Investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann (Israel) han hallado el mecanismo que subyace a la
ansiedad, lo que podría servir para ayudar a
desarrollar nuevas terapias para
aliviar los síntomas de esta enfermedad que cada vez afecta a más personas.
Durante casi 20 años, los expertos han estudiado los
roles neuronales de las proteínas llamadas
importinas, las cuales se encuentran en
todas las células y transportan moléculas al núcleo. El trabajo previo del laboratorio se centró en el
sistema nervioso periférico, si bien en el nuevo intentaron comprobar si alguna de las importinas también desempeñaba un papel en el sistema nervioso central, es decir, en el cerebro y en la médula espinal.
Para ello, cinco grupos de ratones, diseñados genéticamente para
carecer de genes de la subfamilia alfa de las importinas. Los investigadores sometieron a estos ratones a una
batería de pruebas de comportamiento y encontraron que un grupo, los que
carecían de importina alfa-5, no mostraban ansiedad en situaciones de
estrés.
Luego, los investigadores comprobaron cómo estos ratones "más tranquilos" diferían de los regulares en términos de expresión génica en ciertas regiones del cerebro involucradas en el control de la ansiedad. Los análisis computacionales apuntaron a
MeCP2, un gen regulador conocido que afecta los comportamientos de ansiedad.
Así, comprobaron que la
importina alfa-5 era
crítica para permitir la entrada de MeCP2 en los núcleos de las neuronas. Asimismo, los cambios en los niveles de MeCP2 en el núcleo afectaron a los niveles de una enzima involucrada en la producción de una molécula de señalización llamada
S1P.
En este sentido, en ratones que carecían de
importina alfa-5, MeCP2 no pudo entrar en los núcleos de las neuronas que controlan la ansiedad, reduciendo así la señalización de S1P y disminuyendo la ansiedad.
Medicamentos efectivos
Después de realizar
experimentos adicionales para confirmar que efectivamente habían descubierto un n
uevo mecanismo de regulación de la
ansiedad en el
cerebro, los investigadores buscaron
moléculas que pudieran
modificar este mecanismo.
Así, se dieron cuenta de que ya existen medicamentos que modulan la s
eñalización S1P como, por ejemplo, el
fingolimod, se usa para tratar la
esclerosis múltiple. Cuando los investigadores probaron los efectos del fingolimod en ratones normales, estos ratones mostraron una ansiedad reducida, de manera similar a los ratones genéticamente modificados que carecen del gen de la alfa-5 importina.
Además, los investigadores encontraron un informe anterior de un
ensayo clínico de fingolimod, según el cual el fármaco tuvo un
efecto calmante en pacientes con esclerosis múltiple. "Nuestros hallazgos han abierto una nueva dirección para la investigación de los mecanismos de la ansiedad. Si entendemos exactamente cómo el circuito que hemos descubierto controla la ansiedad, esto puede ayudar a desarrollar
nuevos medicamentos, o dirigir el
uso de los existentes, para
aliviar sus síntomas", han zanjado los expertos.
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