Las intervenciones basadas en el
mindfulness y la
psicoeducación pueden ser
enfoques neuropsicoterapéuticos efectivos para regular la
disfunción cerebral relacionada con el déficit de atención e hiperactividad (
TDAH) en adultos, especialmente con respecto a la
memoria de trabajo, según una investigación
publicada en
Behavior Research and Therapy.
Los investigadores afirmaron que "este es el
primer estudio que podría mostrar que el mindfulness
influye en las regiones del cerebro asociadas con la función de la memoria de trabajo y la falta de atención en adultos con TDAH".
Las deficiencias en la memoria de trabajo son un rasgo característico del TDAH en la edad adulta, que afectan la vida diaria de los pacientes, la toma de decisiones y el almacenamiento de información. Las investigaciones actuales respaldan el mindfulness como un medio para
apoyar la regulación de la atención y las emociones en pacientes con TDAH, así como para
mejorar la calidad de vida al fortalecer la función cerebral en regiones que se cree que están asociadas a estos déficits (corteza prefrontal, áreas del cerebro parietal y ganglios basales).
Compararon ambos tratamientos
Los investigadores compararon los efectos del
tratamiento de mindfulness (
MAP, por sus siglas en inglés) con el efecto de un tratamiento de
psicoeducación (PE, por sus siglas en inglés), que previamente ha demostrado ser un
medio eficaz para reducir los síntomas del TDAH.
Dos semanas antes del tratamiento, los participantes fueron evaluados por sí mismos y por el observador utilizando las escalas de calificación de adultos con TDAH de Conners (Caars, por sus siglas en inglés) para
medir la gravedad de los síntomas. Además, cada persona se sometió a
resonancia magnética estructural y funcional (IRMf). A medida que los participantes realizaban una tarea, se adquirieron fMRI para evaluar la memoria de trabajo. Después de 8 semanas de tratamiento, se registraron los puntajes de Caars y las pruebas de fMRI.
El estudio no incluyó un grupo de control sin TDAH
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Los investigadores
no encontraron diferencias significativas entre los participantes del grupo MAP y PE a través de cualquier variable demográfica, síntomas o subtipos de TDAH, comorbilidad o medicación. Antes del tratamiento, los participantes del MAP tenían un 54,55 por ciento de respuestas correctas para el objetivo. Aquellos en el grupo de PE tenían un 50,85.
Después del tratamiento, el grupo MAP tuvo un 62,35 por ciento de respuestas correctas para el objetivo, mientras que el grupo PE obtuvo un 57,45.
MAP no fue superior en comparación con PE en la mejora de la función de memoria de trabajo. Los resultados indicaron una
activación significativamente mayor en el lóbulo parietal derecho para las respuestas correctas del objetivo en todos los grupos. En el grupo
MAP, hubo un aumento significativo relacionado con la tarea en la
activación cerebral en el lóbulo parietal inferior bilateral después de la intervención, así como una
activación neuronal más alta en partes de los ganglios basales asociadas con problemas de falta de atención y memoria autopercibidos.
En el grupo MAP, una disminución en el puntaje en la escala de Caars -calificada por el observador en "
hiperactividad / inquietud"- se asoció con una activación más fuerte en la corteza prefrontal medial bilateral y en la
corteza cingulada posterior bilateral. Sin embargo, ambos grupos
mejoraron el rendimiento de la tarea.
Alternativas efectivas a algunos tratamientos psicofarmacológicos
Entre las
limitaciones del estudio se incluyen que el estudio se realizó en un período corto de tiempo, que el tamaño de muestra fue pequeño y que los cambios en la activación neurobiológica entre los participantes del MAP podrían mostrar cambios en la función cerebral que aún no afectan al comportamiento. Además,
el estudio no incluyó un grupo de control sin TDAH, aunque los investigadores recomiendan la inclusión de dicho grupo en estudios futuros.
Los resultados del estudio apuntan a
alternativas efectivas a los tratamientos psicofarmacológicos con metilfenidato para pacientes que no responden, contraindicaciones o eventos adversos, o para pacientes que prefieren tratamientos no psicofarmacológicos.
"Dados los hallazgos actuales, se puede formular la hipótesis de que, A corto plazo, la PE y el MAP son igualmente efectivos para
mejorar la función de la memoria de trabajo en el TDAH", concluyeron los investigadores.
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