Los
hermanos nacidos más tarde de niños con trastorno del espectro autista (
TEA) o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (
TDAH) tienen
más riesgo de padecer ambos trastornos, según concluye un nuevo estudio dirigido por
Meghan Miller, profesora asistente en el Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento y en el Instituto MIND de la Universidad de California Davis, en Estados Unidos.
El estudio, cuyos hallazgos se han publicado en 'JAMA Pediatrics', sugiere que las familias que ya tienen un hijo diagnosticado con TEA o TDAH pueden desear
monitorizar a los hermanos menores para
detectar síntomas de
ambas afecciones.
Los
síntomas del TDAH incluyen
dificultad para
concentrarse,
hablar sin parar o
soltar cosas, aumentar la
actividad y
problemas para quedarse quieto; mientras el
TEA conlleva
desafíos significativos con
la interacción social y la
comunicación, así como la presencia de intereses inusuales o comportamientos repetitivos como batir las manos o alinear objetos.
La recurrencia puede ser subestimada
"Hemos sabido durante mucho tiempo que los hermanos menores de niños con autismo tienen un riesgo mayor al promedio de autismo, pero el campo no tenía datos adecuados para determinar si registraban un mayor riesgo de TDAH -explica Miller-. A pesar del hecho de que el
autismo y el
TDAH parecen ser
muy diferentes en sus
descripciones, este trabajo destaca el
riesgo de superposición; los hermanos menores de los niños con TEA tienen un riesgo elevado tanto de TDAH como de autismo, y los hermanos menores de niños con TDAH presentan un riesgo mayor, no sólo de TDAH, sino también de autismo".
Las probabilidades de un diagnóstico de TEA eran 30 veces más altas en hermanos pequeños de niños con TEA
|
El equipo de investigación de Miller examinó los
registros médicos de
730 hermanos nacidos tarde de niños con TDAH,
158 hermanos nacidos más tarde de niños con
TEA y
14.287 hermanos nacidos más tarde de niños
sin diagnóstico conocido. Solo se incluyeron en el estudio las familias que tenían al menos un hijo menor después de un niño diagnosticado con una de esas afecciones.
"La evaluación del riesgo de recurrencia en muestras que incluyen solo a las familias que han tenido un hijo adicional después de un niño diagnosticado es importante porque la
recurrencia puede ser
subestimada si los investigadores incluyen familias que decidieron dejar de tener hijos tras el diagnostico de TEA o TDAH en su primer hijo", explica Miller.
Dos trastornos altamente hereditarios
Los investigadores encontraron en el estudio que en comparación con los hermanos nacidos más tarde de niños no diagnosticados, las
probabilidades de un diagnóstico de TEA eran
30 veces más altas en los hermanos nacidos más tarde de niños con TEA, y
3,7 veces más elevadas para un diagnóstico de TDAH. En comparación con los hermanos nacidos más tarde de niños sin diagnóstico de estas enfermedades, las probabilidades de un diagnóstico de
TDAH fueron 13 veces más altas en los hermanos nacidos más tarde de niños con TDAH, mientras que las probabilidades de un diagnóstico de
TEA fueron 4,4 veces más altas.
Se cree que el TDAH y el TEA comparten algunos
factores de riesgo genéticos e
influencias biológicas. Este estudio respalda la conclusión de que el TEA y el TDAH son
altamente hereditarios y pueden compartir las
causas y la genética subyacentes, según los investigadores.
Las
estimaciones fiables de
riesgo de recurrencia de diagnósticos dentro del mismo trastorno y en otros trastornos pueden ayudar a los
esfuerzos de detección temprana y mejorar la comprensión de las posibles
causas compartidas de las afecciones. La capacidad de
diagnosticar TEA y TDAH en
forma temprana podría
mejorar tanto el
tratamiento como la
calidad de vida.
"Existen
medidas y prácticas de detección fiables para el
diagnóstico de autismo en niños muy pequeños -afirma Miller-. Desafortunadamente, no tenemos estándares clínicos ni herramientas adecuadas para evaluar el TDAH a edades tan tempranas. Actualmente, estamos trabajando para
identificar marcadores tempranos de autismo y TDAH en bebés y niños pequeños que tienen un hermano mayor diagnosticado, ya que estos hermanos menores tienen más riesgo de TEA y TDAH".
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.