No es la primera vez que el colectivo científico advierte sobre los efectos nocivos de la
contaminación atmosférica en la salud de la población, con un impacto directo en la aparición de
accidentes cerebrovasculares, cardiopatías, cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias agudas y crónicas. Sin embargo, investigadores chinos han abierto una nueva ventana de riesgo al constatar una relación directa entre la
mala calidad del aire y la agudización de la esquizofrenia.
Este estudio, en el que se han involucrado expertos del Ministerio de Salud y la Escuela de Salud Pública de China, pretendía demostrar una posible conexión entre los
progresivos aumentos a corto plazo de los niveles de contaminación atmosférica en el país con un mayor riesgo de
episodios de esquizofrenia.
Para ello, se analizaron 817.296 registros de hospitalización por esquizofrenia en 259 ciudades chinas. Los pacientes de entre 40 y 64 años constituyeron el grupo más numeroso al concentrar al 56,4 por ciento de participantes, seguidos del segmento de 0 a 39 años (30,6 por ciento) y los mayores de 65 años (13 por ciento).
¿Cuál es el contaminante más peligroso?
El estudio evaluó, de igual modo, las concentraciones absolutas de los respectivos contaminantes atmosféricos y los incrementos durante una media de 6 días de PM2.5, PM10, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono. Dichas escaladas se asociaron con aumentos en torno al 2 por ciento de las hospitalizaciones por esquizofrenia, a excepción del dióxido de nitrogeno, cuyo aumento desencadenó el doble de ingresos en comparación con el resto de sustancias (4,61 por ciento). Además, el mayor riesgo de hospitalización debido a este trastorno psiquiátrico se asoció con aumentos sostenidos de aquellos contaminantes atmosféricos que duraron más tiempo, es decir, 4 días o más.
Por tanto, tal y como constaron los investigadores, los aumentos a corto plazo de los niveles de polución atmosférica entre días próximos se asociaban significativamente con
mayor riesgo de ingreso por esquizofrenia, independientemente de las concentraciones absolutas de los respectivos contaminantes atmosféricos.
Además de ofrecer nuevos conocimientos sobre el riesgo de episodios de esquizofrenia en relación a este fenómeno, los resultados "sugieren que debería
prestarse más atención a los aumentos a corto plazo de los niveles de contaminación atmosférica, especialmente a los incrementos sostenidos, para mejorar la prevención" de una patología que padecen, aproximadamente, 24 millones de personas en el mundo, apuntan los autores de este
estudio publicado en Jama Network.
Aumento del estrés oxidativo agudo
La mayoría de los pacientes con esquizofrenia experimentan múltiples recaídas, que generalmente dan lugar a peores resultados longitudinales, incluyendo un mayor riesgo de suicidio y una menor calidad de vida. Al ser la contaminación del aire el segundo factor de riesgo más alto para las enfermedades no transmisibles, los investigadores vieron probable que fuera también un factor clave para los trastornos mentales.
Y es que, los episodios agudos de esquizofrenia suelen estar relacionados con el estrés oxidativo agudo, que "puede ser estimulado por la exposición a corto plazo a la contaminación del aire ambiente". No obstante, los estudios existentes que investigan esta asociación se limitan a ciudades individuales o a subpoblaciones específicas -como los pacientes mayores de 65 años-, razón por la cual, los autores vieron conveniente elaborar un estudio exhaustivo que abarcara todos los grupos de edad y que puediera dilucidar sistemáticamente dicha relación.
Aunque la calidad del aire ha mejorado considerablemente en China desde 2013, los niveles actuales de contaminación atmosférica siguen teniendo un gran impacto en la salud, tal y como advierten los investigadores. Además, debido a los cambios en la frecuencia de los ciclones de superficie provocados por el cambio climático, los episodios de contaminación atmosférica pueden ser más frecuentes, graves y duraderos.
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