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"El plan nacional de salud mental no cuenta con las CCAA"

Las autonomías difieren a la hora de financiar la atención psiquiátrica

Eduard Vieta, director científico del Cibersam.

09 dic 2016. 08.40H
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POR @JAVIERBARBADO
El Consejo Rector del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) del primer día de este mes ha aprobado su nombramiento al frente del centro de investigación biomédica en red dedicado a la salud mental (Cibersam). Eduard Vieta releva en el cargo a Celso Arango con todos los honores del prestigio cosechado en la sanidad catalana, donde trabaja como jefe del Servicio de Psiquiatría en el Clínic de Barcelona, pero se propone, ante todo, preservar el legado de su antecesor, que ha colocado la investigación biomédica en la materia en sus cotas más elevadas en España, según reconoce. Preguntado por la Estrategia Nacional de Salud Mental, que inició el Partido Socialista en 2007, considera que debe actualizarse y conjugarse con el plan al respecto de cada una de las comunidades autónomas.

¿Quién decide que usted dirija el Cibersam los próximos años?

Mi nombramiento parte del director del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y se confirma en el Consejo Rector del Ciber con fecha 1 de diciembre de 2016.

¿Cuánto tiempo debe dirigirlo?

El recambio de directores es dinámico y, hasta ahora, se ha realizado por consenso entre el ISCIII y los comités directivos de cada área de conocimiento, pero la duración del mandato queda, en último término, en manos del director del ISCIII.

¿Qué legado le deja su predecesor, Celso Arango?

Un legado extraordinario. El doctor Arango, con el apoyo del resto del Comité Directivo, la Gerencia, y los investigadores del Cibersam, ha llevado a la Psiquiatría española a su cota más alta de calidad investigadora de la Historia. Mi misión consiste en continuar en esa línea ascendente.

¿Cuáles son los logros pendientes del Plan Estratégico del Cibersam?

Las prioridades tienen que ver con poner al paciente en el centro de nuestras decisiones, fomentar la interacción entre investigadores básicos y clínicos para favorecer la innovación y la transferencia de conocimiento y, en último término, impulsar una investigación de impacto social que mejore la vida de las personas con enfermedades mentales.

¿Está de acuerdo, en líneas generales, con el actual Plan Nacional de Salud Mental que comenzó, en su momento, Manuel Gómez Beneyto?

Aprecio mucho al doctor Gómez Beneyto. Los planes nacionales necesitan actualizarse y conjugarse con los planes propios de cada comunidad autónoma, ya que la atención sanitaria está transferida a las comunidades.

¿Qué es lo que más urge en España en materia de salud mental?

Poner a la salud mental en el lugar que le corresponde en las prioridades de financiación y gestión política. Son las patologías más prevalentes, las más discapacitantes y las peor financiadas. Y no olvidemos la lucha contra el estigma social.

¿Qué grado de drogodependencias afronta España en comparación con otros países europeos y americanos?

España es uno de los países con tasas más altas de adicciones. Las adicciones, además, ocurren con mayor frecuencia en personas que ya tienen una enfermedad mental, además de la propia drogodependencia. La existencia de redes asistenciales paralelas y mal conectadas entre salud mental y adicciones no ayuda a afrontar el problema.

¿Se desmarca Cataluña en materia de salud mental del resto de España? ¿A qué lo atribuye?

En el caso específico de la investigación, creo que destaca el programa Icrea y que los recientes recortes presupuestarios no hayan afectado a la investigación en tanta medida como en los presupuestos generales del Estado. Confío en que los nuevos presupuestos impulsen la investigación biomédica, que obviamente incluye la investigación en salud mental.

En general, ¿se mantiene la prevalencia de trastornos mentales en los países occidentales?

No sólo se mantiene, sino que aumenta.

¿Ha habido, realmente, un pico en el diagnóstico de algunos de ellos en los últimos veinte años en España?

Efectivamente, sobre todo en aquéllos en que ha mejorado la detección.

¿Ayudan las técnicas de neuroimagen y la Medicina de precisión basada en los genes, hoy día, a resolver la patología mental?

Su aplicación a la práctica clínica es incipiente, pero cada vez van a ser más importantes para mejorar la práctica clínica. Nos dirigimos hacia una Medicina personalizada, también en salud mental.

¿Existe esperanza fundada a medio y largo plazo para las enfermedades mentales graves?

Sin duda. Además del progreso conseguido a lo largo de las últimas décadas, los nuevos descubrimientos van a tener impacto real en la calidad de vida de los pacientes y sus familias. También es cierto que, a medida que avanzan los recursos terapéuticos, crecen paralelamente las demandas de la sociedad. Muchas enfermedades que antes implicaban institucionalización a largo plazo permiten, a día de hoy, un tratamiento ambulatorio, pero la sociedad exige más, como es lógico, y la meta actualmente es la recuperación funcional completa. Éste es también el principal objetivo del Cibersam: que sus investigaciones conduzcan a mejoras diagnósticas y terapéuticas que permitan a los pacientes con trastornos mentales llevar una vida normal.

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