Los
jóvenes de
12 a 14 años de edad que son lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (
LGTB) tienen
más probabilidades de cometer
suicidio que sus
compañeros heterosexuales, una disparidad que persiste pero se vuelve menos pronunciada en los primeros años de la edad adulta, según ha concluido un estudio de la Adelphi University (Estados Unidos).
En la investigación, publicada en la revista 'Journal of Adolescent Health', si bien el
24 por ciento de las muertes en
Estados Unidos en este grupo de edad se produjo por suicidio durante el periodo 2013-2015, este porcentaje se redujo hasta el 8 por ciento entre los adultos de 25 a 29 años.
La tasa más alta de suicidio entre los jóvenes LGTB se ha documentado anteriormente en otros estudios, pero este
análisis de las muertes por suicidio a lo largo de
dos años entre los estadounidenses de
12 a 29 años de edad ofrece una
nueva perspectiva de los
factores que pueden
contribuir a estas muertes.
"Ya sabíamos, o al menos sospechábamos, que las
personas más jóvenes son
especialmente vulnerables al
estrés de '
salir del armario'. Esto se debe a que no tienen los
recursos psicológicos ni la
independencia personal para manejar las cosas por sí mismos que tendrán cuando sean mayores", explica el principal autor del estudio,
Geoffrey Ream.
Diferencias claras
Aunque el
estudio no fue diseñado para
probar si la
dificultad para salir del armario o vivir como una
minoría sexual podría
contribuir directamente al
suicidio, los
resultados muestran
diferencias claras en la
frecuencia con que ciertas circunstancias se asocian con estas muertes para los
jóvenes con
diferentes identidades sexuales y de
género.
Las mujeres bisexuales eran más propensas a tener un historial de pensamientos suicidas
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Los investigadores analizaron los datos nacionales de Estados Unidos sobre 10.311 suicidios, limitando su
análisis a las
2.209 personas cuya
orientación sexual o
estado transgénero se anotó en los registros. La mayoría de los que murieron por suicidio, alrededor del
73 por ciento, se identificaron como
hombres heterosexuales, el 2,2
hombres homosexuales, el 2,9 por ciento
lesbianas, el 0,8 por ciento
hombres bisexuales, el 0,5 por ciento
mujeres bisexuales, el 0,7 por
ciento hombres transgénero y el 0,5 por ciento
mujeres transgénero.
En comparación con los hombres heterosexuales, las
lesbianas y las mujeres
bisexuales tenían
más del doble de probabilidades de haber sufrido
intentos de suicidio previos, y los
hombres transgénero tenían
casi cuatro veces más probabilidades. Las
mujeres bisexuales eran
más propensas a tener un historial de pensamientos suicidas; sin embargo, en tasas más de seis veces más altas que los hombres heterosexuales. Las mujeres bisexuales también eran casi 24 veces más propensas a tener una enfermedad mental diagnosticada.
Problemas familiares
Los
problemas familiares contribuyeron con
mayor frecuencia a los
suicidios entre las personas más jóvenes y los hombres homosexuales, mientras que los problemas de relación con las parejas fueron más a menudo un factor para las personas mayores y las lesbianas. Cerca de un tercio de los
jóvenes LGTB en el estudio murieron mientras recibían tratamiento por una enfermedad mental, a menudo mientras tomaban medicamentos psiquiátricos.
"El
suicidio no se debe a su
identidad LGTB, sino a la
forma en que
el mundo reacciona a su identidad. Necesitamos estar atentos y garantizar que estas personas en riesgo de suicidio obtengan el apoyo que necesitan", apunta
John Ayers, investigador de la Universidad de California en San Diego que no participó en el estudio.
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