El Covid pone en jaque la atención en Salud Mental: "Solo llegan urgencias"

La incertidumbre, la crisis económica, el paro, los confinamientos y los duelos por muertes con coronavirus y otras patologías como consecuencia de la pandemia está disparando -y seguirá haciéndolo- los trastornos de salud mental. Sin embargo, los servicios de Psiquiatría ni tienen más visitas ni listas de espera. Al contrario. Solo aumentan las urgencias. 

"En España hay una menor derivación de casos, lo cual nos preocupa muchísimo. Nosotros sabemos que en estas circunstancias, aunque solo fuera por aspectos que tienen que ver con el aislamiento y crisis económica, independientemente de la pandemia, la incidencia de nuevos casos de trastornos aumentan", asegura Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP). Con la crisis financiera de 2008, esta atención aumentó alrededor del 20 por ciento. Así que cree que, como mínimo, es el porcentaje de incremento que se tiene que ver ahora. 

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Sin embargo, de momento la situación no se refleja en un aumento de la demanda. "Lo cual nos hace sospechar que  no estamos resolviendo ni dando solución a estos problemas. Es algo que nos preocupa muchísimo y que muy probablemente se deba a tener una Primaria colapasada. Desde este nivel asistencial nos llegan el 80-90 por ciento de pacientes", explica. El resto son urgencias, y esas sí están llegando. 

Quienes sí están llegando son los que más fácil tienen el acceso a los servicios de Psiquiatría: los propios profesionales sanitarios. El también director del Instituto de Salud Mental y Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio explica que a ello lla falta de acceso a Primaria también les afecta. "Nos están llamando más que nunca. Hemos atendido a más de 400 (el hospital tiene alrededor de 8.500 trabajadores), afirma.

Dentro de este colectivo, los profesionales de la Salud Mental están viendo mucha sintomatología postraumática. "El otro día un trabajador me llamó bloqueado en la M30. No era capaz de moverse. A unos les duelen la cabeza, otros tienen problemas para dormir, otros están tristes...", destaca. Y como ellos, 

"Daños colaterales del Covid-19"

Los recursos sanitarios están ahora centrados en el Covid. Arango cree que en unos meses serán conscientes de las morbilidades, comorbilidades y mortalidad que hay como "daños colatorares del Covid". "Las consecuencias es lo que llevamos predicando tiempo: es importante atender cuanto antes para que los problemas no se cronifiquen y tengan un mejor pronóstico", señala. 

"La gente necesita mensajes, buenos o malos"

"Ahora estamos dejando de dar mucha asistencia a patalogías crónicas. Los hospitales de días cerraron y centros de rehabilitación cerraron. No estamos proveyendo de atención en salud mental que hacímos antes, con lo cual, si lo que realizábamos era eficaz, lo notaremos de alguna forma", augura. 

Con esto, y las circunstancias que acarreará esta segunda ola de Covid-19, lo previsible es que aumenten los problemas que están relacionados con trastornos de ansiedad, trastornos afectivos, estrés postraumantico, trastornos del sueño y un aumento de abuso de sustancias y ludopatía.

Por ello, pide terminar con la incertidumbre en la medida de lo posible, y esto significa el fin de mensajes contradictorios por parte de los responsables: "La gente necesita mensajes, buenos o malos. Los médicos estamos muy entrenados en eso. Al paciente le genera más angustia no saber", asegura. Así que reclama mensajes realistas, y no solo optimistas. Y, sobre todo, nada de "Medicina paternalista". Es la forma de evitar que ocurra 'otra ola': la de trastornos de salud mental.