La mayoría de los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) padece un desorden psiquiátrico o bien una alteración del neurodesarrollo (o ambas) de forma adicional. Así lo confirma un estudio reciente que utiliza una cohorte de 63 niños diagnosticados con TDAH publicado en East Asian Archives of Psychiatry.
De la muestra, todos menos un niño padecía trastornos psiquiátricos y/o del neurodesarrollo a la vez que TDAH. Y un 67 por ciento de los pequeños con TDAH estudiados presentó tanto un trastorno del neurodesarrollo como otro psiquiátrico además del diagnóstico principal.
De las alteraciones psiquiátricas comórbidas, la que se postula como predominante es la conocida como desorden por oposición desafiante o negativista, en tanto que el problema del desarrollo neurológico que, con más frecuencia, acompañaba al TDAH eran las dificultades del aprendizaje específico, según se hace constar en el artículo.
Sus autores advierten que, como era de esperar, se observa un claro agravamiento del cuadro de TDAH en quienes presentan comorbilidad, e instan a la comunidad médica a que saque a la luz “de forma explícita” esos trastornos paralelos al TDAH, durante la entrevista clínica del paciente, para evitar dejarlos de lado una vez hecho el diagnóstico principal.
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