Durante los últimos días, varias ciudades y regiones han anunciado que prohibirán la
apertura de nuevas
casas de apuestas. Una de ellas es
Barcelona, donde el equipo de
Ada Colau ha declarado que impedirá abrir y ampliar este tipo de negocios.
Otra es Navarra. Su presidenta de Gobierno,
María Chivite, ha asegurado que se va a aprobar una moratoria para limitar los locales de juego. Sin embargo, y a pesar de que estas medidas son un paso adelante para concienciar del problema que suponen estos lugares, la
Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) las ve
insuficientes.
Celso Arango, presidente de la SEP, asegura que "todas estas medidas pueden ayudar algo, pero no van a la raíz de la cuestión". "Es como cerrar bares para que haya menos alcoholismo o la ley seca. El problema fundamental está en la
falta de
prevención y
educación", afirma.
"Es más importante el uso responsable de las redes sociales que aprenderse los reyes visigodos"
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Y critica que "tenemos un
sistema educativo decimonónico con muchísimas dificultades para cambiar el temario en función de cómo va avanzando la sociedad. Ahora mismo es más importante que aprendan a hacer un uso saludable de las redes sociales que el nombre de los reyes visigodos", afirma.
El presidente de la sociedad científica tiene claro que la prevención del juego debe comenzar desde que los niños son pequeños; que hay que enseñarles que en este negocio solo saca beneficio el dueño, no quien apuesta. "Que
siempre que
alguien gana,
alguien pierde", asegura.
Terminar con su publicidad
En los últimos años las apuestas se han acoplado como un actor más en el
deporte, especialmente en el
fútbol. Donde se deberían transmitir valores, "se incita a la
ruina". Las previsiones de los partidos se anuncian aportando datos del dinero apostado en uno y otro equipo, como un resultado anticipado antes de que el árbitro pite para dar inicio al encuentro. Y mientras se ve el juego, la publicidad de este tipo de actividades es constante. Se ve proyectado el nombre de uno de los negocios en el césped, se concatenan los anuncios que aparecen en pantalla y se escuchan a los locutores dando pie a ello.
"Debería prohibirse absolutamente toda esa
publicidad engañosa que se está haciendo en horario escolar y con los partidos de la Liga. Los niños tienen a ídolos que les dicen que apuesten. Eso es lo que no puede ser. Hay que decir que fumar mata, pero la
ludopatía te arruina y aumenta el riesgo de que te
suicides", prosigue.
"Hay que terminar con los anuncios de apuestas incitan a la ruina"
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"Hay que incidir en que se
restrinja esa difusión, que puede llegar al
público más
vulnerable. E informar de los riesgos importantísimos que supone jugar y apostar. Porque pueden causar un trastorno mental: uno que se llama
ludopatía, pero hay otros muchos que también", asegura el presidnete de la SEP.
Arango sí señala que es
positivo en el sentido de que si una persona está desenganchándose y tiene menos casas donde apostar a su alcance, en un momento de debilidad quizá no entre. Como si el que deja de fumar no tiene ninguna cajetilla de tabaco en casa o el adicto al alcohol ha tirado todas las botellas: es más fácil que, en esos momentos,
no caigan en la
tentación.
El problema con el juego es que suele estar al alcance de todos
24 horas al día,
siete días a la
semana. Así que insiste: "El grueso no hay que ponerlo en estas restricciones, sino en la
prevención educativa y en las
campañas publicitarias". Para que
dejen de crear enfermedad mental.
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