Los autores de un estudio publicado en
Psychiatry Research demostraron que la
terapia conductual puede reducir significativamente la gravedad de los
tics en los jóvenes diagnosticados con el
trastorno de Tourette u otros trastornos vocales o motores. Sin embargo, para los jóvenes con
TDAH este tipo de terapia conductual tuvo un efecto más débil.
Los
tics
afectan aproximadamente del 0.4 por ciento al 1.6 por ciento de los niños y comúnmente se acompañan de TDAH, del trastorno obsesivo compulsivo y de ansiedad. Se ha demostrado que los
medicamentos antipsicóticos reducen la agresividad de los tics, al igual que la terapia conductual. Sin embargo, los mecanismos detrás de la eficacia de la terapia conductual todavía no se han aclarado por la investigación.
Los 126 pacientes del estudio, con una edad media de 11,7 años (el rango fue de 9 a 17) fueron reclutados en
tres centros de tratamiento y asignados a un grupo de terapia conductual o un grupo control durante ocho sesiones durante 10 semanas.
Los jóvenes con TDAH tenían la memoria de trabajo deteriorada
Los niños que estuvieron en el grupo de terapia conductual recibieron una Intervención
Comprensiva de Conducta para Tics, una técnica establecida para reducir la severidad de los tics. Los participantes elegibles tenían un puntaje total de más de 13 en la Yale Global Tic Severity Scale (Ygtss) (más de nueve en niños que sólo tenían tics motores o vocales), fluidez en inglés y un cociente intelectual de más de 80.
Los investigadores excluyeron a los candidatos potenciales con un diagnóstico de dependencia de sustancias, un trastorno generalizado del desarrollo, manía, psicosis o más de cuatro sesiones previas de terapia conductual para reducir la gravedad de los tics.
Las evaluaciones administradas a los pacientes incluyeron la
Tarea de Señal de Parada, el
test Stroop o el
test de la Memoria Auditiva de Trigramas de Consonantes. Al inicio del estudio, los jóvenes con TDAH tenían la
memoria de trabajo deteriorada en relación con los jóvenes sin TDAH. Además, los niños que tomaron antipsicóticos mostraron una velocidad de procesamiento ligeramente más lenta, según el test de Stroop. Por el contrario, al inicio del estudio, no hubo asociaciones entre los correlatos neurocognitivos y la gravedad de los tics.
Los hallazgos sugieren que la
gravedad de los tics se redujo sin la disminución de
l funcionamiento cognitivo. Los investigadores explicaron que este resultado puede contrarrestar la preocupación de que "los recursos cognitivos requeridos para participar en el tratamiento pueden conducir a un mayor deterioro que los propios tics".
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