Menstruar a una edad temprana aumenta el riesgo de depresión y de problemas de conducta en la edad adulta. Es la conclusión a la que ha llegado una investigación, llevada a cabo en los Estados Unidos, en la que se analizó el caso de 7.800 mujeres que tuvieron su primer ciclo menstrual a una edad promedio de 12 años.
Los científicos han subrayado que la asociación entre la pubertad temprana y los problemas de salud mental se observa especialmente en aquellas mujeres que comenzaron a menstruar antes de los ocho años. Además, estas personas también tenían más probabilidades de tener problemas de conducta que condujesen a robar, mentir, irrumpir en los edificios y vender drogas.
"Curiosamente, la magnitud de la asociación entre la pubertad y estas dificultades psicológicas permanece estable, lo que significa que la pubertad está tan fuertemente asociada con los síntomas depresivos y la conducta antisocial durante la edad adulta como durante la adolescencia", ha señalado Jane Mendle, autora principal del estudio.
De hecho, aunque la pubertad puede ser un momento desafiante para todos los adolescentes, es un momento particularmente vulnerable para las niñas que maduran físicamente por delante de sus compañeros. La maduración física está vinculada a cambios en los roles y relaciones sociales, algo que se ha relacionado con dificultades para afrontar los nuevos cambios y factores estresantes de la vida.
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