La mayoría de los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (
TDAH) que reciben
intervención conductual no necesitan medicamentos, según un nuevo estudio realizado por investigadores del Centro para Niños y Familias de la Universidad Internacional de Florida (Estados Unidos).
Los investigadores evaluaron a
127 niños no medicados con TDAH, de 5 a 13 años, durante el año escolar, después de participar en el Programa de Tratamiento de Verano del centro, un programa integral de campamento de verano para niños con TDAH y desafíos relacionados con el comportamiento, las emociones y el aprendizaje.
Los niños fueron
asignados aleatoriamente después del
final del programa para recibir una
intervención conductual baja o alta, o ninguna intervención conductual, y los maestros y los padres los evaluaron cada semana para
determinar si se necesitaba medicación.
Los investigadores descubrieron que los niños que recibieron una intervención conductual continua después del final del programa de tratamiento de verano tenían aproximadamente
la mitad de probabilidades que aquellos que no recibieron intervención para iniciar a consumir medicamentos cada semana en la escuela o en el hogar, y usaron
dosis más bajas cuando se medicaron en la escuela .
Las intervenciones conductuales incluyeron un
boletín de calificaciones diaria, una herramienta que ayuda a administrar el comportamiento y el rendimiento académico de los estudiantes. Otras intervenciones en el aula incluyeron
recompensas basadas en la escuela, sistemas de puntos o intervenciones conductuales individualizadas adicionales, entre otros.
Los costes del tratamiento no diferían
"Estos resultados se suman a una creciente literatura de investigación que sugiere que el uso de intervención conductual de baja intensidad como tratamiento de primera línea para niños con TDAH
reduce o elimina la necesidad de medicamentos", asegu
ra Erika Coles, autora principal.
Los investigadores también encontraron que los
costes del tratamiento
no diferían significativamente, independientemente de si el niño estaba recibiendo terapia conductual o medicamentos.
En el estudio, los padres de niños que recibieron una intervención conductual baja o alta se reunieron con un médico al comienzo del año escolar para establecer un boletín de calificaciones diario. Los padres también tenían la opción de
recibir apoyo adicional a través de
sesiones grupales mensuales para padres y
consultas individuales si enfrentaban situaciones difíciles de crianza en el hogar.
Los maestros de los niños que recibieron la intervención también recibieron apoyo para implementar la Boleta de calificaciones diaria y recibieron consultas adicionales para establecer intervenciones en el aula.
"Los padres y los maestros juegan un papel clave en la respuesta del niño a la intervención conductual", dijo Coles. "Es crucial que aprendan estrategias efectivas que beneficien al niño a largo plazo porque la medicación por sí sola no proporciona ningún beneficio a largo plazo".
El
estudio fue publicado en el
Journal of Clinical Child & Adolescent Psychology.
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