Un
nuevo estudio ha establecido una correlación positiva entre la cantidad de eventos estresantes que experimenta un niño y sus síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), lo que sugiere que se justifica realizar más investigaciones.
Investigadores de la Universidad de Stanford pidieron a
214 niños de
entre 9 y 14 años que completaran el inventario de detección de eventos traumáticos para niños. Después, midieron
cuántas experiencias negativas había tenido cada niño antes y después de los seis años.
Los
padres de los niños completaron la lista de verificación de comportamiento infantil para ver la gravedad de sus síntomas de TDAH. Los científicos capturaron i
mágenes del cerebro de cada niño mediante imágenes de resonancia magnética (IRM), y luego examinaron las diferencias entre la estructura y el volumen del cerebro, que se sabe que están asociados con el TDAH, mediante la
morfometría basada en tensor.
"Encontramos una
asociación pequeña a moderada entre el número de eventos estresantes de la vida y los síntomas del TDAH", escribieron los investigadores. La asociación no fue más fuerte para los eventos antes o después de los seis años, pero la región del cerebro afectada cambió en función de cuándo ocurrieron los eventos estresantes.
Estos hallazgos, publicados en el
Journal of Abnormal Child Psychology, sugieren que la
adversidad en la primera infancia está relacionada con los
síntomas del TDAH y proporcionan una nueva percepción de las áreas del cerebro afectadas por el estrés.
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