Los niños con problemas de aprendizaje, como por ejemplo el TDAH, son tan inteligentes como sus compañeros y pueden alcanzar los niveles más altos, pero con frecuencia son mal diagnosticados como perezosos o poco inteligentes, con lo que tienen que luchar más. Son los resultados del último informe anual del Centro Nacional para Discapacidades del Aprendizaje (NCLD), en Estados Unidos.
Bajo el nombre ‘El estado de las discapacidades del aprendizaje: Entendiendo a 1 de cada 5’, el objetivo de la investigación es ofrecer medidas concretas para ayudarlos a tener éxito en la escuela y en la vida. De este modo, esboza estrategias para asesorar a los estudiantes con problemas de aprendizaje sobre cómo deben comportarse después del instituto – en el que se incluyen consejos para que tengan mayor capacidad de adaptación y fomentando una mentalidad positiva - y recomendaciones de políticas a nivel estatal y federal. El NCLD enfatiza la importancia del financiamiento de las escuelas públicas y rechaza el impulso de llevar este tipo de alumnos a esculas privadas, tal y como apoyan algunos funcionarios federales de educación.
El estudio combina las estadísticas más recientes sobre discapacidades de aprendizaje con anécdotas personales y sugerencias políticas para medir de manera holística cómo los niños con problemas de atención se desenvuelven en el país estadounidense. La investigación pone de relieve el elevado número de niños con problemas de aprendizaje. En ese sentido, cifra en un 14 por ciento de los niños que reciben servicios de educación especial con TDAH.
Mayor abandono escolar
Sin el apoyo académico o emocional adecuado, son mucho más propensos que sus compañeros a repetir un curso, suspender y abandonar la escuela. Las personas con problemas de aprendizaje y atención también tienen que luchar más cuando se incorporan al mercado laboral y tienen más probablidades de estar envueltos en problemas con el sistema judicial. Pero esta espiral de decadencia se puede prevenir.
En palabras del investigador del NCLD, Sheldon Horowitz, "los datos sugieren que no estamos en un gran lugar. Es importante la intervención temprana para las discapacidades de aprendizaje, así como estrategias para ayudar a los estudiantes a que se mantengan en el curso que les correponde”.
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