Un grupo de pediatras de Estados Unidos han actualizado las directrices para diagnosticar y tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (
TDAH) por primera vez desde 2011.
Mark Wolraich, autor principal de estas pautas, ha señalado que no hay diferencias dramáticas entre estas y las pautas anteriores, tal y como se recoge desde el medio
MedicalExpress. Pero ha añadido que estas últimas
actualizaciones mantienen las
directrices de la
Academia Estadounidense de Pediatría sincronizadas con los mismos criterios de diagnóstico y tratamiento utilizados por los psiquiatras de niños y adolescentes.
"El TDAH es un diagnóstico real que necesita tratamiento"
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El TDAH "no es un diagnóstico 'nuevo'. Es un diagnóstico real que necesita tratamiento", ha enfatizado Wolraich, que es profesor emérito en la Universidad de Oklahoma (Estados Unidos).
"Hay
dos formas de
tratamiento efectivas para el TDAH:
medicamentos, especialmente estimulantes, y
tratamientos conductuales. Ninguno de los tratamientos es curativo", ha asegurado, pero sí que pueden ayudar a controlar los síntomas.
Las actualizaciones de las pautas
Las pautas,
publicadas en la revista Pediatrics, incluyen:
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Cambiar la edad a la que los síntomas deben haber comenzado por primera vez. Anteriormente, debían empezar antes de los siete años. Ahora se ha elevado a los 12.
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En pacientes mayores de 17 años se necesitan menos comportamientos problemáticos para hacer un diagnóstico de TDAH. A medida que los niños crecen, los síntomas pueden cambiar y los comportamientos como la hiperactividad generalmente disminuyen.
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Enfatizar sobre la necesidad de descartar otras causas de síntomas similares al TDAH e identificar otras condiciones que pueden ocurrir con el este trastorno, como depresión, ansiedad, uso de sustancias, autismo o trauma.
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Destacar la necesidad de atención médica continua y coordinación dentro de la escuela y la comunidad.
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Recomienda la capacitación de los padres en el manejo del comportamiento como tratamiento de primera línea para preescolares. En este sentido, Wolraich ha señalado que la modificación del comportamiento es un tratamiento efectivo que generalmente tiene
dos fases de tratamiento. La
fase positiva recompensa a un niño por su comportamiento apropiado. La segunda incluye
consecuencias, como el "tiempo de espera". Pero, ha añadido, solo es últil si el tratamiento tiene el lado positivo.
Si bien las pautas no recomendaban específicamente la
capacitación en manejo del comportamiento para maestros y padres de estudiantes de educación secundaria con TDAH, han señalado que los estudios también encontraron algún valor en este tratamiento para adolescentes.
El "papel vital" de los pediatras
Victor Fornari, vicepresidente de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia en el Hospital Zucker Hillside en Glen Oaks, Nueva York (EEUU), ha expuesto que es importante que los pediatras estén
familiarizados con las
pautas actualizadas, porque "hasta el 10 por ciento de todos los niños cumplen los criterios para el TDAH y muchos niños con
síntomas leves a moderados pueden ser evaluados y tratados por su pediatra ".
"Si el TDAH no se trata puede conducir a resultados adversos"
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Fornari ha asegurado que si el tratamiento no funciona sin problemas, o si hay problemas de comportamiento continuos u otros de salud mental, los pediatras pueden colaborar con un psiquiatra infantil para obtener
orientación adicional.
Tanto Wolraich como Fornari han asegurado que los pediatras juegan un papel vital en el diagnóstico y tratamiento del TDAH porque ya tienen una
relación establecida con el niño y la familia.
"Es posible que las personas
no aprecien completamente que si el TDAH no se trata puede conducir a
resultados adversos. Si no se trata, se pueden producir trastornos académicos y de conducta, y trastornos más tempranos por el uso de sustancias. Los niños identificados y tratados más temprano tienen más éxito", ha apuntado Fornari.
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