La mayoría de los
trastornos de salud mental se diagnostican y tratan a través de entrevistas clínicas y cuestionarios. Tanto es así que, durante aproximadamente un siglo, se han agregado nuevos datos de pruebas cognitivas al proceso de diagnóstico para ayudar a los médicos a aprender más sobre cómo y por qué las personas se comportan de determinada manera.
En este sentido, las pruebas cognitivas en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (
TDAH) se utilizan para identificar una variedad de síntomas y deficiencias, como la falta de atención, la hiperactividad e impulsividad o la percepción del tiempo alterada.
Un grupo de investigadores del estado de Ohio han revisado
50 estudios de una amplia gama de pruebas cognitivas para el TDAH para sintetizar los hallazgos y resumir los nuevos conocimientos proporcionados por tres
modelos computacionales comúnmente aplicados. Es decir, modelos de decisión de difusión, modelos de acumulador absoluto y modelos de distribución ex-gaussiana.
Los resultados de la investigación, publicados en la revista
Psychological Bulletin, muestran cómo los modelos computacionales
afinan la comprensión de los conceptos cognitivos que presumiblemente caracterizan al TDAH. Asimismo, también han mostrado que considerar las características de la muestra e integrar los hallazgos de los modelos computacionales y las medidas neurofisiológicas proporcionan evidencia de las características cognitivas específicas del endofenotipo del trastorno.
La
psiquiatría computacional, que compara un modelo simulado por computadora de los procesos cerebrales normales con los procesos disfuncionales observados en las pruebas, podría ser un complemento importante para el proceso de diagnóstico del TDAH.
Un modelo computacional podría ayudar a niños con TDAH
El estudio de las características cognitivas de los endofenotipos del TDAH a menudo se encuentra, según el análisis de los expertos, fuera del alcance de la investigación existente por tres razones: algunas pruebas cognitivas carecen de sensibilidad para detectar características clínicas; los métodos de análisis
no permiten el estudio de sutiles diferencias cognitivas; y la precategorización de los participantes restringe el estudio de la gravedad de los síntomas en un espectro continuo.
Con todo ellos, los investigadores buscan encontrar y producir
herramientas más valiosas en la investigación y la práctica clínica del TDAH.
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