Las
madres jóvenes tienen una mayor probabilidad de tener un
hijo con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (
TDAH), según una nueva investigación de la Universidad del Sur de Australia (Australia).
Publicada en Nature's Scientific Reports, la investigación explora la relación genética entre los
rasgos reproductivos femeninos y los
trastornos psiquiátricos, y ha descubierto que el riesgo genético del TDAH en los niños estaba fuertemente asociado con la edad materna temprana en el primer nacimiento, en particular para las mujeres
menores de 20 años.
Datos de más de 220.000 mujeres
Para llevar a cabo el estudio los investigadores utlizaron datos genéticos de
220.685 mujeres a través del Biobanco del Reino Unido. Así, examinaron las correlaciones genéticas entre
cinco rasgos reproductivos femeninos -edad al primer nacimiento, edad en la primera relación sexual, edad en la primera aparición de la menstruación, edad en la menopausia y número de nacimientos vivos- y
seis trastornos psiquiátricos comunes -TDAH, autismo, trastornos alimentarios, depresión, trastorno bipolar y esquizofrenia-.
"Al comprender estos vínculos, podemos educar y apoyar mejor a las familias antes"
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El profesor asociado de la Universidad del Sur de California y líder del grupo de genética estadística del Centro Australiano para la Salud de Precisión,
Hong Lee, ha asegurado que los hallazgos podrían ayudar a
mejorar la salud reproductiva en las
mujeres y ofrecer
mejores resultados para sus
hijos.
El investigador ha explicado que las madres jóvenes pueden tener dificultades, especialmente cuando se están adaptando para convertirse en padres mientras aún son jóvenes. "Al comprender los vínculos entre ser madre a una edad temprana y tener un hijo con TDAH, podemos
educar y
apoyar mejor a las familias antes", ha afirmado Lee.
Se necesita más investigación
El científico ha indicado que el
enfoque es
doble. En primer lugar, se puede informar a las mujeres jóvenes sobre el alto riesgo genético de tener un hijo con TDAH si dan a luz a una edad temprana. "Esto puede
advertirles y
evitar que den a luz a una
edad inmadura, que no solo mejora su salud reproductiva sino también el
entorno manterno de su bebé", ha advertido.
En segundo lugar, se puede educar a las madres jóvenes sobre las características del TDAH, como la impulsividad y los comportamientos desatentos, "que pueden ayudar a las madres a reconocer mejor la condición de sus hijos y buscar tratamiento más pronto que tarde", ha apuntado.
A pesar de todo, el investigador ha aclarado que si bien los hallazgos son significativos, existen algunas complejidades latentes. "Es importante comprender que si bien existe un
vínculo genético claro entre el TDAH y las madres jóvenes, esto no es necesariamente una
relación causal", ha puntualizado.
El TDAH es un trastorno altamente
hereditario, lo que significa que una madre joven también puede tener los genes que afectan el riesgo de TDAH que luego hereda su hijo. "Saber que una mujer tiene una predisposición genética para el trastorno puede registrarse en el
historial médico de su familia y luego usarse para
controlar su salud y la salud de su
descendencia. De esta manera, podemos asegurar que tanto la madre como el bebé reciban el apoyo y la ayuda necesitan", ha concluido.
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