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Descubren la proteína del sistema inmune que causa la adicción a la cocaína

Estos componentes podrían ser utilizados para el desarrollo de un tratamiento farmacológico

Según una investigación llevada a cabo por la Escuela Icahn de Medicina en el Monte Sinaí, en Estados Unidos.

16 ene 2018. 17.30H
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POR REDACCIÓN
Una proteína producida por el sistema inmune (G-CSF) es responsable del desarrollo de la adicción a la cocaína. Así lo afirman investigadores de la Escuela Icahn de Medicina en el Monte Sinaí, en Estados Unidos.

El estudio muestra que esta proteína puede alterar el deseo de cocaína en un ratón. Este efecto es modulado por una región del cerebro que desempeña un papel central en el procesamiento de la recompensa y la adicción. Si se aplica a humanos, estos hallazgos representan un posible enfoque terapéutico para disminuir la motivación de un adicto a la cocaína de buscar la droga.

"Los resultados de este estudio son emocionantes porque fuera de los programas de 12 pasos y la psicoterapia, no existe terapia asistida por medicamentos para tratar la adicción a la cocaína", explica el autor principal del estudio, Drew Kiraly, profesor asistente de Psiquiatría en la Escuela Icahn de Medicina en el Monte Sinaí, Estados Unidos.

Tratamiento bioquímico

"Ya existen medicamentos que manipulan G-CSF como fármacos aprobados por la FDA. Una vez que aclaremos cómo la señalización de G-CSF puede ser mejor dirigida para reducir los comportamientos similares a la adicción, hay una gran posibilidad de que los tratamientos dirigidos al G-CSF puedan traducirse en ensayos y tratamientos para pacientes", augura este experto.

La G-CSF se trata de una citocina producida por las células inmunes que se expresaron a niveles más altos en la sangre y el cerebro de ratones tratados con dosis repetidas de cocaína.

Inyectar G-CSF en el núcleo accumbens, una región del cerebro asociada con la recompensa, hace que los roedores tomen más cocaína, pero no cambia su motivación para consumir una recompensa más natural, el agua azucarada. Por el contrario, la inyección de un anticuerpo que neutraliza G-CSF en el núcleo accumbens reduce la motivación del ratón de tomar cocaína.

En conjunto, los resultados sugieren que la manipulación de G-CSF en el centro de recompensa del cerebro cambia las señales bioquímicas que llevan a los animales a tomar cocaína.

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