El 7,8 por ciento de los españoles tienen la percepción de que están sufriendo una depresión aunque no hayan sido diagnosticados, según los últimos datos de Eurostat encargados de medir los indicadores de salud básicos europeos . La apreciación es mucho más alta entre las mujeres que los hombres de nuestro país, con un 10,7 por ciento frente al 4,8 por ciento de los varones. Atendiendo a la franja de edad la diferencia se hace aún más evidente. Mientras solo el 3,6 por ciento de la población de entre 15 y 64 años considera que está deprimida, el porcentaje sube hasta casi el 14 por ciento cuando el ciudadano entra en edad de jubilación.
Por último, otro de los factores que también influye en el autodiagnóstico es el nivel educativo. En este caso los peor parados son los que tienen los estudios más básicos (el 10,5 por ciento cree que está deprimido), muy alejado de aquellos que tienen títulos universitarios (3,6 por ciento) o de grado medio (6,2 por ciento).
Islandia, la más triste
En comparación con otros países del Viejo Continente, España está levemente por encima de la tendencia general. La media de los 28 estados miembros se sitúa en el 7,1 por ciento, solo 0,1 por ciento inferior al de todos los países europeos.
Islandia es el estado que alcanza niveles más altos (14,8 por ciento), seguido de Irlanda (12,1 por ciento), Turquía (11 por ciento), Portugal (11,9 por ciento) y Alemania (10,6 por ciento). En el polo opuesto destacan Rumanía (1,5 por ciento), Bulgaria (3,2 por ciento), República Checa (3,9 por ciento), Eslovaquia y Polonia (ambas con 4,2 por ciento).
Para la encuesta, que se llevó a cabo entre 2013 y 2015, se tomó como referencia el año 2014. El indicador de prevalencia de la enfermedad venía determinado por la pregunta: ‘Durante los últimos 12 meses, ¿ha tenido depresión?’ .
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