Los
antipsicóticos no deben prescribirse a niños con
trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) salvo en casos muy concretos de comorbilidades psiquiátricas. Por eso dos investigadores canadienses han dado la voz de alarma
tras realizar un estudio.
En él los especialistas Paul Kurdyak y Tanya Hauck han examinado más de 250.000
historias clínicas de pacientes de entre uno y 24 años residentes en Ontario (Canadá).
Tras seleccionar a 10.000 de estos niños y adolescentes, han advertido de que
al menos un 12 por ciento recibió como prescripción de su psiquiatra, como medicación adicional, algún fármaco antipsicótico,
por lo general risperidona.
De este porcentaje, uno de cada cuatro niños en realidad
no padecía un trastorno comórbido del TDAH que justificara que tomase el antipsicótico.
Kurdyak y Hauck se han mostrado prudentes a pesar del hallazgo. Pero no han ocultado su interpretación al respecto: tal vez suceda que la falta de
terapias psicológicas complementarias para el TDAH favorezca la prescripción inadecuada de algunos medicamentos como los antipsicóticos.
Según han denunciado ambos, en ese país existe “evidencia de que el acceso de los recursos de salud mental para niños y jóvenes es un desafío”.
Un porcentaje “más alto de lo que esperábamos”
“Esperaríamos algunas recetas para antipsicóticos en los jóvenes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, especialmente en jóvenes con presentaciones complejas o enfermedades comórbidas, como las enfermedades psicóticas, pero un valor cercano al 12 por ciento fue más alto de lo que esperábamos”, reflexionan.
Y añaden: “Teniendo en cuenta los riesgos que conlleva el
uso de antipsicóticos en los pacientes pediátricos, esperamos que antes de prescribirlos, los médicos consideren todas las alternativas, aunque ciertamente hay casos en los que son necesarios”.
Acceda al estudio sobre el TDAH publicado por la Asociación de Psiquiatras de Canadá
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