Las personas con psicopatía procesan las emociones con áreas del cerebro que individuos sin esta patología mental utilizan para funciones más cognitivas, como la memoria o la planificación, según las conclusiones de una tesis de la Universitat de Lleida (UdL).
Para llevar a cabo el análisis se comparó a 19 internos con psicopatía del Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERT) del Centro Penitenciario de Ponent, todos ellos hombres, con 20 individuos sanos. Las imágenes, que permiten visualizar la estructura cerebral, han permitido comprobar que los psicópatas tienen dificultades para reconocer las expresiones emocionales de miedo, tristeza y alegría.
En palabras de la principal autora del estudio, Vanessa Pera, "los aspectos neurobiológicos son básicos para entender esta patología y poder hacer planteamientos terapéuticos". En ese sentido, considera necesarias futuras investigaciones que combinen mediciones anatómicas y funcionales del cerebro para describir mejor las alteraciones detectadas en el cerebro de los psicópatas.
El trabajo forma parte de una investigación del grupo Fundamentos biológicos de los trastornos mentales del IRBLleida, publicada en la revista Plos One.
Una prevalencia del 1%
Los expertos estiman que la prevalencia de la psicopatía es de un 1 por ciento de la población general, mientras que el porcentaje se sitúa entre el 8 y el 18 por ciento si se habla de la población penitenciaria europea.
Entre los rasgos psicológicos más destacados se encuentran la ausencia de empatía, remordimientos o culpa, la manipulación de los demás para fines propios y el incumplimiento de las normas.
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