Al igual que con el resto de enfermedades mentales, con el
trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se tiende a la estigmatización y la creación de estereotipos. Para combatir esta lacra, el psiquiatra
César Soutullo, ha elaborado un listado de
10 falsos mitos sobre el TDAH.
“Hay muchos mitos sobre el TDAH, la gente opina sin saber, y todos ‘saben’ cómo cambiar el comportamiento descontrolado del niño”, afirma Soutullo en su artículo publicado para la
Fundación Cantabria Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (Cadah).
‘El TDAH es culpa de los padres y su diagnóstico es poco fiable’, es el primer falso mito. “El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo, de origen neurobiológico y con
una gran carga genética. Por ello, el TDAH no es culpa de los padres, y el trastorno no "aparece" por una mala educación, por falta de comunicación padres-hijos, por falta de afectividad, desacuerdos entre los padres, por separación o divorcio… aunque todos estos factores pueden agravar la situación cuando sí existe el trastorno de base”, asevera el especialista.
Descrito por primera vez hace más de 100 años
El segundo mito que descarta el psiquiatra es que ‘el TDAH es una enfermedad nueva, sólo existe en EEUU y es un invento’. Como explica, el TDAH fue descrito ya en 1865. “Aunque el nombre ha ido cambiando según hemos ido sabiendo más sobre el trastorno, la entidad clínica TDAH está descrita desde hace más de 140 años, desde la época de la Reina Isabel II en España”. Además, la frecuencia de su aparición es similar en todo el mundo, entre el dos y el seis por ciento según diferentes estudios.
‘Los
síntomas de TDAH son leves, se trata de una enfermedad falsa, fruto del poco aguante de los padres de hoy’, es otro de los mitos. “Si no se trata correctamente, reduce seriamente el
rendimiento académico del niño y desemboca en fracaso escolar”, responde ante esto Soutullo, quien además advierte de que los niños con TDAH no tratado “desarrollan con frecuencia comportamientos negativistas: desobediencias progresivas, desafío a la autoridad y poco a poco, problemas de conducta mayores, e incluso abuso de alcohol y drogas (especialmente porros)”.
Acabar con el miedo a la medicación
‘El TDAH sólo afecta en la niñez y desaparece en la adolescencia’, ‘sólo afecta a niños y no a las niñas’, ‘lo debe diagnosticar primero el neurólogo’ y ‘que el tratamiento deber ser primero sin medicación’ son otras de las falsedades comúnmente aceptadas por la sociedad.
“El TDAH permanece en adolescentes y adultos, las
niñas con el trastorno pasan más desapercibidas pero no quiere decir que no lo padezcan. Además, un pediatra con experiencia y formación puede hacer un diagnóstico inicial e incluso llevar a cabo un tratamiento, no tiene por qué ser diagnosticado por un neurólogo”.
Respecto al tratamiento apunta que “el trastorno no debe ser tratado solamente con
medicación, pero ésta es imprescindible en la inmensa mayoría de los casos”.
Las últimas falsedades que destierra Soutullo son que ‘es mejor no dar medicación al niño’, relacionada con el anterior mito, que ‘las medicaciones producen adicción’ y que esta ‘influye en la altura del pequeño’.
“Es falso que el
metilfenidato produzca adicción. Aunque químicamente es similar a la anfetamina, a dosis normales en TDAH y por vía oral no produce efecto euforizante. Además, subraya que ningún estudio ha demostrado con claridad la asociación entre una ralentización o disminución del crecimiento del niño y el uso de fármacos contra este trastorno.
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