El Ministerio de
Sanidad descarta aplicar un plan específico a nivel nacional para atajar el actual récord de suicidios que vive la sociedad española. De manera que se deja de lado la opción planteada por Psiquiatría y que ha cosechado un gran éxito entre los países que han logrado reducir su tasa de suicidio a la mitad.
Según han manifestado fuentes del Ministerio a
Redacción Médica, Sanidad entiende que
es suficiente con la línea de acción en torno al suicidio recogida en la Estrategia de Salud Mental y que es similar a las que incluyen planes de suicidio autonómicos.
“No parece necesario que los objetivos y recomendaciones de la línea 3 (Prevención, detección precoz y atención a la conducta suicidas) se incluyan en un documento nuevo separado de la
Estrategia de Salud Mental”, resaltan desde el Ministerio.
Además, desde el Ministerio recuerdan que las recomendaciones principales para prevención del suicidio y conducta suicida se han incluido como acciones en el
Plan de Acción de Salud Mental 2022 -2024. Unas medidas que cuentan con un presupuesto de 100 millones a transferir a las comunidades autónomas y con “
financiación específica” para la implantación y desarrollo de un t
eléfono gratuito las 24 horas al día durante los 7 días de la semana. Una herramienta de atención a personas con conducta suicida que era uno de los reclamos históricos de Psiquiatría.
Esta clasificación del suicidio
contrasta con la empleada por la especialidad médica de Psiquiatría. En una entrevista con este medio, el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), Víctor Pérez Sola, consideraba que la
mejor manera de reducir el suicidio era mediante un plan nacional específico y multinivel. "España debe atajar la alta tasa de suicidios porque hasta ahora no lo estamos haciendo. Otros países lo han logrado, solo tenemos que seguir su receta. Solamente con una intervención no se soluciona nada", reclamaba el especialista ante Redacción Médica.
¿En qué consiste la estrategia de Sanidad para el suicidio?
En el documento, Sanidad aborda el suicidio en tres hojas donde repasa la gravedad de los datos y establece
dos objetivos generales y ocho específicos. El primero consiste en
“detectar de forma precoz y prevenir las conductas suicidas”. Para ello se buscará sensibilizar, concienciar y mejorar la información a la población general a través de acciones de sensibilización, concienciación e información promovidas por instituciones públicas, medios de comunicación y entidades sociales dedicadas a la causa.
Además, se tratará d
e mejorar el acceso a los servicios de salud mental y atención de las personas con conducta suicida junto con una
mejora en la detección de las personas con riesgo de conducta suicida por parte de los y las profesionales que trabajan en los servicios de salud (equipos de Urgencias, Atención Primaria, Salud Mental y otras especialidades).
Para ello, se dotará a los profesionales de
“herramientas que posibiliten la identificación de posibles pensamientos suicidas y la valoración de los factores de riesgo asociados a ellos (especialmente en situaciones de crisis emocional, en personas con problemas de salud mental y enfermedades crónicas así como en situaciones sociales que conlleven desvalimiento o aumento de la vulnerabilidad) incrementando la sensibilidad personal y profesional para comprender a las personas que realizan este tipo de conductas”, reza el documento.
También se establecerán c
riterios de detección de posible conducta suicida o de factores de alto riesgo que pudieran dar lugar a la reaparición de ideas suicidas y establecer criterios de intervención y ayuda en caso de detección de riesgo suicida. Una mejora en la detección que ira ligada a una promoción en la formación continuada para la detección del riesgo, adecuado diagnóstico y abordaje de la conducta suicida.
El segundo gran objetivo será
“promover la elaboración de procesos asistenciales integrados de atención a las personas”. Esto pasa por garantizar que el informe al alta del servicio de urgencias llegue al médico de Atención Primaria con el fin de asegurar la continuidad de los cuidados necesarios, así como al Centro de Salud Mental; ofrecer a las familias y personas allegadas información, recursos y herramientas que les permitan actuar en caso de un nuevo episodio; y atender prontamente a las personas cuidadoras, familiares y allegados de personas que han fallecido por suicidio estableciendo un procedimiento de cita y evaluación inmediata en Atención Primaria y servicios de salud mental que permita explorar la respuesta inicial ante la pérdida y la necesidad eventual de ayuda.
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