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"La estimulación cerebral no se incluye en el SNS porque le falta eficacia"

Esta técnica no invasiva ha ganado popularidad en los últimos años para pacientes depresivos con multiresistencias

Víctor Pérez Sola, presidente de Sepsm.

14 jul 2022. 11.05H
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POR IVÁN FERNÁNDEZ
La estimulación magnética transcraneal para tratar pacientes con adicciones o depresión está proliferando en los últimos tiempos entre los servicios de Psiquiatría de las clínicas privadas. Sin embargo, esta técnica innovadora, que no tiene efectos adversos y supone una alternativa para los pacientes en los que no funcionan las terapias farmacológicas convencionales, todavía carece de la suficiente “eficacia demostrada en la clínica habitual” como para incluirla en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS).

“Esta técnica tiene más de 20 años, aunque lógicamente ha sido mejorada. Consiste en enviar estímulos magnéticos que logran estimular zonas superficiales del cerebro. Tienen datos relativamente de eficacia en depresión, aunque no tienen la suficiente para que estén incluidas en la cartera de servicio de la salud pública porque estos datos son cuestionables”, explica Víctor Pérez Sola, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (Sepsm).

En ese sentido, el especialista aclara que no se trata de que el SNS no quiera pegar su coste, sino porque la evidencia científica no ha pasado por las agencias reguladoras. “No es más barata que los fármacos, es relativamente cara en función de con que fármaco lo comparamos porque hay algunos que suponen un euro al mes. Aproximadamente, tiene un coste de 250 euros la sesión y hacen falta entre 10 y 20 sesiones”, detalla Sola, quien asegura que se pueden tratar decenas de pacientes con fármacos con la depresión por el mismo precio.

Sin embargo, el presidente de Sepsm entiende que todas las técnicas nuevas tienen “un alto coste". “Lo ideal sería que supiéramos que tiene una evidencia científica clara de eficacia y supiéramos seleccionar los pacientes. Cuando hablamos de depresión estamos hablando de una enfermedad muy grave que llega al suicidio. Invertir en salvar una vida no debe estar condicionado por el coste”, reivindica el psiquiatra.

Aumentar el alcance en pacientes depresivos


El objetivo de este tipo de estimulación cerebral no invasiva es aumentar el alcance de pacientes depresivos y adictos que se logran tratar eficazmente. Según detalla Sola, esta técnica está destina para pacientes que han mostrado “resistencias a uno o dos fármacos”.

“Se estima que entre el 50-60 por ciento responde al primer tratamiento, el 65 por ciento a un segundo tratamiento y ante el resto el 80 por ciento. A partir de ahí conseguir la mejoría es complicado. Entre un 15 y 25 por ciento de los pacientes depresivos son multirresistentes”, explica el presidente de Sepsm.

En ese sentido, Sola recuerda que es responsabilidad de todos utilizar los fármacos donde se necesitan. “Hay que buscar la eficacia y cuando la demuestre debemos incluirla. En el momento actual no podemos decirle al Ministerio que la incluya”, explica el psiquaitra, quien, sin embargo, si abre la puerta de cara al futuro: “También es cierto que estas técnicas evolucionan mucho y no descarto que en el futuro sean supereficaces y se puedan utilizar dentro de la cartera de servicios del SNS sin problema. Llegará un momento donde demuestren el tipo de eficacia suficiente”.

Una ausencia cubierta por la privada


Ante esta falta de aplicación en la sanidad pública, la privada está cubriendo la demanda que generan determinados pacientes de optar por estas técnicas antes que por fármacos. “Cuando hay una técnica que no está cubierta por el SNS, siempre aparece la privada. Esta la aplica porque son técnicas muy seguras y si el paciente está dispuesto a pagarlas...”, detalla Sola, quien asegura que ya ha tenido varios pacientes en su consulta que han rechazado el tratamiento convencional en la pública y han optado por estas técnicas en la privada.

Para el presidente de Sepsm la alerta llegaría si se estuvieran aplicando en la privada técnicas que tuvieran mucho riesgo, pero descarta que sea así con la estimulación magnética transcraneal: “No implica ningún riesgo para el paciente y estoy convencido de que las clínicas que las tienen explican perfectamente a los pacientes los pros y los contras”.

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