El colesterol alto, la obesidad o el consumo de drogas son algunos de los principales riesgos para la longevidad del paciente y que que son monitoreados más de cerca por los médicos. Ahora, según
Russell Barkley, científico, psicólogo e investigador, añade a esta lista le falta una métrica clave: el TDAH infantil.
De hecho, Barkley asegura que el TDAH es el
factor número uno que afecta la mortalidad de las personas que la padecen. En otras palabras, el TDAH no es solo un problema de salud mental: es un "
problema importante de salud pública".
Durante una presentación en la Conferencia Chadd de 2018 en St. Louis, Missouri, Barkley demostró que las
formas complejas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden
acortar la esperanza de vida del paciente. El equipo de investigación de Barkley utilizó datos de un
estudio longitudinal que siguió a un gran grupo de pacientes varones, predominantemente blancos, con TDAH desde la infancia hasta la edad adulta en Milwaukee, Wisconsin.
Diferentes factores de riesgo
El equipo descubrió un conjunto de
distintos factores de riesgo durante cada etapa de desarrollo. Estos factores de riesgo relacionados con el TDAH son el dominio cognitivo, familiar, educativo, laboral, financiero, sexual, de conducción y relacionados con la salud.
Después, los investigadores utilizaron una
calculadora de base de datos de la Universidad de Connecticut para determinar exactamente
cómo puede traducirse cada factor de riesgo en años de pérdida de vida Los resultados de este análisis mostraron que la expectativa de vida
se reduce en casi nueve años saludables (ocho años en total) para aquellos que tenían TDAH durante la infancia en comparación con un grupo de control.
Los pacientes cuyo TDAH persistió en la edad adulta vieron una
reducción adicional de cinco años en la esperanza de vida. En comparación con un grupo de control, los adultos con TDAH pueden esperar que se
acorte su vida de 11 a 13 años en comparación con sus compañeros de edad y perfil de salud similares. La publicación del estudio se publicará en el
Journal of Attention Disorders.
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