"La diabulimia es más grave que otros trastornos alimentarios al estar asociado a una enfermedad crónica como la diabetes. Existe un alto riesgo de mortalidad en edades jóvenes, porque se juntan las complicaciones propias de la patología diabética, como por ejemplo un fallo renal, y las del trastorno alimentario, como la osteoporosis o la amenorrea", cuenta a Redacción Médica la responsable del área médico nutricional del Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA), Agnés Peris.
¿En qué consiste el trastorno? "En pacientes diabéticos, el páncreas, al no trabajar bien, no segrega insulina y, sin la insulina necesaria, la glucosa se acumula en la sangre, se expulsa a través de la orina y como resultado se pierde peso", explica. "Esto se suele dar en personas con un perfil autoexigente, de baja autoestima y con una preocupación excesiva por la imagen corporal. Cuando se les diagnostica diabetes, se les impone una dieta estricta y su cuerpo responde con un aumento de peso, una situación que no aceptan. Por ello, para adelgazar de manera rápida, manipulan la insulina y se quitan kilos a través de la orina. Son pacientes con un alto riesgo vital, porque tienen episodios de bajada de azúcar y pueden incluso entrar en coma".
La diabulimia, recalca la especialista, "es frecuente en la adolescencia y juventud, ya que la diabetes tipo 1 se diagnostica sobre todo en edades jóvenes. Se trata de una época de cambios, en la que el paciente está muy preocupado por su imagen y, al no estar bien consigo mismo, hace lo que sea para bajar de peso". La enfermedad es "más frecuente de lo que se cree. Tiene las complicaciones propias del trastorno alimentario y de una diabetes mal controlada".
Pese a ello, el diagnóstico sigue siendo difícil "porque a nivel médico presenta alteraciones muy comunes porque no cumple el control de la diabetes. Se empieza a sospechar cuando hay una hospitalización frecuente por descompensación o pérdida de peso, trastorno del estado anímico como depresión, ansiedad o cambios de humor, que tenga la regla de manera irregular o incluso les desaparezca. Pero, sobre todo, cuando hay modificaciones de la glucemia y del estado de ánimo".
Tratamiento multidisciplinar
"El tratamiento es multidisciplinar, donde es necesaria la figura del psicólogo, del endocrino, del nutricionista, del psiquiatra y evidentemente del médico. Lo importante es que el equipo consiga que el paciente confíe en ellos y pueda perder los miedos alrededor del peso, ese estigma a los hidratos de carbono, un alimento fundamental para su salud por su condición de diabético, y lograr que sean capaces de tomar insulina sin manipular", concluye Agnés Peris.
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