Francisco Ferre, vocal de Adicciones Comportamentales de la Sociedad Española de Patología Dual (
SEPD) y jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, manifiesta que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (
TDAH), la
depresión, ansiedad, dependencia del alcohol y trastorno obsesivo compulsivo (TOC) son los
trastornos mentales más asociadas a las
adicciones comportamentales.
Esta afirmación la hace en el marco de las III Jornadas de Adicciones Comportamentales y Patología Dual (
Adcom 2018), en la que la SEPD enfatiza que en el caso de las adicciones comportamentales, la
patología dual (cuando se sufre una adicción y otro trastorno mental al mismo tiempo) es la
norma. Por ello, es fundamental que el
médico o psicólogo que atiende una adicción comportamental por primera vez,
investigue qué trastorno mental subyace.
Asimismo, Ferre señala que una
adicción con sustancia y una
adicción comportamental “siguen los
mismos mecanismos cerebrales y conductuales en cuanto al abuso, la tolerancia, la dependencia y la abstinencia” y que “en ambos casos el
consumo se vuelve
patológico cuando hay consecuencias negativas a nivel social, económico, familiar, legal y físico”.
Abordaje preventivo y asistencial
Las adicciones comportamentales son un trastorno mental y no un vicio o una mala conducta
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Néstor Szerman, presidente de la Fundación Patología Dual y jefe de Servicio de Salud Mental Retiro del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, hace
hincapié en que las adicciones comportamentales son un trastorno mental y
no un vicio o una mala conducta, por lo que “el
abordaje preventivo y asistencial debe partir de esta premisa básica que sustenta el concepto de patología dual”.
“El
componente neurobiológico de las adicciones comportamentales es compartido con otros trastornos mentales, sean trastornos categóricos (como la depresión o el TDAH, por ejemplo), o
rasgos patológicos de personalidad con emocionalidad negativa o impulsividad. Entre ellos comparten bases genéticas, circuitos y sistemas cerebrales comunes, como se pone de manifiesto en una
publicación reciente en 'Science'”, añade.
Adicciones comportamentales en la sociedad actual
Néstor Szerman afirma que para sufrir una adicción hace falta tener una
vulnerabilidad previa, por lo que la mayor oferta de ocio, las nuevas tecnologías y los juegos de la sociedad actual facilita que más personas vulnerables entren en contacto con ellas. “Es probable, como ya está pasando, que la incidencia de las adicciones comportamentales
aumente con el paso de los años”, pronostica.
En esta línea, el especialista recuerda que no se dispone aún de estudios epidemiológicos que recojan el número de pacientes con patología dual asociada a una adicción comportamental porque éstas no se solían tener en cuenta. “Fue en 2013 cuando el
trastorno por juego se consideró por primera vez una conducta adictiva, pero se estima que, al igual que en las adicciones a sustancias, solo un 10 por ciento de las personas expuestas desarrollarán el fenotipo más adictivo”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya
incluye la
adicción a los videojuegos en su apartado de
trastornos mentales, lo que supone un importante
reconocimiento para las
adicciones comportamentales.
Mayor incidencia en infancia y adolescencia
Al igual que las adicciones a sustancias, las adicciones comportamentales comienzan muy pronto en la vida de una persona vulnerable. Recientemente, la encuesta '
Estudes 2017', del
Plan Nacional sobre Drogas, reveló una evolución al alza del
uso compulsivo de internet hasta el
21 por ciento entre los estudiantes de 14 a 18 años, lo que supone un 4,6 por ciento más que en la anterior edición de 'Estudes'.
Según la encuesta 'Estudes 2017', el 21% de los estudiantes de 14-18 años hacen un uso compulsivo de internet
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Además, Madrid Salud y la Universidad Camilo José Cela presentaron recientemente un estudio sobre el 'Uso de Internet, Apps y Dispositivos Electrónicos en Adolescentes de la ciudad de Madrid'. Los resultados mostraron que más de un tercio de los estudiantes de 4º de la ESO que participaron hacen un
uso problemático de internet y casi otro tercio están en
riesgo de desarrollarlo; el 43,5 por presenta una
conducta problemática en el uso de whatsapp y casi un 40 por ciento hace un
uso problemático de redes sociales.
Según recalca
Beatriz Mesías, subdirectora General de Adicciones del Instituto de Adicciones de Madrid Salud, “el Servicio de Orientación Familiar del Instituto de Adicciones cuenta con un p
rograma de orientación familiar personalizada, que ha constatado un aumento progresivo de las intervenciones, hasta las más de 200 familias madrileñas atendidas en 2017”.
“Otras acciones preventivas son el
Aula de Formación on-line, que acerca las herramientas de prevención de adicciones al profesorado y a los responsables de entidades sociales que trabajan con adolescentes y jóvenes; o el
programa de intervención, fundamentalmente psicoeducativa, con jóvenes menores de 25 años con problemas de uso inadecuado de nuevas tecnologías y de juego patológico”, añade Mesías.
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