes, dado que su cumpleaños es después a la fecha límite para la escolarización.

Uno de las mayores confusiones para los especialistas son los trastornos de sueño, directamente relacionados con el trastorno. Los menores sin TDAH pero con problemas para dormir pueden presentar durante el día síntomas que se asemejan mucho a los de esta enfermedad.

Sin embargo, la probabilidad de que un niño diagnosticado con esta patología sufra un problema de sueño es entre dos y tres veces mayor que la de los niños sin este diagnóstico.

En palabras del neurólogo Diego García Borreguero, "el 30 por ciento de los niños con TDAH padecen simultáneamente apnea del sueño y el 44 por ciento síndrome de piernas inquietas. Estos y otros trastornos del sueño pasan con frecuencia desapercibidos al clínico. Sin embargo, su existencia agrava la severidad del TDAH y exacerba sus síntomas”.

Una prueba para profundizar en el diagnóstico

Según el especialista, "los sistemas actuales para diagnosticar el TDAH se basan exclusivamente en la historia clínica aportada por los padres, familiares y educadores, así como en la evaluación del mismo paciente, lo que lleva siempre asociado un cierto grado de subjetividad, tanto por parte de los informantes como de los evaluadores".

Para reducir este elevado porcentaje de falsos positivos, el Instituto de Investigaciones del Sueño (IIR) de Madrid ha desarrollado un nuevo sistema que, además de la valoración clínica habitual, incluye la realización de un electroencefalograma cuantitativo (qEEC), que mide el Índice de Disfunción Cerebral mediante el uso de biomarcadores y aporta datos objetivos que permiten al médico confirmar o descartar en el 90 por ciento de los casos si el niño padece realmente TDAH.

La prueba, que se realiza a los niños ya diagnosticados clínicamente con TDAH, dura entre 20 y 30 minutos y consiste en la aplicación de diversos electrodos en la cabeza. Se basa en un cálculo cuantitativo en el electroencefalograma (EEG).

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