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Investigadores españoles 'bucean' en la microbiota por el TDAH

Un innovador estudio quiere encontrar un marcador de diagnóstico y pronóstico del trastorno, inexistente a día de hoy

José Angel Alda, jefe de Sección en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Sant Joan de Déu de Barcelona.

21 mar 2019. 17.50H
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POR MARÍA GARCÍA
Hay teorías e investigaciones sobre la implicación que existe entre la salud de la microbiota intestinal y la salud mental. Así lo afirman José Angel Alda, jefe de Sección en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Sant Joan de Déu de Barcelona, y María Izquierdo Pulido, profesora de Nutrición y Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Barcelona. Por eso, ambos participan, junto con la Universitat Rovira i Virgili, en un estudio que, bajo esta premisa, busca un marcador de diagnóstico y de pronóstico del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

"Nuestra hipótesis es que hay una flora determinada que tiene relación con los síntomas y que serviría como marcador de diagnóstico y de pronóstico del TDAH", explica a Redacción Médica José Angel Alda, quien está al frente de este estudio. 

"En alguna patología, como la depresión, la esquizofrenia o enfermedades autoinmunes, se ha encontrado una relación entre la microbiota y la patología concreta. En el autismo también se ha visto algún vínculo. La idea es intentar valorar si hay algún tipo de flora intestinal concreta que se ve más en pacientes de TDAH", prosigue. 

Conseguir 240 pacientes


Los participantes de este estudio, que se está llevando a cabo gracias a una beca de la Fundación Alicia Koplowitz, tienen entre seis y 15 años. Para llevarlo a cabo, se dividen en cuatro grupos: uno con menores con TDAH que siguen un tratamiento farmacológico; otro con personas con el trastorno pero sin tratamiento farmacológico; un tercero con los hermanos de los dos primeros grupos; y un cuarto con menores sin el trastorno. 

De momento, los expertos explican que tienen muestras de cerca de 200 pacientes. Al tratarse de un estudio genético, esperan llegar a los 240 a finales de junio. Pero les está costando. "Nos estamos encontrando con muchos preadolescentes a los que les da pudor entregar una muestra de heces", asegura Alda. 

En el caso de encontrar la relación, habrán conseguido un marcador de diagnóstico y de pronóstico para el trastorno, inexistente a día de hoy, ya que la evaluación depende del ojo clínico del profesional. 

"No hay una prueba genética, ni neuroquímica, ni de neuroimagen que te dé el diagnóstico de TDAH. Con lo cual sería un descubrimiento importante", señala el psiquiatra. La falta de este tipo de diagnosticos, explica, puede provocar la frustración de los padres de niños con TDAH por la discrepacia entre los profesionales. Esperan tener los resultados a finales de este año o a principios de 2020.



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