El
sistema inmunológico podría jugar un papel importante en el
desarrollo de la depresión posparto después de un
embarazo estresante, sugiere una investigación reciente. Áreas del
cerebro responsables de la
regulación del estado de ánimo mostraron s
ignos de inflamación en el estudio, que utilizó un
modelo animal de depresión posparto para examinar la posible conexión entre el sistema inmunitario, el cerebro y el trastorno.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, se presenta en San Diego (Estados Unidos), en la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia. "La depresión posparto está poco estudiada y, como resultado, sigue siendo poco conocida -afirma la autora principal,
Benedetta Leuner, profesora asociada de Psicología en el Estado de Ohio-. Lograr una
mejor comprensión de los factores que contribuyen a este
trastorno grave y
prevalente será clave para encontrar formas de ayudar mejor a las mujeres que están luchando".
La depresión posparto es común después del parto: alrededor del
15 por ciento de todas las nuevas madres experimentará el trastorno, que tiene una variedad de síntomas, como
depresión prolongada,
dificultad para relacionarse con el bebé,
fatiga abrumadora y
desesperanza. "Al menos
medio millón de mujeres en Estados Unidos sufren cada año depresión posparto, y esa es probablemente una estimación baja. Es sorprendente lo poco que sabemos acerca de cómo surge", apunta Leuner.
Las investigaciones anteriores se han centrado principalmente en las posibles
explicaciones hormonales para la depresión posparto, aunque se han realizado algunos trabajos anteriores sobre el sistema inmunológico. En esos estudios, los científicos han observado signos de inflamación en la sangre y han encontrado resultados mixtos. Este nuevo estudio analizó la
corteza prefrontal medial, una región del cerebro vinculada con el estado de ánimo previamente implicada en la depresión posparto.
El estrés puede cambiar el funcionamiento de células inmunes cerebrales
Para el experimento, los autores
estresaron a ratas durante el embarazo para imitar un factor de riesgo bien conocido para la depresión posparto en madres humanas. De manera similar a los comportamientos observados en mujeres con depresión posparto, los animales estresados mostraron una
menor atención a sus crías y comportamientos similares a la depresión y la ansiedad durante varias tareas.
Y, a diferencia de los animales de comparación no estresados, las ratas estresadas presentaban
niveles más altos de marcadores inflamatorios en su tejido cerebral, dice Leuner. Además, los científicos encontraron evidencia de que el estrés podría llevar a cambios en la forma en que funcionan ciertas células inmunes en el cerebro, llamadas microglía.
La coautora del estudio,
Kathryn Lenz, profesora asistente de Psicología en el Estado de Ohio, dice que está cada vez más interesada en el papel del sistema inmunológico y sus efectos posteriores en el cerebro en los trastornos del estado de ánimo, incluida la depresión posparto.
"Fue especialmente interesante que no encontramos evidencia de aumento de la inflamación en la sangre, pero sí la hallamos en esta área del cerebro que es importante para la regulación del estado de ánimo. Estamos muy emocionados porque esto sugiere que la inflamación en el cerebro puede ser un potencial contribuyente a la depresión posparto ", subraya Lenz.
Y continúa: "Eventualmente, esto podría proporcionar un
mejor objetivo para el tratamiento, ya sea a través de medicamentos u otras técnicas como la meditación, la dieta y la reducción del estrés". "La depresión posparto es debilitante y puede afectar negativamente a toda la familia. Tenemos la esperanza de que esta y futuras investigaciones mejoren la vida de las mujeres y de quienes las rodean", agrega Leuner.
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