"La figura del
coach del sueño infantil es intrusismo y es muy peligroso". Así de contundente se muestra
Elena Anguiano, psicóloga del Colegio Oficial de Psicología de La Rioja, sobre el auge de estos asesores que se presentan en las redes sociales para elaborar un plan de sueño con el que los padres consigan que sus hijos recién nacidos duerman toda la noche del tirón. En este sentido, Anguiano recuerda que "no hay una fórmula maravillosa para conseguir este objetivo".
El
coach del sueño infantil o Sleep Consultant, se ha asentado en España fijándose en el modelo de países anglosajones como Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, donde tienen asociaciones o agrupaciones privadas que dan formación y certifican diplomas a cualquier persona (con o sin formación en Ciencias de la Salud). Esta figura no está regulada en nuestro país y su auge preocupa a
Psicología que ve en ella una "estrategia de marketing que se aprovecha de la desesperación de los padres cuando lo que hay que tener es paciencia".
Elena Anguiano reconoce en declaciones a
Redacción Médica que "la deseperación puede llevar a los padres a buscar ayuda para encontrar una
solución rápida y sencilla" a la
falta de sueño. "Cuando hay una
mala noche en un lactante o bebé, los padres lo acusan mucho y se quiere encontrar un remedio veloz, pero tenemos que tener en cuenta que es un
proceso de aprendizaje y en el sueño, aunque altere mucho a los progenitores, malas noches habrá siempre", explica. Además, recuerda que si se necesita ayuda lo mejor es acudir siempre a los especialistas (
psicólogos perinatales,
psicólogos infantiles o
pediatras) para encontrar el mejor consejo basado en la
evidencia científica. "Tener conocimientos más allá de lo cognitivo y lo conductual, como la
neuropsicología, ayuda a detectar posibles problemas".
Cuándo está preparado neurológicamente el bebé para dormir
La psicóloga considera que "es alarmista y peligroso crear un problema antes de que aparezca". Estos coach "dicen que desde los cero o dos meses ya pueden intervenir, pero no hay un material biológico para ello. Neurológicamente el bebé no está preparado para dormir toda la noche porque aún no tiene claro el
ciclo de vigilia y sueño. Las estructuras neurológicas no están preparadas... Son medidas 'mágicas' con un tema de marketing detrás. Intentan patologizar algo que es natural".
El sueño se va asentando poco a poco. "Es fundamental y se debe instaurar una rutina desde los primeros días. Sin embargo, hasta los nueve meses el 90 por ciento de los
niños no duermen toda la noche. Es un
proceso biológico, igual que la alimentación". Los niños recién llegados al hogar tienen que adaptarse a las rutinas de la familia. "Es un
proceso madurativo en el que el bebé tiene que cambiar algo y la familia tiene que adaptarse. El recién nacido tiene que aclimatarse a unos hábitos, pero los padres también tienen que adecuarse. Padres y bebé tienen que crecer".
¿Cuándo deben preocuparse los padres con el
sueño de sus hijos? El problema puede llegar, según explica Anguiano, cuando "el niño tiene un año y sigue sin un patrón de sueño establecido, en este momento basados en la
evidencia científica sí se recomendaría consultar con un especialista para tener un asesoramiento".
Soluciones a problemas de salud en Internet
El peligro, según la
psicóloga, está en buscar soluciones a problemas de salud en Internet. "Es contraproducente igual que lo es no contar con un profesional. Puede ser el mismo pediatra el que te explique si es normal o no la situación con el sueño que vive tu bebé. Los padres tienen que tener en cuenta que estas
terapias no están probadas y no se sabe qué efectividad pueden tener".
"Las
redes sociales son un altavoz enorme y estos coach prometen cosas maravillosas, pero tiene el riesgo de que haya otros problemas que se pasen por alto porque estas personas no tienen un cuerpo teórico sólido para poder detectarlos. De esta forma, se puede acabar provocando a la larga otros problemas", se lamenta
Elena Anguiano.
Qué cuesta contratar un coach del sueño
Los coach del sueño ofrecen una serie de paquetes, que van desde una asesoría telefónica de una hora (con un precio de unos 80 euros aproximadamente) a una asistencia de diez días. Esta segunda opción incluye la posibilidad de acudir personalmente al domicilio para la primera evaluación, en la que se instalan en la habitación del bebé. Los precios de esta modalidad varían entre los 300 y los 480 euros e incluye el llamado
'plan de sueño'.
Durante el tiempo contratado, se mantienen conversaciones diarias con el asesor y se van realizando ajustes y retoques según la respuesta del niño.
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