Las personas con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (
TDAH) tienen más probabilidades de
autoadministrarse nicotina e informar respuestas más placenteras que las personas sin la afección, según un estudio realizado por investigadores de Duke Health.
En un artículo publicado en la revista
Neuropsychopharmacology, los investigadores de Duke probaron un
aerosol nasal de
nicotina para determinar los
efectos de este
químico adictivo en adultos jóvenes no fumadores. Reclutaron a
136 personas de entre 18 y 25 años. Alrededor de la mitad (61) de los participantes tenían un
diagnóstico clínico de
TDAH, y los otros (75) no padecían ningún trastorno psiquiátrico.
Durante las primeras tres sesiones, los investigadores expusieron a los participantes a
dos dosis diferentes de nicotina y a un aerosol placebo sin nicotina. En sesiones posteriores, pidieron a los participantes que eligieran nicotina o placebo, primero mientras estaban en un ambiente relajado en el laboratorio y, después, mientras tenían que resolver problemas matemáticos. Los participantes no sabían qué aerosol contenía nicotina.
Aerosol con nicotina
"Descubrimos que, independientemente de las condiciones de demanda, las personas con TDAH eligieron el
aerosol con nicotina", ha explicado el autor principal
Scott Kollins, profesor del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke. "Mientras tanto, las personas que
no tenían TDAH eligieron la
nicotina con más frecuencia cuando tuvieron que trabajar en los
problemas matemáticos cognitivamente desafiantes".
"Las personas con TDAH eligieron el aerosol con nicotina independientemente de las condiciones de demanda"
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Los
efectos de la nicotina en el
cerebro y el
comportamiento se han estudiado durante décadas, y no sorprende que las personas con TDAH se sientan atraídas hacia ella, ya que la nicotina afecta la fisiología cerebral que está involucrada en la condición clínica del trastorno.
"Esto sugiere que la primera
exposición a la nicotina podría ser
más placentera o de refuerzo para las personas con TDAH, lo que a su vez puede conducir a
mayores tasas de
dependencia", ha señalado Kollins. "Esto es importante tanto a la hora de fumar cigarrillos combustibles como para la posibilidad de engancharse con los cigarrillos electrónicos".
Seguimiento de seis meses
El equipo del estudio realizó un
seguimiento con los participantes durante seis meses después del estudio para asegurarse de que ninguno de ellos había iniciado el consumo de nicotina o tabaco. Ninguno lo había hecho.
Sin embargo, los resultados del estudio enfatizan sobre la importancia de hablar con niños y adolescentes con TDAH sobre los efectos de la nicotina. También sobre la necesidad de mostrarles que tienen un
riesgo potencial para volverse adictos.
"No es suficiente que esperemos que los niños y adolescentes que tienen TDAH ya hayan experimentado nicotina ", ha apuntado Kollins. "Deberíamos hablar con ellos sobre eso antes de que
vapeen o prueben su
primer cigarrillo".
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